De accidentes e investigaciones

No hay nada más difícil que hacer una investigación de accidentes de aviación. Y todavía más difícil es que las conclusiones, así sean preliminares, dejen satisfechos si no a todos, al menos a la mayoría. Ésta es una de las razones por las cuales las investigaciones suelen tardar meses y además, participan en ellas desde los fabricantes de las aeronaves y de los motores, hasta los operadores y los gobiernos. Pero en el caso del Air India 171, cuyo reporte preliminar acaba de darse a conocer apenas cuatro semanas después de ocurrido, ha causado revuelo pues hay quien lo considera precipitado.

El accidente ocurrió en la India el 12 de junio pasado con un Boeing 787-800, el cual salió del aeropuerto de Ahmedabad hacia Gatwick en Inglaterra con 230 pasajeros y 12 tripulantes, de los cuales sólo sobrevivió un pasajero.

De acuerdo al reporte preliminar, publicado por la Oficina de Investigación de Accidentes de la India (AAIB), tres segundos después del despegue los interruptores de combustible de los motores, ubicados en la consola central entre los asientos del capitán y el copiloto, fueron movidos casi simultáneamente a la posición de corte, lo cual interrumpió el suministro de combustible a ambos motores simultánemante justo cuando más se requiere del empuje para adquirir velocidad, y aunque se intentó volver a ponerlos en marcha la altitiud ya era muy baja, lo que impidió la recuperación y el aparato cayó metros adelante.

Lo que no explica el informe es cómo pasaron los interruptores a la posición de corte, ya que esta maniobra no puede hacerse de manera accidental, se requiere de una acción intencionada ante una emergencia específica, como fuego en un motor, por ejemplo, pero no está reportada ninguna emergencia anterior.

Aún más, el informe asegura que en la grabación de voz de la cabina se escucha a uno de los pilotos preguntarle al otro por qué hizo el corte, a lo que éste respondió que no lo hizo. El reporte descarta problemas de mantenimiento, combustible contaminado o síntomas de mal funcionamiento antes del despegue.

Básicamente, sin embargo, el informe sugiere que se trató de un “error humano” que, en palabras llanas y en este contexto significa “error del piloto”, lo que provocó una reacción inmediata de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas de la India y del propio director de la empresa, ya que incluso llegó a sugerirse que pudo “haber sido un suicidio”, como en el caso del Germanwings de marzo de 2015.

Aunque el informe es preliminar y falta más de un año para que se llegue a conclusiones finales, el tema ha prendido las alarmas en varios sectores, ya que este reporte prácticamente exonera al fabricante, la armadora de aviones estadounidense Boeing, pese a que trascendió una recomendación que emitió hace 7 años la Administracion Federal de Aviación de EU (la FAA) para revisar en varios modelos Boeing la posible desactivación del mecanismo de bloqueo del interruptor de control del combustible, por lo que se instaba a las tripulaciones a cerciorarse de que el interuptor estuviese bloqueado. Esto motivó una respuesta de la Boeing donde afirma que los interruptores son seguros.

El informe desató polémica y según especialistas faltan datos, lo que sólo ha lastimado a los implicados. Veremos.

Cortesía de El Economista



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