La cumbre de los Brics celebró su último día en Río de Janeiro en medio de intentos por suavizar las tensiones con Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump amenazara con imponer un arancel adicional del 10% por ciento a los países que se “alineen” con las políticas del bloque, que calificó como “antiestadounidenses“. China afirmó que el grupo de potencias emergentes no busca la “confrontación”, y Rusia agregó que “la interacción dentro de los Brics nunca ha estado ni estará dirigida contra terceros países“, en respuesta directa a las declaraciones del republicano.
“No queremos un emperador”, afirmó el presidente brasileño y anfitrión de la cumbre, Luiz Inácio Lula da Silva, en rechazo a la amenaza de Trump. “Si él cree que puede aplicar aranceles, los otros países también pueden, existe la ley de reciprocidad”, advirtió Lula en una rueda de prensa este lunes, durante el cierre del encuentro.
El foro, que reunió a once países del llamado “Sur Global”, celebró su XVII cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en el Museo de Arte Moderno de Río, en un evento marcado por las ausencias físicas del presidente chino, Xi Jinping, y del ruso Vladimir Putin, quien participó de manera virtual.
La primera jornada había concluído el domingo con una declaración final de 126 puntos que abordó la guerra comercial desatada por Trump, un llamado al cese del conflicto en Medio Oriente y la necesidad urgente de reformar organismos multilaterales, como el Consejo de Seguridad de la ONU, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La tensión escaló en las horas previas a una inminente ola de aranceles que afectaría a varias naciones, incluidas algunas del bloque. En plena cumbre, Trump amenazó con imponer un nuevo gravámen del 10 por ciento a los países que se alineen con los Brics. “Cualquier país que adopte políticas antiamericanas como las de los Brics pagará ese arancel. No habrá excepciones”, publicó en su red, Truth Social.
Brics contra la intimidación
El gobierno chino denunció el uso de aranceles como “herramienta de coerción y presión“, tras las amenazas de Trump. Con la ausencia de Xi, fue la vocera de la cancillería, Mao Ning, quien se encargó de desestimar las acusaciones de políticas contrarias a los intereses de otros países. “La cooperación entre los Brics es abierta e inclusiva, y no está dirigida contra ningún país“, dijo la portavoz, calificando al bloque como “una fuerza positiva en la comunidad internacional“.
A su vez, Mao reafirmó la postura de China que, desde el comienzo de la guerra comercial iniciada por Trump en su “Día de la Liberación“, sostiene que “las guerras comerciales no tienen ganadores y el proteccionismo no es la solución” a los problemas económicos actuales. “La imposición arbitraria de aranceles no beneficia a ningún país“, agregó la representante de exteriores china.
Durante la cumbre, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, se mostró contundente.
“Nunca debería haber venganza ni represalias contra países que buscan cooperar juntos para avanzar los intereses de la humanidad“, expresó el primero.
Lula tachó la postura de Trump de “muy irresponsable y equivocada” y dijo además que las amenazas del líder estadounidense en ningún momento rompieron la armonía de la cumbre.
Incluso aseguró que en ningún momento “se tocó el asunto” de las negociaciones comerciales en curso entre Estados Unidos y algunos socios, como la India.
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también restó importancia a las amenazas del inquilino de la Casa Blanca. “Hemos visto ya antes declaraciones similares del presidente Trump”, señaló Peskov, quien destacó que los Brics buscan cooperar según sus propios términos y prioridades, sin hostilidades hacia otras naciones. “La singularidad de los Brics reside en que es una asociación de países que comparten enfoques comunes, una visión común de cómo cooperar en función de sus propios intereses”, sentenció el vocero.
En ese contexto, el presidente brasileño afirmó que el dólar estadounidense dejará de ser la moneda de referencia en el comercio internacional, un proceso que “no tiene vuelta atrás”. Según Lula, aunque es “muy difícil” hacer que el mundo cambie algo que ha estado establecido durante tantos años, el mundo “necesita encontrar la manera” de que las relaciones comerciales dejen de basarse en el dólar. “Tenemos la responsabilidad de hacerlo con mucho cuidado. Nuestros bancos centrales tienen que discutir esto, pero es algo que no tiene vuelta atrás y ocurrirá gradualmente hasta que se consolide”, enfatizó.
Putin, ausente en Río debido a la orden de arresto internacional en su contra por presuntos crímenes de guerra en Ucrania, declaró de forma virtual que el modelo de globalización liberal “ha quedado obsoleto”, y que el desafío de las potencias emergentes será cooperar en la transición. En la misma línea, el primer ministro indio, Narendra Modi, sostuvo que el mundo necesita “un nuevo orden multipolar“, y su par chino, Li Qiang, advirtió sobre la pérdida de eficacia de las instituciones multilaterales.
El poder de la amenaza
Por su parte, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, aseguró que los aranceles “recíprocos”, actualmente bajo una pausa que vence el 9 de julio, se aplicarán desde el 1 de agosto. Lutnick hizo el anuncio junto a Trump en Nueva Jersey, donde confirmaron que Washington enviará cartas de advertencia arancelaria a distintos países comenzando desde el lunes.
El secretario precisó que los aranceles entrarían en vigor una vez que los términos sean definidos por el presidente. Hasta ahora, Trump hizo públicas en sus redes cartas dirigidas a Japón, Corea del Sur, Malasia, Kazajistán, Myanmar, Sudáfrica y Vietnam. Trump ya había adelantado en redes sociales: “Las cartas arancelarias de Estados Unidos serán entregadas desde las 12:00 del lunes 7 de julio”, y pronosticó que “la mayoría de los países habrán llegado a un acuerdo antes del 9 de julio“.
Los líderes de los Brics habían manifestado en un comunicado, denominado la Declaración de Río, su “profunda preocupación” por el aumento de medidas unilaterales que contradicen las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), advirtiendo que “distorsionan el comercio” y podrían arrastrar a la economía global hacia una recesión prolongada. Además, el grupo criticó “la imposición de medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional”, remarcando que ninguno de sus miembros apoya sanciones no autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La visión del Sur Global
Con once miembros desde su reciente expansión —que incluye a Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán—, los Brics representan cerca de la mitad de la población mundial y alrededor del 40 por ciento del producto bruto interno (PIB) global. No obstante, China insiste en que se trata de “una plataforma de cooperación entre mercados emergentes y países en desarrollo”.
En su exposición del lunes, Lula afirmó que “el Sur Global está en condiciones de liderar un nuevo paradigma de desarrollo, sin repetir errores del pasado“. A su vez, urgió a diversos organismos multilaterales a “recuperar el protagonismo” en la disputa política para estabilizar el panorama.
En particular, el anfitrión llamó al fortalecimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), debilitada tras la salida de Estados Unidos ordenada por Trump el 20 de enero, apenas asumido el cargo. “Es urgente devolver a la OMS su papel como foro legítimo para enfrentar pandemias y defender la salud de los pueblos”, afirmó el mandatario brasileño en el inicio de la última sesión plenaria de la cumbre.
Cortesía de Página 12
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