El estrés es una respuesta natural del cuerpo y la mente, ante situaciones percibidas como amenazantes o de riesgo. Este se manifiesta como tensión física y emocional, y puede ser una reacción a factores externos o pensamientos internos.
Las pequeñas dosis de estrés pueden ayudar a las personas a reaccionar a peligros, o cumplir con plazos importantes. No obstante, el estrés prolongado o crónico puede traer efectos negativos en la salud física y mental.
En este sentido, algunas situaciones que nos exponen a altos niveles de estrés pueden perjudicar aspectos físicos, como la piel, el cabello y el sueño.
Algo que muchas personas desconocen, es que el estrés también puede influir en la salud íntima femenina. A continuación te explicamos a detalle.
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¿Cómo afecta el estrés a la salud íntima?
Algo importante que debemos entender, es que el estrés puede alterar la producción y regulación hormonal. Además de producir cortisol, conocido como la hormona del estrés, también afecta otras hormonas, tales como las sexuales.
Por ello, el desequilibrio hormonal que ocurre cuando el cuerpo se somete a altos niveles de estrés, causa que se altere el pH de la flora vaginal, lo que aumenta el riesgo de contraer infecciones, provocando molestos síntomas como ardor y picor en la zona íntima.
Cuando el Lactobacillus disminuye en la mucosa vaginal a causa del estrés, ésta se vuelve vulnerable a infecciones, ya sean bacterianas (por exceso de otras bacterias en la flora vaginal), o por hongos (cándida).
Asimismo, el estrés también puede afectar el desempeño sexual, ya que, además de exponer al cuerpo a infecciones por la baja de defensas, puede causar sequedad vaginal.
A la hora de mantener relaciones sexuales, es fundamental una adecuada lubricación, y cuando la mucosa no tiene el grado de humedad requerido, las relaciones íntimas pueden ser molestas y dolorosas.
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¿Cómo tratar el problema?
Ante cualquier molestia en la zona íntima, es importante acudir con un profesional de la salud, es decir, un ginecólogo, para que pueda brindar el tratamiento adecuado para eliminar la infección. No se recomienda automedicarse, ya que esto sólo puede empeorarlo.
Además, se recomienda reducir los niveles de estrés, llevar una alimentación balanceada, hacer actividad física, tener buena higiene y dormir bien, para que el cuerpo mantenga sus defensas altas y se proteja ante cualquier virus, infección o enfermedad.
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Cortesía de El Informador
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