La familia Beckham volvió a quedar en el centro de la escena mediática a partir de un gesto que no pasó inadvertido en redes sociales. En los últimos días, los usuarios de Instagram detectaron que David y Victoria ya no seguían a su hijo mayor, Brooklyn Beckham, una señal que muchos interpretaron como la confirmación de una ruptura definitiva en el vínculo familiar.
El detalle encendió rápidamente los rumores de una pelea profunda y reavivó versiones de un distanciamiento que llevaba meses en silencio. Recordemos que desde hace meses se especula que Brooklyn está en conflicto con el resto de su familia en gran parte a causa de la mala relación de sus parientes con su esposa, Nicola Peltz Beckham.
La supuesta señal de distanciamiento virtual no apareció como un hecho aislado. En paralelo, Brooklyn tampoco figuró entre las cuentas seguidas por sus padres y su esposa, Nicola, tampoco mantuvo vínculo digital con ellos.
La situación contrastó con el resto del clan: David y Victoria sí continuaron siguiendo a sus otros hijos, Romeo y Cruz Beckham, mientras que Harper, la hija menor, se mantiene al margen, ya que su perfil es privado. Por ello, el mapa de seguimientos alimentó la lectura de un conflicto concentrado exclusivamente en el hijo mayor y su mujer.
Este episodio se sumó a una serie de antecedentes que ya habían despertado sospechas. Brooklyn y Nicola no asistieron a la celebración por los 50 años de David Beckham, un evento que reunió a amigos, familiares y figuras del deporte y el espectáculo. Esa ausencia, junto con viejas tensiones vinculadas a la boda de Brooklyn y a la relación de Nicola con el resto de la familia, volvió a circular como telón de fondo del conflicto actual.
En ese clima de especulación creciente, Cruz Beckham decidió intervenir de manera directa. El músico y modelo de 20 años utilizó sus historias de Instagram para desmentir la versión que señalaba a sus padres como responsables del quiebre digital. Sobre una captura de un artículo que hablaba del supuesto distanciamiento, escribió una aclaración contundente: “No es verdad. Mi mamá y mi papá nunca dejarían de seguir a su hijo… Pongamos los hechos en orden. Se despertaron bloqueados… al igual que yo”.
Con ese mensaje, Cruz explicó que la situación no respondió a una decisión consciente de David y Victoria, sino a un bloqueo previo de Brooklyn y Nicola que provocó, de manera automática, que Instagram eliminara el seguimiento entre las cuentas involucradas. En la práctica, cuando un usuario bloquea a otro, la red social borra cualquier vínculo de seguimiento existente, lo que genera la apariencia de un “dejar de seguir” voluntario.
La declaración de Cruz buscó frenar la escalada de versiones que circulaban en redes y en la prensa internacional. Al mismo tiempo, dejó en evidencia que el conflicto familiar seguía abierto y que el origen del problema no se resolvía con una simple aclaración técnica. El hecho de que tanto él como sus padres quedaran bloqueados reforzó la idea de una decisión tomada desde el otro lado del vínculo.
Lejos de cerrar el capítulo, el mensaje de Cruz agregó una nueva capa a una disputa que continúa desarrollándose frente a millones de seguidores y que confirma que, incluso en una de las familias más famosas del mundo, los conflictos privados también se reflejan en un clic.
Cortesía de Clarín
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