¡Clin, caja! Gene Simmons ofrece a los fans de Kiss ser un “plomo” suyo durante un día por 12 mil dólares: ¿qué incluye?

Gene Simmons encuentra cada vez más maneras legales de vender cada cosa que sale de su enorme y resistente capacidad de dueño de la marca Kiss. Ahora diseñó una suerte de concurso donde uno puede convertirse en su asistente personal o “plomo”.

No es gratis, por supuesto: hay que pagar. ¿Cuánto cuesta la experiencia rockera, cual sensación inmersiva? 12 mil dólares por cabeza.

En marzo, el bajista anunció un lucrativo paquete llamado “Ultimate Gene Simmons Experience” para su gira solista, dándole a los fans la oportunidad de ser su “roadie” o “plomo” por un rato.

Para que tengan una idea, el primer “roadie” famoso del rock fue Mal Evans. Estuvo tan pegado a los Beatles que también podríamos caer en la ineludible tentación de candidatearlo a “quinto beatle”. Fue una suerte de cadete y también de patovica oficial. Más adelante y acá nomás, León Gieco cantó El blues de los plomos.

La idea de Gene, siguiendo esa línea, marca un nuevo hito y mejora todo lo conocido en relación al vínculo artista-fan. Si bien al principio la iniciativa generó algunas críticas por el precio, un sargento que no es Pepper sino un suboficial penitenciario, Dwayne Rosado, aceptó la oferta poniéndose con cada dólar. Así se unió al equipo de gira del músico. Esto fue ahora, en un concierto en Nueva Jersey, el pasado 5 de mayo.

El tal Rosado -retirado ya de sus funciones carcelarias- en vez de llevar a su hijo Zack a Disney lo subió a “la experiencia” de tirar cables, levantar paquetes, parlantes y chequear escenografías. ¿Pagó doble? “Esto valió cada centavo”, dijo el padre. “Solo se vive una vez, y quiero experimentar la vida. No voy a morir con mucho dinero. Voy a morir feliz”, remarcó Rosado al New York Times.

La Experiencia Gene Simmons Definitiva incluyó una prueba de sonido con la banda, una comida con Simmons y la oportunidad de pasar el rato entre bambalinas. Pero no es todo: durante el show, el bajista invitó al escenario a Rosado y a su hijo para presentarlos al público. “Ja ja, me sentí incómodo porque tenía a todo el público delante y lo único que quería era abrazarlo. No me importaba nada más”, declaró el fan más osado del rock.

Vestido de utilero -el uniforme estaba incluido en el precio-, Rosado padre siguió hablando de su alegría: “Nada puede superar esta noche. Ya está grabada en la historia de Kiss, porque estará en YouTube y en todo lo demás. Así que recordaré el momento para siempre”.

El periodista del New York Times contó la verdadera trastienda de la trastienda. Dijo que los Rosado “no hicieron mucho trabajo de roadie”, pero que sí pasaron bastante tiempo con Simmons y que el músico se deshizo en elogios por la crianza de Rosado con su hijo. Se ve que hablaron bastante. El bajista de Kiss recalcó lo bien que hizo el hombre en mantener al joven “alejado de las drogas”.

El tío Gene, un lenguaraz de lo más ameno, también aprovechó los dólares cobrados para contarle a Zach la historia de cómo perdió su virginidad. Una historia que se remonta 4600 mujeres atrás. Rosado y su hijo cenaron dos horas con Simmons y la estrella, por lo visto, hablaba de todo: pasó de su primer encuentro sexual a ciertos consejos financieros para la creación de sociedades comerciales de responsabilidad limitada.

En cuanto al alto precio de la “experiencia”, Simmons dijo al New York Times: “Hay libre mercado, oferta y demanda. La gente quiere hacerlo. Es así. Comprás un Rolls porque querés, aún sabiendo que un Volkswagen también te lleva”.

Cortesía de Clarín



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