De jefe a mentor, el liderazgo que inspira y hace crecer al talento

Un mentor es aquel que comparte sus conocimientos con el fin de ayudar a otras personas. Por ello, aplicar liderazgo, junto con la mentoría, ayuda a reducir la brecha generacional y empodera a los colaboradores.

Además, un mentor no necesariamente se relaciona con la edad, porque las personas de generaciones mayores pueden aprender de los más jóvenes. Por eso, el mentee (la persona que recibe la mentoría), también puede ser un jefe que recibe mentoría, explica Juan Pablo, socio fundador de Human Performance.

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Por otra parte, la mentoría es importante en las organizaciones, debido a que ayuda a retener al nuevo talento, debido a que la generación Z es la que menos se siente respaldada por un compañero o un mentor en el trabajo, de acuerdo con ManPowerGroup.

Cualidades de un buen mentor

La mentoría no solo ayuda a mantener a los equipos tranquilos, sino que también permite que los colaboradores aspiren a puestos más altos, como una gerencia, explica Mercedes Jahn, cofundadora de Jahn Institute.

Por eso, estas son las cualidades que todo mentor debe desarrollar y poner en marcha:

1. Experiencia y conocimientos: Los mentores deben dominar el tema en el que se especializan. Esto no quiere decir que tengan que memorizar todo, pero sí mantenerse lo más actualizados posibles para poder enseñar a sus aprendices y ser una figura que inspire y genere confianza, de acuerdo con ManPowerGroup.

2. Ser confidencial: Los especialistas señalan que mantener la confidencialidad ayuda a que el mentee se sienta en un espacio seguro en el que pueda expresar sus dudas e inquietudes sin temor a ser juzgado.

3. Retroalimentación constante: Es necesario romper con el mito de que la retroalimentación es sinónimo de regaño. Por eso, se necesitan usar palabras adecuadas que motiven a los colaboradores a seguir intentando y no rendirse.

4. Escucha activa: Los mentores no deben juzgar, sino escuchar activamente y comprender las necesidades del mentee. Además, también pueden recibir mentoría inversa, la cual empodera al equipo.

Para pasar de un jefe a un mentor de verdad, hay que cambiar el chip y entender que liderar no es controlar, es acompañar. En este sentido, las armas son la escucha activa y no las instrucciones”, argumenta Juan Pablo Ventosa.

Errores en las mentorías

Ser un mentor requiere de mucha paciencia, conocer más allá a una persona y evitar hacerlo por una cuestión de ego.

“Tenemos que entender que el éxito de la otra persona es nuestro éxito. No es lo que nosotros hagamos, sino que estamos inspirando a los demás a lograr metas”, puntualiza Mercedes Jahn.

Asimismo, la mentoría trata de dar autonomía y por eso, otro de los errores es interferir de más en la persona que recibe la mentoría, interponiendo reglas e incluso metas, ya que esto provoca que se convierta en una versión igual a la del mentor.

No tiene que convertir a su mentee en un clon. Tiene que ayudarle a extender sus alas y alinearlo con valores, pero también brindando un espacio”, añade Juan Pablo.

En este sentido, ser un mentor no debe quedarse en un solo método de aprendizaje, porque puede entorpecer el aprendizaje y la innovación. En cambio, se aconseja que sea flexible y también muestre apertura para aprender.

Cortesía de El Economista



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