
La industria alimentaria vive un cambio de paradigma. Los hábitos de consumo en torno a la comida saludable, sostenible y funcional muestran un crecimiento sostenido y medible: según el informe Toast POS, el 46 % de los jóvenes entre 20 y 29 años está dispuesto a pagar más por alimentos orgánicos o de origen sustentable. Además, 36 % de los consumidores prioriza ingredientes locales y 35 % opta por marcas que reduzcan el desperdicio, revelan reportes internacionales como el de DoorDash y EatingWell.
La salud personal, el bienestar mental y la conciencia ecológica ya no son valores periféricos, sino motores de decisión para millones de comensales. De ser una tendencia de nicho, la comida saludable se ha convertido en una exigencia transversal en las cartas de restaurantes, supermercados y plataformas de delivery.
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México no se queda atrás
Aunque aún no hay cifras nacionales exactas sobre el valor de la industria, la tendencia es clara en zonas urbanas. Cada vez más restaurantes ofrecen opciones “plant-based”, integran productos de temporada y comunican abiertamente sus alianzas con agricultores locales o su uso de empaques compostables.
“Los comensales preguntan si el queso es artesanal, si el huevo es de libre pastoreo, si el café es de comercio justo”, cuenta Ana Paulina Aguilar, fundadora de una dark kitchen en la Roma Norte. “Y están dispuestos a pagar más por esa trazabilidad”.
Este interés creciente también se refleja en la expansión de la producción orgánica certificada en México. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), desde 2024 y a la fecha se mantiene el dinamismo en este sector gracias al trabajo de 48,874 personas productoras, principalmente de pequeña escala, que ocupan 246, 899 hectáreas en las 32 entidades federativas.
José Luis Lara de la Cruz, director de Inocuidad Agroalimentaria y Control Orgánico del Senasica, subrayó que México se posiciona como uno de los mercados más competitivos en producción orgánica, gracias a la coordinación con productores y empresas certificadoras.
En los últimos diez años, 20 Organismos de Certificación Orgánica han demostrado su capacidad técnica e infraestructura para realizar esta labor, coadyuvando con el Senasica en el cumplimiento de la Ley de Productos Orgánicos y sus lineamientos. Estos establecen insumos y prácticas específicas que abarcan desde la semilla, manejo del suelo y control de plagas, hasta la cosecha, procesamiento y comercialización.
Actualmente, México ocupa el segundo lugar mundial en producción de café orgánico y recolección silvestre, y el tercero en generación de frutas tropicales. Más de 300 alimentos vegetales están certificados, entre ellos café, pimienta, plátano, aguacate, naranja, cacao, maíz, hierbas aromáticas, mango y xoconostle.
El huerto ofrece variedades de coliflores, colinabos y diversos vegetales que enaltecen la cocina local.
Funcional y sabroso: la nueva fórmula del éxito
El reporte 2025 Food & Beverage Trends de EatingWell destaca que los alimentos funcionales —aquellos que aportan beneficios para la digestión, la salud cognitiva o el sueño— lideran el crecimiento de ventas. Se espera que categorías como snacks con alto contenido de fibra, bebidas fermentadas, proteínas vegetales y productos antiinflamatorios crezcan a doble dígito este año.
Esta nueva forma de comer, dicen los expertos, no sacrifica sabor, sino que lo reinventa. La llamada “chaos cuisine”, que mezcla ingredientes locales con recetas globales, responde justo a ese anhelo de placer con propósito.
Delivery saludable y moderación consciente
Las plataformas de reparto también reflejan esta transformación. En su informe de tendencias, DoorDash señala que el número de pedidos identificados como “saludables”, “ligeros” o “vegetarianos” ha crecido de forma consistente en los últimos dos años. Y en el rubro de bebidas, más del 80 % de los consumidores pide versiones sin alcohol o con bajo contenido alcohólico, en línea con la búsqueda de autocuidado.
Los mocktails, aguas funcionales, smoothies con adaptógenos o jugos prensados en frío se posicionan como las nuevas estrellas del menú, incluso en bares y cafeterías.
Sostenibilidad: el ingrediente invisible
Según Better Homes & Gardens, otro foco de atención en 2025 es la sostenibilidad aplicada a la experiencia gastronómica. Desde empaques biodegradables hasta ingredientes regenerativos, los consumidores están evaluando no sólo lo que comen, sino el impacto que genera cada producto a lo largo de su cadena.
En este contexto, iniciativas de comercio local, reducción de desperdicio y cocina de aprovechamiento no sólo ganan premios o likes en redes: se vuelven imprescindibles para competir.
Verduras
“Estamos ante el auge del comensal informado”, afirma Diego R. Hernández, consultor gastronómico. “Quien no entienda eso, está fuera del juego”.Los consumidores actuales, especialmente los jóvenes, demandan alimentos saludables, sostenibles y funcionales, impulsando cambios en la industria alimentaria y de bebidas, así como en las plataformas de delivery.
Cortesía de El Economista
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