Consejos prácticos para desconectarte (realmente) del trabajo en vacaciones

Durante las vacaciones que toman las personas, muchas no logran desconectarse totalmente del trabajo. Esto se debe a una la falta de planeación, hiperconectividad y hasta sentimientos de culpa por relajarse y no estar ocupados. 

Y es que de acuerdo con la encuesta de Work in Progress elaborada por Buk, en México el 63% de los trabajadores sigue realizando actividades laborales durante sus periodos vacacionales.

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Se explica que dicha situación podría estar vinculada con la cultura de estar “siempre disponible para el trabajo” y que prevalece en muchas organizaciones, problema que repercute en la salud de las personas a través del agotamiento, ansiedad o burnout.

En ese sentido, la encuesta detalla que algunas tareas de trabajo que se realizan en vacaciones son: contestar mediante mensajes instantáneos o llamadas telefónicas (84%) y revisar correos electrónicos (45%). 

Consejos para una desconexión real del trabajo 

Hays recomienda lo siguiente para desconectarse del trabajo en vacaciones

  • Atar cabos sueltos antes del descanso. Se pueden usar dos semanas previas a las vacaciones para cerrar tareas y evitar proyectos nuevos, ya que cuanto más organizado se deje el trabajo más fácil será desconectarse.
  • Crear un plan de respaldo. Es recomendable designar a una persona que pueda dar seguimiento a las responsabilidades que se dejen durante las vacaciones, lo cual facilitará la continuidad del trabajo y reducirá la probabilidad de que contacten al empleado mientras descansa.
  • Dejar los dispositivos de trabajo. En caso de que el colaborador cuente con un teléfono o computadora asignados por la empresa, lo ideal es no llevarlos durante las vacaciones. Cuanto menos acceso se tenga a las herramientas laborales, más fácil será desconectarse por completo.
  • Tomar descansos prolongados. Lo ideal es tomar una o dos semanas completas de descanso en el año, ya que los periodos largos permiten una desconexión mental más profunda.
  • Liberarse de la culpa. En diversas ocasiones el descanso se percibe erróneamente como falta de compromiso; sin embargo, descansar por completo del trabajo es fundamental para el bienestar y rendimiento, por lo que una persona no debe sentirse culpable por desconectarse del empleo.
  • Reafirmar las prioridades. Las vacaciones son una excelente oportunidad para reconectar con las personas que importan al trabajador y el tiempo de calidad con los seres queridos no solo fortalece vínculos personales, sino que es una de las formas más efectivas para recargar energías.

Ana Cecilia Martínez Jiménez, experta en salud mental y prevención de riesgo psicosocial en organizaciones, coincide en que priorizar las actividades personales es fundamental para tener un descanso pleno y alejado del trabajo.

“Hay que entender que es un periodo que tiene una fecha de inicio y término y que no va a durar eternamente. Entonces, se pueden establecer prioridades con claridad de ‘en qué voy a estar enfocada hoy’, lo que debe ser una meta diaria”, indica.

Expone que otro principio para una desconexión real es que se deben establecer límites, “se cree que como son vacaciones, entonces todo se vale, en el sentido laboral o personal, y es ahí donde empezamos a generar conflictos”.

Un consejo de Cobee para las empresas es alejarse de los dispositivos electrónicos o silenciar las aplicaciones donde se pueda contactar a los empleados que están descansando.

“No hay que poner horarios a los seres queridos, se deben disfrutar plenamente. Antes de terminar las vacaciones, es recomendable tomar dos o tres días para acostumbrarse a la realidad y volver al trabajo”, detalla.

Efectos positivos de desconectarse y descansar

De acuerdo con Runa, el descanso contribuye al bienestar físico y mental de los trabajadores,  mejorando la productividad y facilitando el retorno al trabajo. 

A ese efecto positivo de descansar realmente en vacaciones, se suman los siguientes, según UKG:

  • Compartir tiempo con seres queridos. Las vacaciones son un tiempo para disfrutar en compañía de la familia, amistades o pareja, beneficiando así la salud mental.
  • Reducir el agotamiento. La rutina del trabajo puede ser abrumadora y las personas empiezan a presentar cansancio, por lo que tomar días de descanso reduce el agotamiento físico y mental.
  • Ayuda en la automotivación. Salir de la rutina ayuda a despejar la mente y pensar en algo más allá del trabajo, por lo que vacacionar provoca que la mente se depure de las actividades laborales.

“Se debe disfrutar de los días fuera de la oficina y estar consciente que nadie es perfecto, que no se tiene que cumplir con las 200 metas que se pongan al día los trabajadores, más bien, deben enfocarse en vivir el momento y disfrutar de las vacaciones”, apunta Ana Cecilia.

Cortesía de El Economista



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