
El reciente anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 10% a los productos canadienses exportados hacia su país ha reavivado las tensiones comerciales en América del Norte y puesto a prueba la estabilidad del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Así lo consideró Eduardo González, académico del Tecnológico de Monterrey, quien explicó que esta medida responde más a un gesto político que a una estrategia económica sólida.
El origen del conflicto, según González, radica en un hecho aparentemente menor, pero con una fuerte carga simbólica. El enojo de Trump se desató tras la publicación, por parte de la provincia de Ontario, de un video comercial transmitido durante la Serie Mundial, en el que se retomaba un mensaje de Ronald Reagan de los años 80, afirmando que los aranceles no eran una buena estrategia ni comercial ni política, y que, al final, dañaban a Estados Unidos. En respuesta, Trump aplicó un arancel del 10% a los productos canadienses.
El académico subrayó que esta medida se enmarca en un proceso de mayor riesgo: la revisión del T-MEC, que ya ha comenzado, y que pone en juego la relación comercial entre los tres países socios. Según González, el conflicto refleja una estrategia del gobierno estadounidense de negociar de manera independiente con México y Canadá, separándolas del marco trilateral del tratado. Esta decisión, añadió, puede tener un impacto profundo en la integración económica y política de América del Norte, modificando la dinámica que hasta ahora ha sido un pilar en la relación comercial internacional.
Aunque el especialista señaló que esta estrategia tiene pocas probabilidades de éxito, advirtió sobre las posibles implicaciones geopolíticas. Recordó que, al igual que las políticas de Barack Obama y Joe Biden llevaron a China a acercarse a Rusia, los ataques de Trump contra Canadá podrían llevar al país vecino a acercarse más al mercado chino, dejando de lado el estadounidense. Esta situación abriría nuevas oportunidades para México, que podría estrechar sus relaciones bilaterales con Canadá y reducir su dependencia del mercado estadounidense.
González también destacó que el contexto político interno de Estados Unidos podría influir en la situación, ya que, en un año electoral, las decisiones de Trump pueden responder a un interés por fortalecer su imagen de líder nacionalista y protector de la economía estadounidense. De este modo, la política comercial podría jugar un papel clave en las negociaciones que se avecinan dentro del marco del T-MEC.
México, ante una oportunidad histórica
Eduardo González destacó que el conflicto entre Canadá y Estados Unidos podría representar una oportunidad histórica para que México diversifique sus vínculos comerciales y reduzca su dependencia del mercado estadounidense. “Estar atados al comercio con Estados Unidos le ha costado bastante a México y a América Latina”, afirmó el académico. En ese sentido, señaló que México y Canadá podrían comenzar a establecer relaciones bilaterales más cercanas como respuesta a las represalias de Trump, una posibilidad que ya había sido mencionada por el primer ministro canadiense, Mark Carney, durante su visita a México en septiembre.
González subrayó que existen rutas viables para fortalecer el comercio entre México y Canadá sin pasar por territorio estadounidense, como las rutas aéreas o marítimas. No obstante, advirtió que si Washington decidiera cerrar su espacio aéreo, el escenario se complicaría considerablemente. Además, resaltó la posibilidad de aumentar los intercambios en sectores clave como tecnología, energía y manufactura, áreas en las que tanto México como Canadá tienen interés en fortalecer sus capacidades productivas y comerciales de manera conjunta.
El especialista también destacó que, en el caso de que la relación entre Canadá y Estados Unidos continúe deteriorándose, Canadá podría diversificar aún más sus socios comerciales, no solo en América Latina, sino también en Europa y Asia. Esta nueva configuración geoeconómica podría resultar en un fortalecimiento de la alianza estratégica entre México y Canadá, lo que permitiría a ambos países explorar nuevas oportunidades para reducir su vulnerabilidad frente a los caprichos de la política comercial estadounidense.
Finalmente, González advirtió que Trump podría revertir los aranceles si recibe un gesto conciliador de Canadá, como lo ha hecho en ocasiones anteriores. “Trump busca presionar y luego obtener concesiones”, concluyó. Sin embargo, mientras los tres países navegan en estas aguas turbulentas, México tiene la oportunidad de aprovechar esta coyuntura para reestructurar sus relaciones comerciales y acercarse aún más a su vecino del norte.
CT
Cortesía de El Informador
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