Tras el despliegue de tres buques de la Armada de Estados Unidos con 4 mil soldados en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, bajo el pretexto del combate al narcotráfico, distintos países de la región salieron a respaldar al gobierno de Nicolás Maduro y se mostraron en alerta por esta nueva amenaza de Washington. El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró que una invasión de EE.UU. a Venezuela convertiría a ese país en otra Siria y arrastraría a Colombia a otro conflicto. En tanto el asesor para Asuntos Internacionales de la presidencia brasileña, Celso Amorim, manifestó su “preocupación” por el desplazamiento de tres buques de guerra estadounidenses en el Caribe, en línea con los gobiernos de México, Cuba y Bolivia.
Cuidado con los “traquetos”
En un consejo de ministros transmitido al país, Petro manifestó: “Los gringos están en la olla si piensan que invadiendo Venezuela resuelven su problema, (y con eso) meten a Venezuela en el caso de Siria, solo que con el problema (de) que se arrastran a Colombia”. Según el mandatario, en caso de una invasión a Venezuela, país con el que Colombia comparte una frontera terrestre de 2.219 kilómetros, los “traquetos” (traficantes de droga) que operan entre los dos países aprovecharían para “apoderarse de las riquezas del subsuelo, los minerales, y eso significa más economía para la muerte, no para la vida”.
“Así que yo le dije a Trump a través de sus emisarios que eso sería el peor error”, insistió Petro sobre una posible operación militar contra Venezuela. En una aparente referencia a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Petro aseguró “que los que se decían contrarios a los paracos (paramilitares) hacen lo mismo porque se volvieron también traquetos”. En ese sentido dijo que, aunque el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, “dice que en Venezuela no están (los traquetos), sí están”.
El ministro del Interior colombiano, Armando Benedetti, dijo por su parte que Colombia no tiene “ningún acuerdo militar” con Venezuela, ni siquiera para “enfrentar una supuesta invasión que pueda hacer EE.UU.” en el país caribeño. “No hay nada, ningún acuerdo militar, ni de ceder terreno, ni siquiera de cooperación conjunta militar (…) como algunas personas en los medios de opinión salieron a decir que se estaba entregando territorio o que se estaba hablando de una cooperación militar, o algo más”, expresó Benedetti.
Brasil rechaza “intervenciones unilaterales”
El asesor de asuntos internacionales de Brasil, Celso Amorim, declaró durante una audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados: “No puedo esconder que veo con preocupación esa movilización”. Amorim, quien fue canciller entre 2003 y 2010, en los primeros dos mandatos de Lula, aclaró que no haría “ningún juicio político” sobre la decisión de EE.UU. de posicionar esos buques en el Caribe.
Amorim explicó que su “preocupación” pasa por “el riesgo” que pudiera implicar esa movilización militar con la excusa del “combate al crimen organizado, que debe ser combatido, pero con la cooperación entre los países y no con intervenciones unilaterales”. El exministro subrayó que “el principio de la no intervención es fundamental” y ha sido “históricamente” uno de los pilares de la política externa de Brasil.
No al intervencionismo
Ante la creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, la presidenta de México Claudia Sheinbaum llamó al no intervencionismo y a resolver las diferencias con diálogo. “No al intervencionismo, eso no sólo es convicción, sino que está en la Constitución“, expresó la mandataria este martes en su habitual conferencia de prensa matutina.
También el canciller cubano, Bruno Rodríguez, rechazó el movimiento militar de Estados Unidos en el Caribe “Denunciamos presencia de fuerzas militares navales y aéreas de Estados Unidos en el sur del Caribe que, bajo falsos pretextos, responden a corrupta agenda del Secretario de Estado”, señaló Rodríguez en su cuenta en X. “América latina y el Caribe debe ser respetada como zona de paz”, agregó el jefe de la diplomacia de Cuba, aliada de Venezuela.
Por su parte el presidente de Bolivia, Luis Arce, condenó “enérgicamente” el desplazamiento de los tres buques de guerra estadounidenses en el Caribe y calificó de “infamia” las acusaciones del gobierno de Donald Trump contra la administración de Nicolás Maduro. Arce sostuvo que “durante siglos” el pueblo venezolano “ha demostrado una firme vocación por la paz, la amistad y la integración de los pueblos” del continente.
“Milicias preparadas, activadas y armadas”
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró el martes que Estados Unidos está preparado para “usar todo su poder” para frenar el “flujo de drogas hacia su país”. Ante preguntas sobre el envío de buques en aguas del Caribe, Leavitt respondió en una rueda de prensa que el presidente Donald Trump “está preparado” para frenar el narcotráfico y “llevar los responsables ante la justicia”.
En respuesta a las amenazas de Estados Unidos, Nicolás Maduro anunció el despliegue de 4,5 millones de milicianos. “Esta semana voy a activar un plan especial para garantizar la cobertura en todo el territorio nacional, milicias preparadas, activadas y armadas”, dijo Maduro en un acto transmitido por la TV, al ordenar “tareas” contra “la renovación de las amenazas extravagantes, estrambóticas y estrafalarias” de EE.UU. La milicia, integrada por unos 5 millones de reservistas, forma parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Cortesía de Página 12
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