En 2005, Aaron Levie tenía 20 años y una idea en mente: desarrollar una plataforma de almacenamiento en la nube que permitiera a las personas trabajar desde cualquier lugar del mundo. Desde su dormitorio en la Universidad del Sur de California, Levie, junto a sus cofundadores Dylan Smith, Sam Ghods y Jeff Queisser, empezó a dar forma a lo que hoy conocemos como Box, una empresa valuada en 4,600 millones de dólares, según CNBC.
Para levantar la startup, Dylan Smith puso 20,000 dólares que había ganado jugando al póker en línea. Después, consiguieron 80,000 dólares más en capital semilla. Pero necesitaban una inyección mayor de fondos para escalar el proyecto, y ahí comenzó la etapa que marcaría el destino de Box; una serie de correos electrónicos en frío a potenciales inversores, uno de ellos, Mark Cuban.
El correo que cambió todo: “Si podías invertir, te escribía”
Levie recuerda haber mandado correos a decenas de inversores. “Si eras, aunque fuera remotamente, un inversor en 2005, recibías un correo electrónico mío”, dijo a CNBC. El objetivo era conseguir a alguien que creyera en su visión del almacenamiento en línea como una necesidad creciente en un mundo cada vez más digital y móvil.
El correo llegó a la bandeja de entrada de Mark Cuban, inversor multimillonario y propietario de los Dallas Mavericks. Y, sorprendentemente, Cuban respondió en cuestión de horas. De acuerdo con CNBC, lo primero que propuso fue colaborar en un proyecto de almacenamiento para una de sus propias empresas. Pero la conversación rápidamente evolucionó hasta que Cuban decidió invertir 350,000 dólares, sin haber conocido todavía a los fundadores de Box en persona.
Aaron Levie
“Fue una locura”: la inversión que permitió dejar la universidad
La inversión de Cuban fue “revolucionaria”, según Levie. Ese impulso económico les permitió contratar ingenieros, pagar servidores, invertir en marketing digital y hasta abrir una línea 1-800 para atención al cliente. Todo, desde el ático de los padres de Smith en Mercer Island, Washington y más tarde desde el garaje del tío de Levie en Berkeley, California.
“Fue increíble porque sucedió muy rápido”, declaró Levie a CNBC. Con la confianza de ese respaldo, él y sus cofundadores dejaron la universidad para concentrarse de lleno en hacer crecer Box.
Aaron Levie aún recuerda la sensación de recibir aquella respuesta de Cuban. “Es surrealista ver el nombre de alguien a quien aprecias mucho en tu bandeja de entrada”, dijo a CNBC. Fue la primera vez que sintió una auténtica emoción profesional: un golpe de suerte que había nacido de una idea, algo de descaro y mucha persistencia.
Una relación millonaria pero corta
A pesar del entusiasmo inicial, la relación con Cuban no duró. Según Benzinga, en 2006 Box decidió adoptar un modelo de negocio freemium y ofrecer un gigabyte de almacenamiento gratuito para atraer usuarios. Cuban no estaba de acuerdo con esta estrategia ni con el hecho de buscar financiación adicional para subvencionar el crecimiento. Así que, tras una nueva ronda de financiación por 1,5 millones de dólares, Levie compró la participación de Cuban.
Más tarde, cuando Box salió a bolsa en 2014 con una valoración de 1,700 millones de dólares, Cuban comentó en Twitter que “explotaría” si tuviera que dirigir una empresa que perdía más dinero del que ganaba, como era el caso de Box en ese momento. Sin embargo, desde 2023, Box ha registrado ganancias anuales, con 129 millones de dólares de ingreso neto en 2024, de acuerdo con CNBC.

Mark Cuban
Cuban, el inversionista que sí revisa su correo
Mark Cuban no es un multimillonario inalcanzable. De hecho, tiene una dirección de correo público y según reportó CNBC en 2020, recibe hasta 1,000 correos al día de personas que le presentan ideas. “Borrar, borrar, mirar y borrar”, confesó Cuban, quien toma apenas dos segundos para decidir si responde o no.
Cuando una idea le interesa, empieza a lanzar preguntas. Si el emprendedor logra enseñarle algo, Cuban pasa el caso a su equipo de análisis. Pero si el correo es demasiado largo, si promete ser el próximo Uber o si lo bombardean con mensajes repetidos, los descarta sin pensarlo.
Con respecto a Box actualmente, cabe mencionar que es un gigante tecnológico y Levie sigue creyendo en el poder del correo electrónico. Su consejo a los emprendedores es “Envía correos electrónicos a todo el mundo. La mayoría no responderá, pero siempre encontrarás al que sí lo haga”. Como alguna vez dijo Steve Jobs, el primer paso para lograr algo grande es atreverse a pedir ayuda.
Cortesía de Xataka
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