Organizaciones de búsqueda de personas desaparecidas han puesto en duda la versión oficial sobre lo ocurrido en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, y presuntamente utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como centro de reclutamiento y adiestramiento.
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco informó que fueron recuperados 17 lotes de restos óseos calcinados, mismos que ya se encuentran bajo análisis del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses. Los fragmentos incluyen huesos de cráneo, fémur, cadera y piezas dentales, lo que refuerza la hipótesis de que hubo cuerpos humanos incinerados en el lugar.
La revelación contrasta con las declaraciones del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, quien el pasado 29 de abril descartó la existencia de crematorios clandestinos en el rancho. En conferencia de prensa, Gertz afirmó que en el predio solo se localizaron zanjas y agujeros donde posiblemente se hacían fogatas, además de una vasija con fragmentos óseos de “antigüedad importante”, sin precisar detalles ni confirmar si se trataba de restos humanos recientes.
Cortesía de Unomásuno.
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