Cuando la leyenda navega sobre ruedas: un Alfa Romeo clásico pilotado por regatistas de élite conquista la 1000 Miglia

La 1000 Miglia, considerada por Enzo Ferrari como “la carrera más bella del mundo”, ha vuelto a latir en el corazón de Italia. Su 43.ª edición, que arrancó el 17 de junio en Brescia y concluirá el 21 de junio en la misma ciudad, reúne a más de 400 coches históricos de 29 países, dispuestos a recorrer cerca de 1 900 km en una ruta en forma de “ocho” que evoca la época dorada de la competición. Pero este año, el rugido de los motores clásicos cobra un matiz especial: la alianza entre Alfa Romeo y el equipo de vela Luna Rossa, que sitúa a dos iconos italianos unidos por el espíritu del reto y la perfección técnica.

El protagonista estelar es un Alfa Romeo 1900 Super Sprint de 1956, perteneciente a la colección Stellantis Heritage, normalmente resguardado en el museo de Arese. Este elegante coupé, construido sobre una base short‑wheelbase con motor de 2 litros y 115 CV, encarna la filosofía “gran turismo”: coches que combinan uso cotidiano y competitividad, capaces de ganarse el favor de pilotos privados en los años 50.

La colaboración se hace tangible: serán Max Sirena (patrón de Luna Rossa) y parte de su tripulación quienes se turnarán al volante del 1900, marcando el arranque de una asociación clave de cara a la próxima —y muy esperada— 38ª Copa América.

A su lado, la historia y el futuro se entrelazan. El nuevo 33 Stradale, producido en solo 33 unidades junto a Carrozzeria Touring Superleggera, se presenta en acción por primera vez ante el público, agarrando el legado de su antecesor de los años 60. Y no faltan guiños a la modernidad: como vehículos de apoyo, Alfa Romeo despliega el Giulia Quadrifoglio Super Sport, el Tonale (primer modelo electrificado que ya superó las 100 000 unidades producidas en Pomigliano) y el nuevo Junior híbrido, evidencia del avance del Biscione hacia la movilidad sostenible.

Este cóctel de tradición y vanguardia no es solo una exhibición automovilística. Representa la identidad italiana en su máxima expresión: arte, tecnología, historia, competición y pasión. Una celebración sobre ruedas que, más allá del espectáculo, revela la estrategia conjunta de dos mundos —automóvil y vela— que se retroalimentan para inspirar la excelencia en el escenario global.

Origen y recorrido de la 1000 Miglia

La 1000 Miglia nació en 1927 como una competición de velocidad entre Brescia y Roma. Recuperada en 1977 como rally histórico, sigue una ruta de casi 1 900 km, cruzando Lombardía, Toscana, Emilia‑Romagna, Roma y de vuelta hacia el norte. El diseño en forma de “ocho” rememora los formatos originales de las primeras 12 ediciones.

El recorrido combina trayectos urbanos, puertos de montaña y carreteras rurales, pasando por paisajes emblemáticos y poblaciones con encanto. Esta variedad exige versatilidad de los vehículos y habilidad de la tripulación.

El Alfa Romeo 1900 Super Sprint 1956

Diseñado sobre el chasis corto del 1900 berlina, este coupé luce carrocería Touring, motor twin‑cam de 2 litros y 115 CV a 5 500 rpm. Con solo 858 unidades producidas entre 1955 y 1958, era el GT favorito de los gentlemen drivers.

Su mezcla de fiabilidad, dinamismo y estilo lo convirtió en ganador recurrente en su categoría. Hoy, tras verificaciones técnicas en Brescia —control de papeles y precinto de plomo—, arranca con Luna Rossa al volante.

La alianza entre Alfa Romeo y Luna Rossa

La colaboración encuentra su epicentro en la 1000 Miglia, donde Alfa Romeo refuerza su vínculo con Luna Rossa tras su reciente acuerdo estratégico. Ambas marcas comparten valores: perfección técnica, pasión por el desafío y orgullo nacional.

Esta alianza no solo es simbólica, sino táctica: Luna Rossa gana visibilidad ante su hinchada, mientras Alfa Romeo refuerza su imagen en la élite náutica, con mirada puesta en la próxima Copa América en Nápoles.

Debut dinámico del nuevo 33 Stradale

La leyenda renace. Solo 33 unidades fabricadas, cada una por Touring Superleggera, combinando artesanía con ingeniería deportiva. Inspirado en el histórico Stradale de los años 60 —un icono de belleza—, este modelo es la demostración de que Alfa Romeo sigue apostando por sus raíces.

En acción sobre las carreteras de la 1000 Miglia responde a maniobras exigentes, mostrando su equilibrio entre elegancia y agresividad, entre pasado mítico y presente exclusivo.

La flota de apoyo moderna

Además de joyas clásicas, Alfa Romeo despliega la actualíssima Giulia Quadrifoglio Super Sport, en edición especial, homenaje a la primera victoria del Biscione en la carrera. Acompañan el Tonale, primer SUV electrificado de la marca, con más de 100 000 unidades elaboradas en Pomigliano, y el compacto Junior híbrido, entrada de Alfa en el segmento premium B y diseñado para quienes buscan más que eficiencia.

Protagonistas del equipo Luna Rossa

La tripulación que pilota el 1900 Super Sprint combina experiencia náutica y espíritu competitivo. Encabezada por Max Sirena, patrón con ocho participaciones en Copa América y dos triunfos en Louis Vuitton y Prada Cup. Le acompañan talentos como Vittorio Bissaro, Jacopo Plazzi, Umberto Molineris, Ruggero Tita, Rocco Falcone, Guido Gallinaro y el equipo femenino con Giulia Conti, Alice Linussi y Maria Vittoria Marchesini, además de la directora de comunicación Sara Paesani.

Logística y verificaciones técnicas

Antes del arranque, en la Piazza della Vittoria se verifican aspectos deportivos y técnicos. Se colocan precintos de plomo, se comprueban permisos y homologaciones, y se analizan las condiciones del vehículo. Este ritual da paso a la caravana, entre aplausos y entusiasmo popular.

Trayecto y etapas destacadas

La ruta inicial va de Brescia al lago de Garda, Verona, Ferrara y San Lazzaro. Luego llegan los puertos de Raticosa y Futa, la Toscana y Roma al atardecer. La vuelta pasa por Orvieto, Arezzo, San Marino, la costa en Cervia‑Milano Marittima, el Tirreno en Livorno, el puerto de Cisa, Parma, Cremona, la Bassa, y finaliza en Brescia.

Este itinerario pone a prueba motores, frenos, suspensiones, navegación y resistencia de la tripulación.

Legado histórico de Alfa Romeo en la carrera

Entre 1928 y 1957, Alfa Romeo acumuló 11 victorias en la 1000 Miglia, destacando su dominio automotriz. En 1930, Tazio Nuvolari cruzó la meta con un promedio de 100 km/h, un hito para la época y su primer triunfo en la carrera.

Innovación y patrimonio en la colección Stellantis Heritage

El 1900 Super Sprint forma parte de la colección Stellantis Heritage, que engloba vehículos fundamentales en la historia automovilística. Conservado en el museo Alfa‑Romeo de Arese, se exhibe como pieza museística, pero también como protagonista de eventos que dan vida a la herencia sobre la carretera.

La unión entre motor y vela

Unir el mundo del motor clásico con el de la vela competitiva refuerza la imagen internacional de Italia. Ambos ámbitos comparten precisión, calidad, belleza y desafío. Esta acción mutua entre Alfa y Luna Rossa fortalece su narrativa de marca y conecta con públicos exigentes.

Este espíritu compartido recuerda por qué Alfa Romeo sigue representando la eternidad del rugido italiano, como símbolo de carácter, pasión y prestigio.

Mirada al futuro: la Copa América en Nápoles

Tras la emoción sobre ruedas, la mirada se vuelve al mar. La próxima 38ª Copa América, por primera vez en Italia (bahía de Nápoles), será el escenario donde la alianza Alfa Romeo–Luna Rossa dará un paso definitivo. Un vínculo que arranca en Brescia y pretende llegar a la gloria en aguas italianas.

La 1000 Miglia 2025 es mucho más que una carrera: es un relato vivo de unión entre historia y modernidad. Un clásico de 1956 comparte ruta con un Stradale del siglo XXI, mientras una tripulación de campeones alterna su pasión náutica con la conducción. Alfa Romeo y Luna Rossa escriben, kilómetro a kilómetro, una narrativa sobre la identidad italiana basada en la belleza, la técnica y la ambición sin límites.

Cortesía de Muy Interesante



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