Crecer o sufrir: ¿Qué tipo de experiencia vive el equipo que lideras?

¿Tu equipo se despierta con entusiasmo por contribuir a tu empresa o simplemente sobrevive a diario esperando que llegue el fin de semana?

Esa sola pregunta puede revelar lo que ocurre en la cultura laboral de muchas organizaciones. Y aunque en las oficinas se hable de crecimiento, transformación y liderazgo, lo que realmente importa es cómo se sienten las personas que trabajan contigo. ¿Crecen o sufren? ¿Se desarrollan o se desgastan? ¿Viven la experiencia laboral como una oportunidad o como una carga?

De acuerdo con el reciente informe State of the Global Workplace: 2025 Report de la firma Gallup, en América Latina el 54% de los colaboradores se percibe a sí mismo en un estado de crecimiento, prosperidad y esplendor.

Es decir, más de la mitad de la fuerza laboral se siente satisfecha con su experiencia profesional y conectada con su desarrollo personal. Este dato no es menor si se compara con el promedio global, donde apenas el 33% de los trabajadores se declara en ese mismo estado.

Este índice de bienestar no es fortuito: ha sido monitoreado en América Latina por Gallup desde 2011, cuando se ubicaba en 53%, y alcanzó su mejor momento entre 2013 y 2014 con un 56%.

Sin embargo, a partir de 2015 comenzó una caída sostenida hasta llegar al 43%, tocando fondo en un contexto marcado por crisis económicas, incertidumbre política y postpandemia. Lo relevante es que desde 2023 ha comenzado a repuntar, alcanzando nuevamente el 54% en 2024.

El dedo en la llaga

La otra cara de la moneda también merece atención. El 44% de los colaboradores en América Latina afirma sentirse “desafiado, pero en apuros”, es decir, enfrentan presiones y exigencias constantes que sobrepasan su capacidad de respuesta.

Este grupo es mayoritario a nivel global, alcanzando un 58 porciento. Aunque en Latinoamérica el porcentaje es menor, no deja de ser un foco de atención: casi la mitad de los colaboradores están, literalmente, sobreviviendo en sus empleos.

El 2% de los trabajadores encuestados en América Latina declara sentirse en sufrimiento. Podría parecer un número bajo, pero representa a personas que están emocionalmente exhaustas, desmotivadas, frustradas o incluso dañadas por las condiciones de su empleo.

Y si bien está por debajo del 9% global, no deja de ser un llamado de alerta para cualquier organización que quiera tener una cultura laboral sana y sustentable.

¿Qué hacer si tu organización tiene indicadores por encima de estos promedios?

Si en tu diagnóstico interno —formal o informal— detectas que más del 2% de tus colaboradores está teniendo una experiencia de sufrimiento, o más del 44% se percibe en apuros, es momento de actuar. Aquí te presento cinco acciones clave que pueden ayudar a revertir estas tendencias y reencaminar a tu equipo hacia una experiencia laboral de crecimiento:

  1. Escucha activa y encuestas frecuentes de clima laboral: No se trata sólo de aplicar una encuesta anual. Se requiere establecer espacios constantes de escucha donde las personas puedan expresar cómo se sienten, qué les frustra y qué necesitan. La escucha activa y sistemática permite actuar con oportunidad y evidencia.
  2. Reentrenamiento de líderes con foco en empatía y gestión emocional: Los jefes que “aprietan” pero no acompañan, aumentan la presión sin generar compromiso. Es crucial formar a los líderes de equipo para que desarrollen habilidades de inteligencia emocional, conversación efectiva y contención en momentos difíciles.
  3. Revisión urgente de cargas de trabajo y expectativas: Cuando los colaboradores se sienten en apuros, a menudo es porque las metas son desproporcionadas, poco claras o cambiantes. Evaluar objetivamente la carga laboral y ajustar expectativas es una decisión estratégica, no un lujo.
  4. Fortalecer programas de bienestar integral (no sólo gimnasio y frutas): El bienestar no se reduce al yoga en la oficina. Se trata de garantizar que las personas tengan equilibrio entre su vida laboral y personal, acceso a servicios de salud emocional, flexibilidad cuando se necesita y respeto por sus límites.
  5. Reconocer los logros y celebrar el progreso, además de los resultados: La falta de reconocimiento es una de las principales causas de desmotivación. Aprender a reconocer avances, aprendizajes, actitudes positivas y colaboración genera sentido de pertenencia y contribuye al estado de prosperidad percibido.

No te preguntes si tu empresa tiene o no personas en crisis emocional. La pregunta clave es: ¿Qué está haciendo Recursos Humanos para prevenir, contener, mitigar y revertir esas experiencias de sufrimiento?

Hoy, más que nunca, el área de Recursos Humanos debe ser la guardiana del bienestar organizacional. No basta con captar talentos: hay que cuidarlos, escucharlos y brindarles las condiciones para florecer. Porque una empresa no evoluciona si su gente no crece. Y si no experimenta esa transformación, entonces podría estar sufriendo en realidad.

¿Y tú? ¿Estás liderando un equipo que crece… o que sobrevive?

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: