En un año, se producen entre 4 y 7 eclipses, incluyendo los de sol y los de luna. Y lo normal es que se acompañen entre ellos, es decir, que uno se produzca media lunación después que el otro, por lo que “cada año hay al menos dos eclipses solares y dos lunares”, apunta Miguel Querejeta, astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional.
Este año habrá solo cuatro: uno total de luna, ocurrido el pasado 14 de marzo, uno parcial de sol ocurrido media lunación después, es decir, el 29 de marzo, y los dos que quedan: un eclipse total de luna el próximo 7 de septiembre y parcial de sol el 21 de ese mismo mes.
Igual que sucede con todos los eclipses de luna, este del día 7 se producirá con la luna llena de septiembre, es decir, a partir de las 20.09 horas (hora peninsular española).
Bloqueo de la luz del sol
Un eclipse lunar es un bello fenómeno astronómico que ocurre cuando la luna, la Tierra y el sol se alinean en el espacio de tal manera que la sombra de la Tierra cae sobre la luna, bloqueando parcial o totalmente la luz solar que le llega al único satélite natural de la Tierra y creando un espectáculo impresionante en el cielo nocturno.
Para entender cómo se produce un eclipse lunar, es importante tener en cuenta las posiciones y órbitas (o movimientos) de la Tierra, la luna y el sol en el espacio. La luna orbita alrededor de la Tierra en una trayectoria elíptica, y la Tierra orbita alrededor del sol de manera similar. Cuando los tres cuerpos celestes están alineados de una manera particular, se produce un eclipse lunar.
Solo con luna llena
Un eclipse solo puede darse con luna llena, es decir, cuando la cara iluminada de la luna está opuesta al sol en el cielo. Cuando hay luna llena, la luz del sol ilumina completamente la cara de la luna que enfrenta a la Tierra, creando un espectáculo brillante en el cielo nocturno. Sin embargo, durante un eclipse lunar la luz del sol se bloquea parcial o totalmente debido a la sombra de la Tierra, lo que resulta en un oscurecimiento parcial o total de la luna.
Existen diferentes tipos de eclipses lunares, incluyendo los eclipses penumbrales, parciales y totales.
Eclipses lunares / EPC
La duración de un eclipse lunar es variable: desde unos pocos minutos hasta varias horas, dependiendo de la posición relativa de los tres cuerpos celestes.
Luna de sangre
Durante el eclipse total, la luna no estará completamente oscura, sino que tomará un tono rojizo, eso se debe a parte de la luz solar que es desviada por la atmósfera terrestre, que actúa como un filtro.
Pero las longitudes de onda más largas, como el rojo o el naranja, logran atravesar esa barrera, mientras que las cortas, como el azul, se esparcen: eso es lo que provoca que la luna adquiera este característico color rojizo, que hace que esta luna totalmente eclipsada se conozca también como luna de sangre.
El eclipse total de luna del día 7 será visible desde gran parte del mundo, también en España, donde podrá verse como total excepto en las zonas más occidentales de Galicia y en las Islas Canarias, donde el orto lunar -la salida de la luna– se producirá inmediatamente después de que acabe la fase de totalidad del eclipse, por lo que allí solo será visible el final de la fase parcial.
Visible desde casi toda España
En el resto de la Península, islas Baleares, Ceuta y Melilla, por su parte, será al revés: la luna saldrá totalmente eclipsada, por lo que se verá el final de la fase total, pero no el comienzo.
El eclipse parcial dura tres horas y 29 minutos: comienza a las 18.27 horas y acaba a las 21.56 (hora peninsular española), mientras que su fase total dura una hora y 22 minutos (empieza a las 19.31 y acaba a las 20.53).
El máximo será a las 20.11 horas y 42 segundos, según el Instituto Geográfico Nacional.
Para apreciar por completo el fenómeno, es importante tener en cuenta que lo mejor es encontrar lugares sin obstáculos visuales ni contaminación lumínica.
Por ello, lo mejor es ir a un sitio alejado de las urbes una hora antes de la puesta de sol. Su observación es posible a simple vista, pero se puede usar un telescopio o binoculares para mejorar la experiencia.
Mejores sitios para verlo en Barcelona
En Barcelona capital, la luna sale a las 20.12 horas, apenas unos segundos después de que alcance el máximo, por lo que será posible verlo en su totalidad más de 40 minutos.
Lo mejor es ir a un lugar elevado, donde no hay excesiva contaminación lumínica, como por ejemplo, el mirador de Torre Baró (Ruidecanyes, s/n), construido en 1989 pero recientemente rehabilitado.
También el mirador de Joan Sales, más conocido como mirador del Virolai, (Pau Ferran, 44) y el parque de la Creueta del Coll (Mare de Déu del Coll, 77) que, aunque cierra a las 21 horas, tiene una zona de miradores situada en el nivel superior.
Tibidabo y playas
También cualquier balcón del parque del Tibidabo (plaça Tibidabo, 3-4), situado en la sierra de Collserola, o cualquiera de las decenas de miradores de Collserola, incluyendo el Observatori Fabra, situado en el Tibidabo (Camí de l’Observatori, s/n).
Por último, sentarse en la arena en una de las playas de Barcelona mirando al mar también ofrece la posibilidad de poder contemplar la alineación de planetas.
¿Y en Catalunya?
En el resto de capitales de provincia catalanas, la luna sale un poco antes -en Girona, a las 20.10 horas- o después -en Tarragona, a las 20.15 horas y en Lleida, a las 20.18 horas-.
Los mejores lugares para ver esta alineación en Catalunya serán el Parc Astronòmic del Montsec, situado en Àger (Noguera, Barcelona) y el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en el Pirineo de Lleida. Ambos enclaves son considerados Reserva Starlight, espacios naturales protegidos donde disfrutar del cielo nocturno y la astronomía.
Cortesía de El Periodico
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