Columna Deadline: Monreal, ‘El Mayo’ Zambada y la decadencia temprana de la 4T

Vaya fin de semana el que vivió la 4T desde que “El Mayo” Zambada puso en jaque al Gobierno de México, que se tuvo que doblegar ante la amenaza velada del narcotraficante de abrir la boca si es que no lo “rescatan” de manos del gobierno de los Estados Unidos.

Zambada puso a temblar al, como lo ha calificado el gobierno de Estados Unidos, narcogobierno mexicano, tras la solicitud formal presentada en el vecino país, alegando que su aseguramiento fue ilegal y que por ello México debe solicitar la repatriación del capo.

El golpe de Zambada fue tan acertado y quirúrgico, que puso al círculo rojo en los dos poderes fácticos, el Ejecutivo y el Legislativo, a trabajar horas extras para ver cómo se puede contener esta crisis.

Para nadie en México es un secreto que grupos delincuenciales operan para la 4T desde las elecciones del 2018 que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.

El régimen de izquierda que gobierna al país cree que sus mentiras son creídas por el pueblo sabio, pero en realidad en México existe una simulación alrededor de este tema en todos los niveles políticos, empresariales y sociales.

Lo que está pasando es que quienes tienen el real poder en nuestro país, han comenzado a hablar con tal de no enfrentar la pena de muerte en los Estados Unidos.

Durante décadas Zambada permaneció libre en Cosalá, allá en Sinaloa, y todas las agencias de inteligencia del mundo, incluyendo la de los gobiernos mexicanos, lo sabían perfectamente.

Hoy, que Zambada ve pasar la vida ante si, y con la muy alta probabilidad de que tras su juicio se le declare la pena capital, ha comenzado a pedir volver a “casa”, después de seguramente haber proporcionado la información que el gobierno de Donald Trump necesitaba para ingresar a México por grupos criminales, pero también por policías corruptos, militares corruptos y políticos corruptos.

Y en ese orden de ideas, ante el amago y amenaza velada de Zambada, los dos poderes facticos que gobiernan el país se apresuran a salir corriendo como ratas cuando se hunde un barco.

Basta ver el caso de uno de los abogados defensores de Zambada, el abogado Juan Pablo Penilla, que hasta antes de darse a conocer el documento donde era nombrado uno de los asesores jurídicos de Zambada, era el “Golden Boy” de Morena, la 4T y el gobernador de Tamaulipas.

Hoy nadie en Morena, en la 4T y en Tamaulipas quieren que se les relacione con Juan Pablo Penilla, otrora el bienamado de la horda guinda.

Pegó tanto la amenaza de Zambada, que el vocero del poder legislativo en el país, líder de la Cámara Baja y el principal operador legislativo, Ricardo Monreal, tuvo que salir humillado a defender la manera en cómo el Gobierno intentará salvar al ciudadano Zambada.

De lástima y pena ajena ver a un hombre tan brillante, con una de las mejores técnicas legislativas y conocimiento de la ley y la Constitución salir, visiblemente en contra de su voluntad, a tratar de justificar la manera en cómo se buscará repatriar al Capo Zambada.

Y es en momentos así, cuando se ve a Monreal dirigirse al pueblo mexicano, que uno se pregunta y se da cuenta del precio tan bajo que tienen los políticos mexicanos para venderse ante la tan clara regazón que se está realizando.

Al ver la comunicación no verbal de Monreal en torno al tema se da uno cuenta que no está cómodo, que no está haciendo lo que quiere, ni lo que le conviene, pero para eso se ha alquilado.

Ya nada queda de aquel Ricardo Monreal valiente, estratégico y dominante, que se vio en el Senado durante el lopezobradorismo.

Hoy Ricardo Monreal luce como un muñeco de trapo al que ordenan desde la más alta esfera del Poder Ejecutivo qué hacer, para seguir delinquiendo y violando las leyes, tratando de rescatar al mayor criminal y cerebral que ha dado el crimen organizado de este país.

Es una lástima porque se extraña a ese Monreal que en algún momento llegó a ser el sano equilibrio dentro de la 4T.

Mientras tanto, las cosas se van configurando para que los Estados Unidos avancen un poco cada día en su lucha contra los grupos delincuenciales mexicanos, a veces con ayuda de los sistemas de seguridad mexicanos, a veces sin ella, pero lo que es cierto, es que existe un cerco perimetral en torno a quienes se han aprovechado de sus posiciones en los gobiernos a todos los niveles, para ayudar y darle al crimen organizado el poder de dominar la actual soberanía del país.

En México la soberanía es una lucha entre lo que queda del Gobierno, contra el creciente poderío que el crimen organizado y grupos delincuenciales han adquirido.

La oposición lamentablemente en nuestro país no podrá hacer nada en los siguientes seis años en el Senado y los siguientes dos y medio en la Cámara de Diputados.

Más de mil 500 millones de pesos serán mal gastados en los representantes de la oposición que para mala fortuna de todo el país, no podrán cambiar ni una coma de las iniciativas que vengan desde el poder fáctico de Morena y sus aliados.

Bueno, al menos los congresistas y legisladores de la dizque oposición, tendrán garantizado una lanita para vivir cómodamente, porque resultados no nos entregarán ninguno.

Pero eso eso, su retórica y sus discursos serán muy bonitos, muy combativos, pero sin efectos reales.

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*Víctor Hugo Arteaga es ganador del Premio Nacional de Periodismo 2016 por el reportaje de investigación Las Empresas Fantasma de Javier Duarte, el exgobernador que se encuentra preso gracias a ese trabajo.

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