Con los ojos vendados, se termina la cosecha y se arranca con la siembra

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, me da mucho gusto saludarte, justo en la etapa más hermosa del otoño, las cosechas en el hemisferio norte avanzan aprisa y el hemisferio sur con la primavera en marcha trabaja el campo con siembras.

El pronóstico acumula nuevamente un propósito de amplias producciones para ambos hemisferios. Pero vamos por partes. Habrá que cerrar la cosecha del norte antes de entrar a narrar los eventos del cultivo en proceso del sur.

De momento queda solo decir que lo que desconocemos es más importante que lo que sabemos, el gobierno norteamericano está en paro por falta de presupuesto, y con ello los informes cotidianos que usamos para ir tomando rumbo, no se están emitiendo cosas de interés como avances de cosechas, reportes de exportación, posición especulativa, entre una seria de muchísimos otros reportes que nos permiten proyectar escenarios de oferta y demanda.

La falta de números oficiales nos ha dejado a ciegas en el momento cúspide de la cosecha norteamericana, y si has puesto atención, los pronósticos productivos de muchos analistas de amplio prestigio, nos han dejado con sentimientos encontrados una vez que las estimaciones productivas han quedado demasiado sobradas respecto de la realidad que escuchamos el ambiente pero que no podemos asegurar gracias a la falta de datos oficiales.

El mercado se siente confundido, pues si la proyección productiva que presumen los analistas fuese cierta, los precios de maíz y soya serían muy inferiores a los precios actuales.

Según los expertos, en este momento los compradores estarían cazando en zoológico. Las cosechas estarían desbordando silos y el abasto sobrado tendría al agricultor de rodillas.

La realidad es que el inventario tal vez existe, pero no está siendo habilitado en disponible, con lo cual, si lo necesitas, lo tendrás que pagar. Lo que ha creado el analista que proyecta producciones masivas es un escenario de pausa en la compra, detonando en consecuencia un ambiente raro en la presente condición.

¿Y cuál es esa condición? Bueno pues el Farmer espera un paquete de ayuda producto de la guerra comercial que no se hace público porque el gobierno está detenido, además se espera con ansia el resultado el encuentro entre los mandatarios de China y Estados Unidos quienes en teoría tiene un capítulo agrícola que tratar.

Los chinos no han comprado un gramo de soya en la campaña nueva desde Estados Unidos y el apriete se siente, el campo está inquieto, pero aguanta, la pregunta es hasta cuándo. Mientras eso sucede, el refugio es el campo mismo y para evitar la angustia, se pone a cosechar a toda velocidad.

¿Sabemos cuánto se ha cosechado? No, falta ese dato, y como el gobierno está parado, será cuando ya no importe cuando lo sepamos. Seguimos navegando con una venda en los ojos y vamos de oído, guiados por los analistas que nos han estado informando a medias.

Los trabajos de campo estarán terminados en las próximas dos semanas, y si bien nos va, será hasta el mes de noviembre cuando el USDA nos comparta su análisis de oferta y demanda, esto asumiendo que el gobierno regresa a trabajar y sospechamos que así lo harán; de hecho, nos atrevemos a sugerir que el presidente Trump no se presentará ante el sr Xi Jinping con un gobierno en paro.

En lo que seguimos navegando por instrumentos, reconocemos lo siguiente: las producciones norteamericanas serán exitosas, no sabemos qué tan grande es grande, pero sí reconocemos que habrá más inventarios que el año pasado.

Luego, estaremos hablando de la conexión de hemisferios, el sur siembra en orden y con clima a favor, de momento la cosa anda bien, y como los precios para ellos en primas han sido mejores gracias a las tensiones China–EU, pues irán con todo a proponer un cultivo amplio, sin racionamiento. Nadie siembra para no cosechar.

La lectura sobre nuestros mercados es muy sencilla y ponemos las conclusiones ya para no hacerte el cuento largo.

Las labores de comercialización en este momento están siendo erráticas.

El campo espera un paquete de ayuda que el gobierno estadounidense publicará una vez que regresen a la actividad, la promesa de liberación de rehenes comerciales deberá ayudar a que fluya soya norteamericana a China, al menos en el papel.

Veremos qué tan extremo se pone ese deporte porque ambas naciones están intercambiando prisioneros comerciales, no están negociando prosperidad.

Ante la duda, lo más seguro es lo más amarrado y hasta que no tengamos datos duros, todos son supuestos, y mientras más pasa el tiempo más pesa el impacto, con lo cuál, una instancia neutral es lo más cómodo y eso mantiene de momento a nuestros mercados en lateralización.

Con los ojos cerrados, guiándonos de oído… espero sea buena la guía.

¿Estás en buenas manos?

Cortesía de El Economista



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