Ayer lunes por la mañana circulaba un comentario generalizado en Palacio Nacional: el expresidente Andrés Manuel López Obrador dejo de seguir en redes sociales a varios funcionarios del Gobierno. El detalle aceleró una pregunta que comenzó a desatar especulaciones la semana pasada: ¿Dónde se encuentra López Obrador?
Diversos funcionarios del gobierno actual dan por descontado que el exmandatario no está en su casa del sur de la CDMX y cuando preguntan a sus contactos chiapanecos les dicen que tampoco está en su rancho denominado “La Chingada”.
La duda da lugar a interrogantes en las alturas. Existe un consenso en que se encuentra en el país, pero lo que varía en la geografía: se habla de Tabasco, Veracruz, Quintana Roo y hasta Nayarit pero con pocas certezas.
La ubicación de López Obrador ha dado un giro cuántico en las últimas semanas porque en los días previos a la toma de protesta de Claudia Sheinbaum se decía que se quedaría hasta diciembre organizando sus libros en Palacio Nacional. Y ahora, a una semana de la asunción, no hay novedad sobre el paradero.
Las dudas no tienen su base solo en la curiosidad. Entre ayer lunes y hoy martes tuvieron lugar dos ajustes en el gabinete. Francisco Garduño perdió su posición en el Instituto Nacional de Migración y el general Jens Pedro Lohman en Birmex. Desde ambos entornos buscaron a López Obrador para intentar alguna maniobra pero sin éxito.
Otros detalles de la nueva cotidianidad: Jesús Ramírez, ahora devenido en coordinador de asesores, dejo a sus colaboradores en la conferencia diaria pero él no aparece. En cambio, quien gana peso en despachos y con nombramientos administrativos es su rival Carlos Torres, con quien el exvocero nunca terminó de transitar y que se mantiene como asesor clave en todo lo referido a programas sociales.
Cortesía de La Política Online
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