
¡Que sí, que no, que cómo carajos no! Este miércoles Donald Trump anunció la imposición de tarifas de 25% a las importaciones de autos desde todo el mundo a Estados Unidos. Esto a partir del 3 de abril, cuando entran en vigor lo que se ha llamado los aranceles recíprocos.
Inclusive, luego de amenazar varias veces con imponer aranceles aduaneros a la importación de automóviles no fabricados en Norteamérica, ahora el presidente de Estados Unidos no descartó aplicar tarifas a sectores como la industria farmacéutica de Irlanda, lo anterior después de semanas de cobrar impuestos al acero de Canadá, México y China.
Al hacer el anuncio en la Oficina Oval, Trump afirmó que los aranceles generarían ingresos adicionales por valor de 100 mil millones de dólares. Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reaccionó negativamente al anuncio pero guardó la expectativa de que Trump revierta la medida antes de que entre en vigor.
Olaf Scholz, canciller alemán, también refutó la medida de Trump y calificó como “errónea” la decisión de la Casa Blanca a la que señaló de optar por una postura en la que nadie ganará. “Estados Unidos eligió un camino que solo traerá pérdidas, ya que los aranceles y el aislamiento perjudican la prosperidad de todos”, declaró Scholz.
En América del Norte creció la preocupación sobre el futuro del tratado trilateral. Como lo informó esta redacción meses atrás, en la Cancillería de Juan Ramón de la Fuente se ha instalado la versión de que Trump y sus negociadores buscarán que la revisión del T-MEC se adelante (de forma oficial está programada para el 2026). Pero no sólo eso.
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Además, el equipo comercial de Trump estaría operando para que el T-MEC concluya su validez antes y se transforme en esos acuerdos bilaterales en los que pensó inicialmente el magnate republicano. Las señales en ese sentido no dejan de acumularse. Ahora es desde Canadá donde manifiestan su desconfianza respecto al Gobierno de Estado Unidos.
“La vieja relación que teníamos con Estados Unidos, basada en la integración profunda de nuestras economías y en una cooperación estrecha en materia de seguridad y defensa, se terminó”, dijo el primer ministro de Canadá, Mark Carney, quien llegó al cargo tras la dimisión de Justin Trudeau, a quien Trump no dejó de humillar públicamente llamándolo “gobernador 51 de Estados Unidos”.
Para la Cancillería de México, en particular para el embajador en China, Jesús Seade Kuri, la hostilidad de Trump contra Canadá en este segundo mandato debido al “tremendo” déficit comercial de su país con el país de Mark Carney podría destruir la relación trilateral, mientras en Palacio Nacional insisten en la conveniencia del T-MEC.
Cortesía de La Política Online
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