Visitar el Museo de Sitio Sor Juana Inés de la Cruz es mucho más que recorrer un antiguo convento: es entrar en la historia, la espiritualidad y la genialidad literaria de una mujer visionaria, rebelde y adelantada a su tiempo.
El museo se ubica en el antiguo Convento de San Jerónimo, hoy Claustro de Sor Juana.
“Aquí vivió y escribió Sor Juana Inés de la Cruz. Y aquí escribió la mayor parte de sus obras”, explica Jorge Gutiérrez Reyna, profesor del Claustro.
Este espacio conserva su memoria y parte de su esencia: entre las paredes del templo yacen los restos atribuidos a la escritora, identificados por su edad, condiciones del entierro y un medallón que los acompañaba.
Fundado en 1585 durante el Virreinato, el convento funcionó hasta el siglo XIX. Sor Juana ingresó en 1669 y permaneció ahí hasta su muerte, desarrollando gran parte de su obra escrita.
“Vivió durante la mayor parte de su vida, desde más o menos a los veinte años, hasta su muerte, a los casi cincuenta”, cuenta Gutiérrez Reyna.
Entre las distintas piezas del museo, el recorrido por el Claustro de Sor Juana te brinda la oportunidad de conocer a la Décima Musa.
Museo de Sitio Sor Juana Inés de la Cruz
El Claustro de Sor Juana no solo es un edificio histórico: es un sitio clave para entender la historia de México y la literatura en español. Así lo explica Jorge Gutiérrez Reyna, profesor de la UNAM y de la Universidad del Claustro de Sor Juana, quien destaca su relevancia cultural:
“Este lugar en el que nos encontramos ahora mismo es un lugar importantísimo, bueno, yo diría, para la historia de México, para la historia de la literatura en lengua española”.
Este fue el convento donde vivió y escribió Sor Juana Inés de la Cruz, una de las figuras más brillantes del Siglo de Oro y símbolo del pensamiento femenino en América Latina.
Pero no fue sólo su hogar: también lo fue de una comunidad religiosa entera. “Y no sólo Sor Juana. Todas las monjas que vivían con ella en el Convento de San Jerónimo”, menciona el académico.
Además, la disposición de los cuerpos también tenía un simbolismo importante. “Muy significativo, todas eran enterradas viendo hacia el altar”, en una clara muestra de devoción y entrega total a su fe hasta después de la muerte.
Un detalle fascinante del Convento de San Jerónimo es la forma en que se entrelazaba la vida y la muerte dentro del espacio religioso. Cuando las monjas vivas acudían a misa, lo hacían literalmente encima de las que ya habían fallecido. Por lo tanto, bajo el piso del templo se encontraban cientos de entierros. ¿Lo sabías?

¿Por qué se dice que son restos atribuidos a Sor Juana?
Hay que tener en cuenta que el Convento de San Jerónimo, donde vivió Sor Juana, era un espacio completamente cerrado y lleno de historia. Durante siglos, fue el lugar de descanso de generaciones de monjas, cuyos cuerpos fueron enterrados ahí mismo. En los años 70 y 80, al realizar excavaciones arqueológicas, comenzaron a surgir restos óseos con distintas características.
Y entonces surge la gran pregunta: ¿cómo supieron que entre todos esos restos estaba Sor Juana? Aquí es donde el INAH entra en escena…
“Decimos que son los restos atribuidos de Sor Juana porque corresponden a la fecha en la que murió. Es un individuo de sexo femenino de 38 y 48 años, lo dataron los arqueólogos. O sea, es la edad que tenía Sor Juana al morir. Fue enterrada con un medallón, lo cual hacía que el entierro fuera especial. Estos factores determinaron que se atribuyeran estos restos particulares a Sor Juana Inés de la Cruz, que ahora están aquí en este nicho”, explica el profesor de la UNAM.

¿Cuáles son las obras principales de Sor Juana Inés de la Cruz?
Según el especialista, adentrarse en la obra de Sor Juana Inés de la Cruz es como abrir un cofre lleno de joyas literarias: es densa, compleja y, sobre todo, inmensa. A lo largo de los siglos, sus textos más representativos no sólo han sobrevivido, sino que se han transformado y reinterpretado, adaptándose a los gustos, debates y temas del presente.
“En el siglo XVII, cuando ella estaba viva, yo diría que las dos… grandes obras, las obras maestras de Sor Juana eran “El Primero Sueño”: Un poema largo, filosófico, complejo, su obra maestra en poesía y también su obra predilecta. Además, Sor Juana escribió “Carta atenagórica”, o “Crisis de un sermón”, o simplemente “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz””, enlista Jorge Gutiérrez.
No olvidemos que la Décima Musa, desde el claustro, dio vida a “Los empeños de una casa” y también a ese poema que todxs, en algún momento de la primaria, leímos o memorizamos: “Hombres necios que acusáis”. Esta famosa redondilla es una aguda crítica de Sor Juana hacia las contradicciones de las masculinidades de su época… y quizá también de la nuestra.
¿Mito o realidad?, ¿Sor Juana se vistió de hombre para poder estudiar?
¿Que Sor Juana se disfrazó de hombre para estudiar? ¡Mentira! Esa historia es puro mito, y la propia Sor Juana se encargó de desmentirla en sus escritos, de acuerdo con el profesor de la UNAM y de la Universidad del Claustro de Sor Juana.
En el siglo XVII, las universidades eran territorio exclusivo de los hombres, aunque estuvieran dedicadas a figuras femeninas como Santa Catalina de Alejandría, “una santa egipcia que Sor Juana admiraba profundamente”, añade Jorge. Aún así, las mujeres no podían cruzar esas puertas del conocimiento.
A una corta edad, mientras la Décima Musa vivía en la hacienda en Panoayán, ubicada en el Edomex, fue donde se enteró que en la ciudad había un lugar donde podría estudiar.
“Sor Juana, cuando era niña, se enteró que en México había universidad y le pidió a su mamá que la enviara. Y la mamá le dio una carcajada y dice: ‘Pues no. No te puedo mandar porque eres mujer’. Entonces, tiene la ocurrencia de decirle a su mamá: ‘Vísteme de hombre para poder ir a la universidad’. Cosa que nunca ocurrió; es una anécdota infantil que ella refiere justamente en la Respuesta a Sor Filotea”, relata el especialista.

La obra de Sor Juana está llena de guiños y cuestionamientos sobre lo que significa ser mujer o ser hombre. Le encantaba jugar con esos límites. De hecho, el especialista cuenta que, en una ocasión, un hombre le escribió sugiriéndole que se volviera hombre. ¿La respuesta de Sor Juana? Tan afilada como brillante, dejando claro que su inteligencia no necesitaba cambiar de género para brillar.
“Yo no entiendo de esas cosas;
sólo sé que aquí me vine
porque, si es que soy mujer,
ninguno lo verifique”.
Horarios y dónde está el Claustro de Sor Juana para visitarlo
¿Te gustaría conocer más de la historia de Sor Juana desde el mismo lugar donde vivió y escribió? El Museo de Sitio del Claustro te espera de lunes a viernes, de 10:00 a 18:00 horas, y los sábados de 10:00 a 15:00 horas. ¿Lo mejor de todo? La entrada no cuesta ni un peso: es totalmente gratuita.

- Cuándo: Lunes a sábado
- Dónde: José María Izazaga 92, Centro Histórico de la CDMX
- Entrada: Gratis
Cortesía de Chilango
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