Cada año ocurren de 80 a 90 millones de ataques cibernéticos, un promedio de 400 por minuto, siendo apenas el 70% de ellos detectados. Este tipo de vulnerabilidades pueden costarle a un usuario 500 USD y, si se trata de una empresa, puede llegar a valer de 300 mil USD a 400 mil USD.
Aunque las personas están optando por alternativas de seguridad informática, existe un problema que no se ha logrado corregir, el error humano. Muchos usuarios suelen cometer acciones inadecuadas que incrementan los riesgos de ser víctimas de un ciberataque, tal como navegar con una red WiFi pública, gestionar contraseñas de baja complejidad o abrir enlaces de dudosa procedencia.
A continuación se detallan algunos de los riesgos de seguridad más comunes:
Phishing
Durante las elecciones presidenciales donde se proclamó presidente Donald Trump, miles de emails de Hillary Clinton fueron publicados como parte de un hackeo a la campaña. Esto representó un grave problema de seguridad para las aspiraciones presidenciales y todo se debió a que uno de los integrantes de su comité abrió un correo electrónico fraudulento.
Este tipo de ciberataque consiste en crear correos electrónicos de forma que parezcan confiables. De este modo, invitan a los usuarios a hacer clic en un enlace, el cual deja vulnerable a toda la información personal que la persona posea en el equipo.
Contraseñas inseguras
Es un tema muy común a la hora de hablar de ataques informáticos, ya que una contraseña con la fecha de nacimiento del usuario es fácil de vulnerar. En estos casos, los hackers pueden descubrir el perfil bancario y hacer compras no autorizadas o, en otros casos, cometer delitos con la información personal sustraída.
Lo más correcto es introducir contraseñas complejas y que contengan cifras, dígitos y letras en mayúsculas y minúsculas, haciendo el trabajo más difícil a los ciberdelincuentes, también otra forma es apoyarse con un gestor de contraseñas.
¿En qué consiste un gestor de contraseñas?
Un gestor de contraseñas es un administrador o almacén de contraseñas cuyo objetivo es resguardar las distintas combinaciones de usuario/contraseña que posee el usuario en una bóveda protegida. Es decir, si una persona lo emplea, solamente tendrá que recordar cuál es la clave que le ha configurado a la herramienta para tener acceso a las demás contraseñas almacenadas.
Por ejemplo, en la plataforma NordPass es posible adquirir un gestor de contraseñas que emplea el cifrado xChaCha20 dentro de su arquitectura para evitar que personas no autorizadas ingresen a la información personal del usuario. Además, cuenta con un conjunto de funciones que hacen de esta solución la mejor a la hora de ingresar a los distintos perfiles en red que se poseen, aumentando la eficiencia de las operaciones.
Con un gestor de contraseñas, las personas pueden crear claves más complejas sin tener que preocuparse por recordarlas. Ya que este almacén cifrado tendrá una única combinación que se deberá colocar para acceder de forma fácil y sencilla a las demás almacenadas. De este modo, las personas pueden administrar sus diferentes cuentas online sin el temor a ser hackeados u olvidar su clave.
Además, si las contraseñas no son lo suficientemente complejas, el programa puede generar nuevas claves que harán más difícil el trabajo de los ciberdelincuentes para descifrarlas.
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Cortesía de El Contribuyente
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