Miles de personas salieron este martes a las calles de Bogotá y otras ciudades de Colombia para reclamar la aprobación de las reformas laboral y de salud, mientras la Comisión Séptima del Senado hundió la propuesta laboral al aprobar una ponencia para archivar la iniciativa. Tras esto, el presidente Gustavo Petro insistió en convocar una consulta popular para que se implementen las medidas.
“Cuando la tiranía contra el pueblo se impone el pueblo debe rebelarse con la mayor fuerza posible”, señaló Petro, quien llevaba un bastón de la Guardia Indígena, en un encendido discurso ante miles de ciudadanos que se congregaron en la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, en apoyo a sus reformas.
Petro atribuyó el estancamiento de sus reformas a la corrupción y la codicia de la clase política que no quiere cambios ni que mejoren las condiciones de vida y laborales de los trabajadores, y por eso la semana pasada anunció que convocará una consulta popular para que la gente sea la que decida. “Quedan convocados, arranca la consulta popular”, dijo sobre ese mecanismo previsto en la Constitución Nacional y añadió que la movilización es permanente y creciente.
“El Congreso tiene que mirar esta movilización y tomarla en serio, porque lo que le está diciendo el pueblo al Congreso es que no los representan. Lo que están haciendo es legislar para unas élites, para sus financiadores. Esto es una notificación de que la gente está inconforme con sus decisiones. Hay gente para llenar la Plaza de Bolívar tres veces si quieren”, enfatizó el mandatario. “Llegó el momento de ponerle final a cien años de soledad (…) porque las estirpes de la tierra condenadas tienen una segunda oportunidad. Y esta es nuestra segunda oportunidad. ¡Palabra que sí!. Que viva la consulta popular en Colombia”, expresó, haciendo referencia también al lema de campaña de Carlos Pizarro, quien fue jefe de la guerrilla del M-19 y candidato presidencial en 1990, cuando fue asesinado.
Gustavo Petro adelantó algunos de los temas de la eventual consulta. “La primera pregunta (…) es si el día termina a las 6 de la tarde o a las 9:00 pm como está actualmente”, indicó en una publicación en la red social X, en referencia al límite utilizado para calcular el pago de horas nocturnas a los trabajadores del país.
La movilización
Mientras que en Medellín, Cali, Barranquilla y otras ciudades, los manifestantes caminaron con banderas y carteles a favor de las reformas al sistema laboral y el de salud, en Bogotá se congregaron indígenas, campesinos, acompañados de comparsas festivas para escuchar el discurso del presidente. “Como empleado siento vulnerados mis derechos, vengo de una empresa donde me hacen trabajar horas extra y no me las pagan”, dijo a la agencia de noticias AFP Carlos Velásquez, un ingeniero ambiental de 40 años que caminaba con una trompeta tricolor hacia la céntrica plaza de Bolívar de Bogotá. “El Congreso de Colombia le está dando la espalda al pueblo (…). No somos esclavos, no somos sirvientes del poder, somos seres humanos”, aseveró.
Maritza Rodríguez, una profesora de 48 años en Bogotá, se quejó de los malos tratos de los empleadores. “El trabajador debe tener la oportunidad de que su estilo de vida cambie (…) seríamos más felices. Se recuperaría el tema económico”, aseguró.
Respecto a la reforma a la salud, con la que el gobierno quiere disminuir la participación de los privados en el sistema, Édgar Sánchez, un pensionado de 67 años que iba en bicicleta en Bogotá con un cartel de “Yo marcho por las reformas”, indicó: “Quiero que la salud deje de ser un monopolio, un negocio, para enfocarse en lo que debe ser: un principio (derecho) fundamental”.
El rechazo en el Senado
Mientras tanto, de los 14 senadores que conforman la Comisión Séptima del Senado colombiano, ocho votaron a favor de archivar la reforma laboral y seis en contra. “Fue un festival de falacias. Hemos demostrado en este debate que hay mentiras, que son absolutamente falaces los argumentos que han esgrimido (los senadores que rechazaron el proyecto de ley que ya había sido aprobado en la Cámara de Representantes)”, expresó a periodistas el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino. “No modificaron ni una sola de sus posiciones, demostramos que lo que pasó en Cámara fue un proceso de concertación, de discusión amplia y ellos se negaron a que esa concertación siguiera en el Senado de la República”, expresó.
El ministro señaló que, tras ese revés legislativo, el Gobierno expedirá nueve decretos reglamentarios de esta reforma y que otra parte del proyecto será preguntada en la consulta popular, que aún no tiene fecha para su celebración. Los senadores que votaron para archivar el proyecto son Esperanza Andrade y Nadia Blel, del Partido Conservador; Honorio Henríquez y Alirio Barrera (Centro Democrático), Ana Paola Agudelo (Partido Mira), Lorena Ríos (Colombia Justa Libres), Miguel Ángel Pinto (Partido Liberal) y Berenice Bedoya (ASI).
La reforma laboral, según el Gobierno, además de mejorar las condiciones de trabajo, buscaba crear 91.000 empleos a partir de su implementación, pero los empresarios y otros sectores alegan que esos beneficios fomentarían la informalidad. Esta es la cuarta reforma que el Congreso le hunde al Gobierno de Petro tras la primera versión de la de la salud, archivada en 2023; la de educación, rechazada en junio del año pasado, y la segunda ley de financiamiento, tumbada en diciembre pasado. La misma Comisión Séptima del Senado que este martes archivó la reforma laboral tiene en sus manos el futuro de la segunda reforma de la salud, aprobada a finales del año pasado por la Cámara de Representantes.
Cortesía de Página 12
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