Si bien uno de los planteamientos para la reducción de la jornada laboral es incrementar la productividad, para el sector de servicios la disminución de horas no se traduce precisamente en una mejora del desempeño, ya que dependen de otros factores para generar crecimiento, afirmó la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).
En entrevista con El Economista, Rosa Elena García Hidalgo, tesorera general del organismo empresarial, indicó que sería ideal reducir dos horas graduales durante este año y revisar cómo funcionan las organizaciones.
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“Me sentaría a ver el impacto en temas de comercio específicamente. Analizando el espíritu de la norma y de donde viene la exposición de motivos de la propuesta habla de incremento de productividad y desgraciadamente en comercio, servicios y turismo las horas no se hacen más productivas”, aseveró.
En ese sentido, explicó que dependen más de poder abrir sus comercios al público para poder vender, generar recursos, ser más rentables, poder garantizar los salarios a los colaboradores y ampliar la oferta de trabajo que tienen.
“No es que en realidad hagas más productivo, un ejemplo, es un restaurante. No depende de que los muchachos hagan algo para hacerse más productivos, dependemos de que la gente llegue a consumir y estar abiertos al público”, resaltó.
García Hidalgo sostuvo que para efectos de la reducción de jornada laboral tienen como principio las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo, sobre que debe ser paulatina, por sector y bajo las condiciones reales de cada país.
“Necesitamos tener apertura para la atención en nuestros sectores. Que empecemos a generar políticas públicas diferenciadas para las pymes, para que estos emprendimientos que van naciendo, no estén condenados a morir con toda esta regulación inmensa que tenemos”, apuntó.
El viernes 27 de junio se llevó a cabo el tercero de seis foros para la implementación de la jornada laboral de 40 horas semanales, convocado por la STPS en el cual se reúnen representantes del sector privado, gobierno, sindicatos y academia, con el fin de analizar las rutas para bajar las horas trabajadas.
En espera de la normativa para cumplimiento de Ley Silla
Por otra parte, la representante de la Concanaco señaló que las organizaciones que representa se encuentran a la espera de la normativa que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) debe emitir en los siguientes 30 días sobre la Ley Silla.
“En qué estamos un poco detenidos, en qué hoy en día los periodos de descanso que se marcan por ley son de 30 minutos. La Ley Silla habla de periodos de descanso, pero no sabemos si son dos o tres, si se van a mantener de 30, 15 o 10 minutos”, resaltó.
Indicó que es necesario conocer los detallas normativos para que las empresas en general pueden llevar a cabo los ajustes internos necesarios, para que ante un proceso de inspección puedan cumplir satisfactoriamente.
“Un poco lo que viene dentro de la reglamentación nos dice que tenemos que hacer modificaciones a los reglamentos internos de trabajo y ajustes a nuestros relojes checadores. Por lo que respecta a la representación de las pymes, estamos en espera de estos lineamientos por parte de la STPS para cumplir a cabalidad la norma”, aseguró.
Comentó que al final la organización será directamente con los trabajadores, ya que así podrán tomar en cuenta los tiempos y turnos para definir los descansos.
“Lo vemos, por ejemplo, en un restaurante. Los meseros, desarrollan su trabajo de pie por la naturaleza misma de la actividad, entonces estos periodos de 15 minutos, creo que vamos a entrar a definir con ellos qué quieren, porque habrá quien quiera sentarse en esa silla ergonómica y habrá quien diga, ‘quiero salir a que me dé el aire’, creemos que no necesariamente la actividad se va a alinear a que la gente se siente”, apuntó.
García Hidalgo señaló que poder capitalizar los cambios es fundamental para que los comercios sigan siendo eficientes en cuanto a turnos y descansos, sin afectar la atención al público en general.
“Cómo capitalizarlo, lo que tenemos que hacer es que los rollouts sean bastante eficientes, los meseros buscan tener más mesas que atender, buscan generar más ingreso por propinas. Entonces nos sentaremos a negociar tanto con los sindicatos como con trabajadores para que estos descansos que tengan sí sean en beneficio, y podamos cumplir con lo establecido”, comentó.
Según las reglas enmarcadas en la Ley Federal del Trabajo, las multas por incumplir con la Ley Silla pueden ir desde los 28,285 a los 282,850 pesos (de 250 a 2,500 veces la Unidad de Medida y Actualización).
Cortesía de El Economista
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