¿Cómo darle la vuelta a tus finanzas personales? (Parte 4 de 4)

¿Alguna vez has pensado qué pasaría si algo te sucede y ya no puedes trabajar? ¿O si pierdes tu casa por un desastre natural como un terremoto o un incendio, con todo lo que hay dentro? ¿Qué sería de tu familia si mañana les llegaras a faltar?

Muchos evitan estas preguntas, pero la realidad no se detiene por el miedo.

Construir patrimonio no sólo es ahorrar e invertir. También es proteger lo que has logrado de situaciones que no puedes controlar y que a todos nos pueden pasar. Se trata simplemente de estar preparado, en el remoto caso de que suceda.

Planear es un acto de responsabilidad

Una persona de mi círculo cercano falleció de repente. Su esposa era ama de casa, sus tres hijos estudiantes en escuelas privadas. Resultó que la casa en la que vivían no era de ellos, sino del socio del negocio, aunque él estaba pagando la hipoteca.

No dejó testamento. Ni forma de acceder al dinero de sus cuentas bancarias para sufragar gastos inmediatos. Perdieron todo de la noche a la mañana. Afortunadamente el resto de la familia los ayudó a salir adelante.

Cuando era pequeño, mi abuelo conocía a una familia muy adinerada. Eran dueños de una fábrica. El padre y director de la misma un día fue diagnosticado de una forma rara y agresiva de cáncer, enfermedad con la que batalló durante largos años. Tenían un seguro de gastos médicos, sacado a través de la fábrica, que era bastante limitado y que se agotó rápidamente. Las facturas médicas rápidamente se acumularon y fueron tan grandes que tuvieron que vender algunas de sus propiedades.

Nadie está exento de estas cosas, por mucho dinero que uno tenga, ni por más ejercicio que uno haga. Las consecuencias pueden ser desastrosas. Estar preparado hace toda la diferencia. Proteger tu patrimonio no es pesimismo. Es inteligencia.

Tres herramientas
simples para protegerte:

Ten un fondo de emergencias completo, de acuerdo con tus necesidades. De esto ya hablamos en la tercera parte de esta serie.

Protege lo que es más importante: tu familia, tu salud, tu hogar, tu negocio. Tristemente en México, la gente se preocupa más por asegurar su coche que aquello que es mucho más valioso.

Haz un testamento: No es para “despedirse” sino para garantizar que lo que has construido quede en buenas manos y no haya que hacer juicios innecesarios que suelen ser largos, costosos y llevar a peleas y rencores familiares.

No importa tu edad o situación. Mientras antes empieces, más tranquilo vivirás.

¿Qué seguros necesitas?

Lo mencioné antes: es importante proteger tu capacidad de generar ingresos para tu familia (y para ti, en caso de un accidente que te impida seguir haciendo lo que haces para ganar dinero). Eso se logra con un seguro de vida con invalidez. No tiene que ser un producto caro: un temporal a edad alcanzada 60 o 65 años puede ser más que suficiente.

Es importante proteger también tu salud. En México, el acceso a servicios de salud de calidad es cada vez más caro. Este producto se tiene que elegir con mucho cuidado, porque no es fácil cambiarte de aseguradora (la nueva podrá tomar tu antigüedad para eliminar periodos de espera, pero no te cubrirá ninguna preexistencia). Como hay una gran diversidad de costos dependiendo del médico y hospital en el que uno se atiende, las aseguradoras han diseñado planes que ofrecen distintos niveles hospitalarios y de tabuladores médicos. Busca aquél que funcione para ti. Opta siempre por el límite más alto, aunque eso signifique que tengas que asumir un deducible mayor para poder costearlo. El fondo de emergencias sirve también para ayudarte a cubrir ese deducible, en caso necesario.

Protege también tu casa y tu negocio. ¿Qué pasaría si de repente, de un momento a otro, pierdes alguno de estos bienes?

Lo importante es que los seguros que compres sean los adecuados para ti. Cuando sabes que estás bien preparado, dejas de vivir con miedo al futuro.

Antes de terminar esta serie, quiero que hagas una última reflexión: ¿Qué decisiones financieras te están frenando?

Cada paso que das hacia el control de tu dinero te acerca a la libertad. No se trata de ser perfecto, sino de avanzar. Cada peso que ahorras, cada deuda que reduces, cada plan que haces es un paso hacia una vida más tranquila.

Darle la vuelta a tus finanzas personales no es un destino, sino un camino que tú construyes, con cada decisión que tomas.

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: