El nombramiento del activista Genero Lozano como próximo embajador en Italia agitó tensiones ayer miércoles en la Cancillería.
El comentarista televisivo fue cuestionado en la prensa y en las redes sociales por su preparación para ser embajador, aspectos de su vida privada, sus textos de corte crítico hacia la ministra Giorgia Meloni y, detalle no menor, por el hecho de que ocupará un cargo que correspondía a un diplomático de carrera, lo cual también generó malestar en el cuerpo diplomático, un ámbito donde no existe buena sintonía con Juan Ramón De la Fuente.
El grupo compacto que rodea al canciller, al tanto de lo que podía venir, inicio desde ayer miércoles al mediodía una campaña sigilosa para instalar en diversos ámbitos que la idea de ubicar a Lozano como embajador es del encargado para América del Norte, Roberto Velasco.
Esta es la verdadera disputa de poder que se libra en la Cancillería y de la que Lozano solo es una anécdota. Ya son varios los nombramientos de peso realizados por Velasco en los cuáles De la Fuente queda marginado.
Esta semana fue confirmado Francisco de la Torre Galindo como próximo embajador en Indonesia. Fue una decisión absoluta de Velasco. El diplomático venía de trabajar en el consulado de Dallas a donde llegará el general Luis Rodríguez Bucio.
Lo mismo sucede con el próximo embajador en Turquía. Se trata de Javier Díaz de León, que viene de ser cónsul en Atlanta. La tendencia se retira: los cónsules de América del Norte allegados a Velasco progresan en sus carreras diplomáticas. Un mecanismo que también alcanzará, en breve, al consulado en Estambul.
En esa misma lógica, Velasco impulsó la creación del consulado en Calgary, Canadá, donde el personal a cargo también será de su confianza.
De la Fuente, de momento, no consigue avanzar en posicionar funcionarios de su confianza y se concentra en actividades sociales, giras y comunicados. Por eso no extraña que en el grupo de allegados que rodea al canciller exista la casi inocultable ambición de que el gobierno italiano no lo conceda el plácet a Lozano.
Cortesía de La Política Online
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