La cultura popular se ha encargado de colocar a la mítica consola Atari como el primer videojuego comercial de la historia. Sin embargo, hubo esfuerzos anteriores de llevar entretenimiento tecnológico a las casas. Ese fue el trabajo de la Magnavox Odyssey
Todo comenzó con el ingeniero alemán Ralph Baer, quién tenía en mente llevar un nuevo tipo de entretenimiento a los televisores. Estando como director de Sanders Associates Inc comenzó a trabajar en una idea que rondaba su mente desde que comenzó su carrera en el mundo de los electrónicos.
Utilizando tecnología de circuitos de tubo de vacío dio arranque a su experimento, donde pudo proyectar figuras geométricas simples en un televisor, pero además controlar sus movimientos con aditamentos externos.
Luego de probar con un montón de prototipos que fue refinando hasta alcanzar una versión definitiva del juego para el televisor, salió oficialmente en 1972 para el mercado la novedosa Magnavox Odyssey. Al ser un sistema simple que solo proyectaba figuras básicas en la TV, se añadieron calcomanías que se pegaban en la pantalla para dar la ilusión de simular algo más complejo.
Esta consola vendió aproximadamente 350 mil unidades, lo cual para estándares actuales es una cifra muy pequeña. Pero que en su momento fue una enorme revolución en el entretenimiento y abrió la puerta a otras propuestas.
Videojuegos no comerciales
A pesar de que Baer llevó el entretenimiento a las casas, en algunos centros de investigación y universidades ya se habían diseñado juegos muy básicos que operaban con computadoras.
Según información de la Facultad de Ingeniería de Barcela, que pertenece a la Universidad Politécnica de Cataluña, el primer juego electrónico del que se tiene registro fue el formato del “juego del gato”, donde en una pantalla de la máquina EDSAC se proyectaban líneas y cruces. Fue realizada por Alexander S. Douglas en 1952.
Después se creó un juego que simulaba un partido de tenis en el que únicamente marcaba la trayectoria de la pelota y con un par de comandos se podía controlar el golpe. Fue creado por William Higginbotham en 1958 y se podía jugar en la exposición Brookhaven National Laboratory.
Luego llegó “Spacewars”, un juego donde se podían controlar dos naves espaciales se popularizó entre estudiantes universitarios y funcionaba en un sistema PDP-1.
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