Claudia Curiel inauguró escalinata en pirámide Nohoch Mul de Cobá

Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura federal inauguró este domingo la nueva escalinata de la pirámide de Nohoch Mul, uno de los basamentos prehispánicos más representativos de la zona arqueológica de Cobá, en Quintana Roo.

Después de 6 años de trabajos, la escalinata permitirá una vez más el ascenso y el descenso de la imponente edificación de 42 metros de altura, la más elevada en el norte del área maya. En el acto también se realizó la apertura de la nueva unidad de servicios del sitio, realizada como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), vinculado con el Tren Maya, indicó la dependencia.

Con una inversión cercana a cinco millones de pesos, la secretaria Curiel recordó que dichas acciones forman parte del Promeza que atiende a once sitios de Quintana Roo, con una visión integral (investigación, conservación, infraestructura y acceso cultural). “Venimos a reconocer el esfuerzo de quienes han protegido a lo largo de la historia este territorio y han sostenido su continuidad a lo largo del tiempo. Cobá es una ciudad que sigue revelando nuestra historia”, subrayó.

“A nombre de la presidenta Claudia Sheinbaum quiero reiterar que esta obra representa la forma en la que entendemos la política cultural, el patrimonio como derecho de todas y de todos, el cuidado del territorio como un bien público, y la conservación como una tarea que sólo puede hacerse en comunidad”, afirmó.

Curiel de Icaza estuvo acompañada por el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Joel Omar Vázquez Herrera; la directora general del Instituto de la Cultura y las Artes de Quintana Roo, Lilian Villanueva Chan, y autoridades ejidales de Cobá, encabezadas por Atilano Huicab Nájera.

También estuvieron presentes la subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez Bespalova, y el titular de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, Diego Prieto Hernández; entre otros funcionarios.

La secretaría Claudia Curiel presidió la ceremonia de inauguración.Foto EE: Cortesía

El titular del INAH resaltó que, durante su auge entre 200 y 600 d.C., Cobá tuvo una extensión de 70 kilómetros cuadrados y albergó alrededor de 50 mil habitantes. Su esplendor se debió a las redes comerciales que tendió con otras ciudades mayas como Chichén Itzá, Ichkabal, e incluso con Tikal y otras ubicadas en la costa del Caribe.

El antropólogo Vázquez Herrera señaló que, desde 1972, el INAH realiza un trabajo sistemático en el sitio y, de manera reciente, en el marco del Promeza, los análisis epigráficos que se desprenden de su proyecto arqueológico han podido definir su fecha de fundación, el 12 de mayo de 569 d.C.

Por su parte, el representante de las autoridades ejidales de Cobá, Atilano Huicab Nájera, afirmó: “Hoy honramos a los abuelos que labraron esta tierra, abrazamos nuestra identidad maya, reconocemos que nuestra historia no está enterrada, está caminando con nosotros; que esta escalinata sea una invitación para mirar hacia arriba, hacia la grandeza de nuestros orígenes, que este portal sea puerta de un tiempo nuevo, donde la unidad ejidal sea la base de todas las decisiones”.

La escalinata, elaborada en madera, permite ascenso y descenso seguros al monumento prehispánico, de 42 metros de altura, y también brinda a las y los visitantes una experiencia cultural y ambiental única, junto con vistas privilegiadas de la selva maya.

Su instalación, aprobada por el Consejo de Arqueología (CA) del INAH, se realizó con pleno apego a las normas internacionales de restauración de monumentos arqueológicos y responde a las demandas sociales que visitantes y ejidatarios planteaban desde 2019, cuando se suspendió el ascenso al monumento debido al desgaste natural que, acentuado por el intenso tránsito de turistas, se había causado a sus escalones originales.

Funcionarios asistentes, al pie del monumento intervenido.Foto EE: Cortesía

Una intervención segura y funcional

De acuerdo con la arqueóloga Julieta Ramos Pacheco, jefa de campo del Promeza en el sitio patrimonial, “el diseño de la escalera contempla una longitud de dos metros, con dos entrecalles de un metro cada una para facilitar el flujo de visitantes”.

La intervención fue precedida por un levantamiento topográfico de cada escalón del Nohoch Mul –gran montículo, en maya yucateco–, desde su base hasta su cúspide, que proporcionó un modelo preciso de oquedades y relieves. Los datos obtenidos permitieron a los expertos conocer los espacios exactos para instalar la estructura contemporánea, de una forma segura y funcional, con las labores de consolidación preventiva, renivelación de escalones y microsondeos para la inserción de los citados anclajes.

Cabe destacar que la escalinata fue ejecutada por ejidatarios de la comunidad quintanarroense de Noh Bec, quienes cuentan con gran experiencia en la elaboración de estructuras con maderas regionales –que incluyen las obtenidas de árboles como el tzalam, la caoba, la parota y los chicozapotes– que ofrecen características y condiciones idóneas para la elaboración de muelles, escaleras, cabañas y otro tipo de objetos.

La escalinata del Nohoch Mul también permitió la renovación de los espacios de diálogo y colaboración con la comunidad de Cobá, para fortalecer la apropiación social del patrimonio y elevar las condiciones para su cuidado, protección y respeto.

Cortesía de El Economista



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