
Antes de entrar en materia deseo emitir una queja porque la Fábrica de Eventos Nacionales, produce acontecimientos con tal velocidad que en tan solo una semana borró del panorama noticioso y sacó del radar jurídico el caso del expresidente Peña Nieto, ante el enojo de los que esperábamos castigo para la corrupción rampante del Copetón de Atlacomulco, y el regocijo del fiscal General de la República, refractario a cualquier esfuerzo: trabaja menos que los Reyes Magos que además no existen.
Dicho lo cual expresaré: El panorama de la creación artística y el entretenimiento ha experimentado una transformación sin precedentes con la irrupción y el rápido avance de la Inteligencia Artificial. Esta tecnología ha demostrado una capacidad asombrosa para producir contenido que abarca una amplia gama de formas creativas, desde imágenes y música, hasta voz, texto y video, a una velocidad y escala que antes eran inimaginables.
Han surgido ya los primeros damnificados de esta invención: las actrices y los actores, especialmente los que doblan voces, y las locutoras y los locutores comerciales. El primer embate contra un actor de doblaje al utilizar la IA sin escrúpulos, fue obra el Instituto Nacional Electoral (INE) quien usurpó la voz del narrador en español de la serie Dragon Ball, el desaparecido actor Pepe Lavat, en la producción de un anuncio para agradecer a la ciudadanía su participación en las pasadas elecciones judiciales del 2 de junio. Ante el reclamo de la viuda del actor, la también actriz de doblaje Gisela Casillas, por la clonación con IA de la voz de su marido la respuesta del INE fue: “demande”.
A lo anterior se sumó el caso del anuncio del Banco Santander México, creado íntegramente por IA, no sólo prescindiendo de voces humanas, sino también utilizando figuras de actores creados por la mencionada herramienta. Esta fue la gota que derramó el vaso o el acto que encendió los focos rojos de los integrantes de los gremios afectados, los cuales se manifestaron el domingo en el Monumento a la Revolución en señal de protesta por el abuso de las productoras de anuncios y empresas de doblaje.
La Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), de la cual el que escribe es presidente del Consejo Directivo, se solidariza con los primeros afectados por la falta de ética en el uso de la Inteligencia Artificial y a la vez, comunica a las sociedades de gestión y conexos, agrupadas en la Coalición por el Acceso Legal a la Cultura A.C. (CALC), de la fructífera reunión que en torno al tema de los Derechos de Autor y su relación con la IA tuvimos el pasado viernes con la licenciada Rocío Bárcena Molina, subsecretaria de desarrollo democrático, participación social y asuntos religiosos de la Secretaría de Gobernación. En una junta cordial durante la cual la subsecretaria y su equipo se mostraron amables y receptivos, pudimos exponer, someramente, el funcionamiento de la IA y, ampliamente, la necesidad de legislar en torno al tema, principalmente en lo concerniente al Derecho de Autor.
La marcha del domingo repercutió positivamente en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum de ayer lunes. A pregunta expresa de la periodista Setzin Juárez, la mandataria expresó que los manifestantes “tienen razón (…) Y ya a través de la Consejería Jurídica y la Secretaría de Cultura nos vamos a reunir con ellos para ver qué esquemas de protección a su trabajo y a su voz, tienen que utilizarse para evitar el uso de lo que es su herramienta de trabajo principal, que es su voz, a través de la Inteligencia Artificial”.
Punto final
Murió un hombre, reacio a laborar como el que describí al principio de mi escrito; siempre lo mantuvo su mujer porque era flojo y desobligado, su cadáver fue incinerado. Sus cenizas no fueron depositadas en una urna. Su viuda pidió colocarlas en un reloj de arena: “Para que ahora si trabaje el huevón”.
Cortesía de El Economista
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