Las autoridades locales ucranianas informaron que un ataque aéreo ruso iniciado entre la noche del viernes y la madrugada del sábado causó al menos cuatro muertos y 17 heridos.
Según el último balance proporcionado por los servicios de emergencia, dos personas murieron en la capital ucraniana, donde hubo impactos sobre los distritos de Desnyanski, Dniprovski y Darnitski. Según informó previamente en su cuenta de Telegram Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de Kiev, diez personas resultaron heridas en el ataque ruso.
Según comunicó en Telegram Vladislav Haivanenko, responsable de la Administración Militar de Dnipropetrovsk, en la región de Sinelniki el bombardeo dejó dos muertos y siete heridos, según el balance provisional.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó los ataques. “Desafortunadamente hay gente muerta y herida. Mis condolencias a las familias y sus allegados. Docenas de personas fueron heridas”, escribió el mandatario en la red social X. “Casi cada ataque contra nuestra gente implica ataques combinados con misiles balísticos. Sólo desde el principio de este año, Rusia lanzó aproximadamente 770 misiles balísticos y más de 50 misiles Kinzhal contra Ucrania”, agregó.
En términos generales, las Fuerzas Aéreas de Ucrania han informado del derribo de cuatro de nueve misiles balísticos y 50 de 62 drones del último ataque lanzados por las fuerzas del Kremlin. El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, también condenó la serie de ataques por medio de un posteo en sus redes sociales, donde publicó varias imágenes de la destrucción causada por el bombardeo.
“El terror ruso puede y debe detenerse”, indicó el jefe de la diplomacia ucraniana, que pidió la acción colectiva y una mayor presión sancionadora internacional contra Rusia, además de un mayor apoyo energético y una mayor capacidad de defensa para Ucrania. “Nadie en el mundo quiere que esta guerra continúe, excepto Rusia”, subrayó.
Mientras tanto, unos ataques de artillería de las tropas ucranianas causaron daños en una presa del río Séverski Donéts, en la región fronteriza de Bélgorod, denunció este sábado su gobernador, Viacheslav Gladkov. “Como resultado de un ataque del ejército ucraniano ha resultado dañada la presa del embalse de Bélgorod”, escribió en Telegram. “Como el ejército enemigo puede intentar destruir totalmente el dique, existe una amenaza de inundación del curso del río en una zona en la que viven casi un millar de residentes”, remarcó.
Por eso, Gladkov propuso la evacuación inmediata de los residentes de las zonas con riesgo de inundación que no tienen otro lugar en el que resguardarse que los refugios temporales que ofrezcan las autoridades. En el ataque ucraniano resultaron dañados varios edificios adyacentes a la presa, además de causar heridas a un viandante y un guardia nacional, según fuentes independientes. La presa se encuentra cerca de la frontera con la región ucraniana de Járkov, donde el ejército de Rusia intenta avanzar y tomar la ciudad de Kúpiansk.
Cortesía de Página 12
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