
“La humanidad es una”, Mahatma Gandhi.
A medida que 2025 se despide, el balance de la salud global es incómodo: menos cooperación multilateral, más gasto militar, más tensiones geopolíticas y menos consenso alrededor de la idea básica de que la salud es seguridad. En ese contexto, la red parlamentaria UNITE insiste en un mensaje que debería importarle a cualquier hacedor de política económica: invertir en salud no es un gesto filantrópico, es una decisión estratégica para la estabilidad y la paz.
2025 ha sido un año difícil, pero no perdido. El mensaje de fin de año de Guilherme Duarte, director ejecutivo de UNITE, parte de esa tensión entre retroceso y avances. Señala cómo 2025 estuvo marcado por la presión presupuestal sobre los sistemas de salud y el desplazamiento de recursos desde la cooperación internacional hacia la defensa, justo cuando la pandemia dejó claro que la siguiente crisis sanitaria puede desbordar fronteras y mercados en cuestión de semanas.
Aun así, hubo hitos históricos: la aprobación del nuevo Acuerdo Pandémico de la OMS, en cuya negociación UNITE participó como actor relevante, la reposición del Fondo Mundial por 11.34 mil millones de dólares para VIH, tuberculosis y malaria, y una nueva Declaración de la ONU sobre enfermedades no transmisibles y salud mental. Son recordatorios de que, incluso en un mundo fragmentado, todavía existe una mayoría de países dispuesta a defender una visión compartida de la salud como bien público global.
Parlamento, de foro político a infraestructura de salud. Dentro de la propia red, 2025 fue un año de expansión: casi 50 nuevos parlamentarios de 16 países se sumaron a UNITE, lo que refuerza su capacidad de influir en la agenda sanitaria global desde los congresos nacionales. Destaca el lanzamiento de un “escritorio de políticas” en salud mental en el marco de la Asamblea General de la ONU, que ya articula a legisladores de países africanos de lengua portuguesa para traducir evidencia en leyes y presupuestos.
La renovación del Consejo Global de UNITE también envía una señal política: se mantiene una representación equilibrada por regiones, incluyendo la silla para América Latina y el Caribe presidida para el periodo 2026-7 por este escribidor, y se refuerza la presencia de voces de Europa, África, Asia, Norteamérica y Medio Oriente. En un momento de repliegue multilateral, ver a parlamentarios de Angola, Egipto, México, Zimbabue, Canadá, India, Portugal o Filipinas compartir una mesa de decisiones en salud es un contrapeso valioso al nacionalismo sanitario.
Manila 2026 servirá para tender puentes en tiempos de brechas. El siguiente gran capítulo se escribirá el 6 y 7 de marzo de 2026 en Manila, sede del UNITE Global Summit bajo el lema “Bridging the Health Divide: Political Courage to Invest”. El encuentro, coorganizado con el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC), aspira a colocar la inversión en salud al más alto nivel político, no como costo sino como palanca de productividad, cohesión social y mitigación de riesgos.
Manila no es una elección simbólica: Asia es hoy epicentro de crecimiento económico, innovación tecnológica y nuevas formas de cooperación Sur‑Sur en salud. La capital filipina, descrita por UNITE como un cruce de culturas, sociedad civil vibrante y fuerte institucionalidad financiera y de gobernanza, ofrecerá el marco para discutir desde sistemas de salud sostenibles hasta el papel de los bancos de desarrollo en el financiamiento sanitario.
Un laboratorio político para la próxima década será el formato del Summit 2026 que va más allá del congreso tradicional, habrá investigaciones parlamentarias guiadas por expertos, talleres de política para redactar lineamientos legislativos concretos y mesas redondas interregionales donde cada bloque del mundo discuta los mismos problemas desde realidades distintas. Se suman espacios innovadores como el “Salu‑Salo Exchange”, diálogos informales inspirados en la idea filipina de intercambio abierto y horizontal, pensados para que las buenas ideas no se queden en discursos, sino en redes de colaboración.
La agenda temática anticipada es un mapa de los riesgos que marcarán la economía política de la salud: inteligencia artificial y salud digital, resistencia antimicrobiana, género y salud, así como el cruce entre crisis climática y vulnerabilidad sanitaria. Todo ello con la presencia de alrededor de 100 parlamentarios, expertos, agencias multilaterales, banca de desarrollo, sociedad civil y sector privado, convocados bajo reglas de Chatham House para permitir conversaciones francas, lejos del micrófono pero cerca de la toma de decisiones.
Guilherme Duarte cierra con un reconocimiento explícito al papel de los parlamentos en el mundo, defender derechos humanos, proteger el acceso a la atención médica y asegurar que los más vulnerables no queden atrás. En un mundo donde el consenso global se resquebraja, la apuesta es que el liderazgo parlamentario –más cercano a la ciudadanía y a los presupuestos– puede ser el punto de apoyo para una nueva ola de inversión en salud.
Para países como México, el mensaje es especialmente pertinente, la discusión sobre gasto público no puede seguir separando “salud” de “economía”. La pregunta para 2026 no es si podemos darnos el lujo de invertir más en salud, sino si podemos darnos el lujo de no hacerlo. El Summit de Manila será, en buena medida, un termómetro de si existe la valentía política para cerrar esa brecha. Extiendo la invitación a todas y todos los parlamentarios del país para acudir a Manila y coadyuvar a la Salud Global del País, la región y el Mundo.
Estimados lectores, hago propicia la ocasión para desearles un feliz, próspero y, sobre todo !Saludable 2026!.
Bibliografía:
[1] https://www.unitenetwork.org/
[2] https://www.unitenetwork.org/the-unite-global-summit/
[3] https://www.chathamhouse.org/about-us/chatham-house-rule
*El autor (www.ectorjaime.mx) es médico especialista en cirugía general, certificado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública. Es Legislador y defensor de la salud pública de México, diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXVI Legislatura.
Cortesía de El Economista
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