Una más de Ricardo Monreal, Miguel Velazco, Adán Augusto López, Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán, que según Fernández Noroña estaban “papaloteando” cuando ayer la presidenta Claudia Sheinbaum pasó a su lado y fue ignorada antes de subir al estrado para la Asamblea informativa en la plancha del zócalo.
El mal tino y tacto de los antes mencionados no pudo ser más expuesto en lo que pretendía ser el acto en el que la Presidente de México fijara postura ante los insultos de los últimos días del Presidente Trump contra todos los mexicanos.
La actitud de los líderes de la Cámara de Diputados, del Senado, del Partido Verde, la líder de Morena a nivel nacional y el “ungido” hijo de AMLO rumbo a la Presdencia del 2030, se quedará registrada como una de las groserías más evidentes en el sexenio.
De lo que dijo Claudia Sheimbaum ayer en el Zócalo nadie se acuerda en absoluto, porque todo fue eclipsado por el bochornoso momento que sus correligionarios le hicieron pasar ayer antes de comenzar el acto.
Todo estaba dispuesto para un evento, en el que hasta los gobernadores de oposición, o más bien “disposición”, estaban listos para apoyar a la Presidente, quien a fuerza de ser sinceros, ha mostrado mucho temple ante los amagos de Donald Trump los últimos tres meses.
La de Sheimbaum en las últimas semanas ha sido una clase dictada de estadista de primer mundo, ante un orangután líder del mundo libre, que ha dejado mucho qué desear en esta su segunda administración.
Por eso, nos guste la 4T o no, la actitud distraída de los funcionarios de más alto nivel de Morena en este gobierno dejó mucho qué desear, ante una líder que se apuntala y cada día demuestra su alto nivel de hacer política ante los embates de Trump.
Si bien es cierto Sheimbaum ha cometido fallas garrafales en la política interna, como el no invitar a la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, a la celebración del aniversario de la Constitución el 5 de febrero pasado, en torno a las presiones que vienen desde los Estados Unidos, se ha portado a la altura.
Por eso es que no se vale que en un acto de egolatría y distracción, por querer quedar bien con el hijo de AMLO, los susodichos hayan perdido de vista la entrada de la Presidente de México.
Claudia Sheimbaum se merece todo el respeto por lo mostrado en su manejo en la crisis de los aranceles que Trump le quiso poner a México. Ha representado de manera muy digna a todo el pueblo mexicano y por eso no se merece que su equipo partidista y de legisladores “anden papaloteando” en ningún momento de la vida pública.
Parece que con sus acciones y actitudes “Los Distraídos” están pensando en todo menos en seguirle el paso a la Presidente.
Más les vale que en el futuro dejen de estar, como dijo Fernández Noroña, “papaloteando” y se concentren más en lo que está no solo ante sus ojos, sino también a sus espaldas.
No sea que en una de esas por andar adelantándose concentren el aparente futuro ante sus ojos, a sus espaldas se esté gestando un futuro que no pudieran ver.
Sobre el autor:
*Víctor Hugo Arteaga es ganador del Premio Nacional de Periodismo 2016 por el reportaje de investigación Las Empresas Fantasma de Javier Duarte, el exgobernador que se encuentra preso gracias a ese trabajo.
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