
Estar físicamente fuera del trabajo, pero mentalmente conectado a él, es una de las grandes paradojas del mercado laboral en México. De acuerdo con una encuesta de OCC, sólo 27% de los trabajadores logra desconectarse por completo en vacaciones.
“Aunque el verano podría ser una de las temporadas para hacer una pausa, en México desconectarse del trabajo sigue siendo un reto pendiente”, indica la bolsa de trabajo en línea.
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Esta no es la primera vez que los mexicanos reprueban en desconexión del trabajo en días de descanso. La última encuesta Work in Progress, de Buk, indica que el 63% de las personas realiza tareas laborales en sus vacaciones.
De la población que toma días libres, según los hallazgos de OCC, pero no se desconectan realmente de la oficina, se lo atribuyen a los siguientes factores:
- La propia necesidad de estar pendiente
- Presión de los jefes
- Cultura laboral que prioriza la disponibilidad total
- La demanda de clientes
- Mensajes de compañeros de trabajo
- Miedo o ansiedad por perder oportunidades de crecimiento.
En 2023 la reforma de vacaciones dignas duplicó el número de días de descanso a los que tienen derecho los trabajadores, hasta ese momento, la prestación tenía más de 50 años sin modificarse, lo que ubicó a México como una de las economías con los periodos vacacionales más cortos para su fuerza de trabajo.
Sin embargo, los datos muestran que el reto no era sólo legislativo, sino un cambio cultural, esa asignatura está pendiente.
La cultura de disponibilidad total no es nueva en el país, frases como “aquí hay hora de entrada, pero no de salida” o anuncios de trabajo con requisitos como “disponibilidad de horario” son un reflejo de eso, pero la hiperconectividad de las personas la ha acentuado.
Microsoft Work Lab en su Índice de tendencias laborales 2025 introduce el concepto de jornada laboral infinita, un fenómeno vinculado con el uso de las nuevas tecnologías y un exceso de mensajes que mantienen a las personas ocupadas, pero no realmente productivas.
“Comienza temprano, principalmente por correo electrónico, y rápidamente aumenta hasta convertirse en una avalancha de mensajes, reuniones e interrupciones que nos quitan la concentración”, describe.
En promedio, un trabajador recibe 117 correos electrónicos diarios y cada 2 minutos es interrumpido por una reunión, mensaje o notificación. Esta sobrecarga de comunicación ha generado que cuatro de cada 10 personas que se conectan desde las 6 de la mañana, inicien sus actividades revisando emails.
La poca desconexión mental del trabajo también tiene un vínculo con el uso de dispositivos electrónicos. Según la encuesta de OCC, el 65% sigue ligado a la oficina a través de su celular personal, 31% lo hace a través de una laptop y otro 24% usa el teléfono del trabajo para atender asuntos laborales durante los días libres.
Sin embargo, esta falta de descanso real puede representar riesgos para la salud mental, y por lo tanto, en el desempeño en el trabajo y las relaciones con compañeros, advierte Affor Health. “La hiperconectividad ha llevado a la saturación de trabajo, aumento de la carga cognitiva, estrés crónico y una sensación de que nunca se descansa por completo; lo que impacta negativamente en los colaboradores”, indica.
Consejos prácticos
La hiperconectividad no es mala por si sola, puede mejorar la comunicación entre equipos, sólo por citar un ejemplo. El riesgo es el desequilibrio en el uso de los dispositivos electrónicos.
Algunos consejos prácticos para desconectarse del trabajo de Affor Health son:
1. Políticas claras de desconexión digital
Es necesario contar con reglas específicas que limiten el uso de correos electrónicos, mensajería y otras herramientas de trabajo fuera del horario laboral. Esto incluye fijar horarios de disponibilidad y garantizar el disfrute del tiempos de descanso sin interrupciones.
2. Capacitación en salud mental y riesgos psicosociales
Invertir en la formación de líderes y equipos en temas de salud mental es clave. Programas de capacitación sobre los riesgos asociados a la hiperconectividad, como el estrés, equipan a los directivos para identificar señales de alerta y ofrecer apoyo.
3. Herramientas de gestión de notificaciones
Utilizar tecnología para limitar las notificaciones de correos y mensajes durante las horas no laborales. Esto incluye configurar sistemas automáticos que programen respuestas fuera de oficina o que desactiven las alertas fuera del horario de trabajo.
4. Mecanismos para identificar nuevos riesgos psicosociales
Las empresas pueden implementar evaluaciones regulares para detectar a tiempo nuevos factores de riesgo psicosocial, como sobrecarga de trabajo, horarios extendidos o falta de apoyo en las tareas laborales, que podrían estar relacionados con la hiperconectividad.
Cortesía de El Economista
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