¿Qué tan importante es la hora de la cena en nuestra salud y longevidad? Aunque muchos factores influyen en el envejecimiento, la ciencia ha encontrado evidencia de que el horario de nuestras comidas puede tener un impacto directo en la calidad del sueño, el metabolismo y hasta en la esperanza de vida.
Según el Dr. Valter Longo, uno de los principales expertos en longevidad, la clave está en mantener una ventana de alimentación restringida y cenar al menos tres horas antes de dormir. Valter Longo es un reconocido investigador en gerontología y biología del envejecimiento.
Como director del Instituto de Longevidad de la Universidad del Sur de California, ha dedicado su carrera al estudio de cómo la alimentación influye en la salud y la longevidad. Su investigación identifica mecanismos que pueden reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad y mejorar la regeneración celular mediante dietas específicas y estrategias de ayuno intermitente, según informa página oficial del médico.
Dentro de su propuesta de “Dieta de Longevidad“, Longo recomienda una alimentación basada en plantas con un consumo moderado de pescado y evitar las grasas saturadas y el azúcar. Sin embargo, uno de los aspectos más cruciales de su enfoque es el horario de las comidas.
Resulta que es bueno restringir la alimentación a un período de 12 horas y cenar al menos tres o cuatro horas antes de acostarse . Esto permite al cuerpo entrar en un estado de ayuno nocturno prolongado y optimizar la quema de grasas y la regeneración celular según el profesor Valter Longo.
El reloj biológico humano, también conocido como ritmo circadiano, regula una serie de funciones fisiológicas que se ven alteradas cuando cenamos demasiado tarde. Según GQ, cenar tarde puede afectar la calidad del sueño y la eficiencia con la que el cuerpo procesa las calorías. El Dr. Longo explica que cuando la última comida del día se retrasa, el organismo recibe la señal de mantenerse activo en lugar de prepararse para el descanso.
Cómo adaptar tu cena para mejorar la longevidad
Más allá del horario, la calidad de la cena también juega un papel importante en la salud. El Dr. Longo recomienda que la última comida del día sea ligera y equilibrada y se eviten comidas excesivamente calóricas o ricas en carbohidratos refinados. Entre los alimentos más recomendados están las verduras, los cereales integrales, las legumbres y una pequeña porción de proteínas saludables.
Para aquellos que hacen ejercicio regularmente, cenar temprano podría parecer un desafío. Sin embargo, la clave está en encontrar un equilibrio. Si se practica deporte en la tarde o noche, una cena con una porción adecuada de proteínas y carbohidratos complejos puede ser beneficiosa para la recuperación muscular, según Women Health.
¿Es posible adaptar estas recomendaciones a la vida cotidiana?
Si bien la evidencia científica respalda los beneficios de cenar temprano, en la práctica puede ser difícil ajustarse a este horario, especialmente en culturas donde la cena es un evento social o una de las comidas más importantes del día como en México y que además solemos cenar entre las 8 y las 11 de la noche.
Sin embargo, los expertos coinciden en que lo más importante es establecer un patrón de alimentación regular y mantener una ventana de ayuno nocturno de al menos 12 horas. El Dr. Longo también enfatizó que no hay un horario “perfecto” para todos, sino que cada persona debe evaluar cómo se siente con su rutina actual.
¿Qué dicen otros expertos en longevidad sobre la hora de la cena?
El Dr. Joseph Antoun, director de la empresa de tecnología nutricional L-Nutra, ha investigado también cómo los hábitos alimenticios de las personas más longevas pueden influir en su esperanza de vida. Según Vogue, las personas que viven más años suelen cenar temprano y se aseguran de que haya un periodo de al menos 12 horas entre la cena y el desayuno. Esto no solo mejora la digestión y el descanso, sino que también optimiza el metabolismo.
Antoun advierte que cenar tarde impide que el cuerpo entre en la fase de sueño profundo, lo que provoca despertares nocturnos y afecta la recuperación celular. También señala que saltarse el desayuno no es una opción saludable, ya que esto podría alterar el equilibrio metabólico y provocar picos de hambre descontrolados a lo largo del día.
Además, cenar tarde interfiere con la alimentación restringida en el tiempo, un tipo de ayuno intermitente que mejora la salud metabólica y favorece la quema de grasa nocturna. El Dr. Adam Collins, profesor de nutrición de la Universidad de Surrey, afirma que mantener una ventana de alimentación de 12 horas o menos permite que el cuerpo entre en una fase catabólica, promueve la oxidación de grasas y regula mejor los niveles de azúcar en sangre, según GQ.
Cortesía de Xataka
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