De la trampa al terror: Encerrado reinventa el suspenso en el cine.

¿Qué pasaría si tu próxima víctima te encerrara… y no para salvarse, sino para castigarte?

Con una premisa escalofriante y una dupla actoral de alto calibre, Encerrado promete poner de cabeza el género del thriller psicológico. Producida por Sam Raimi y dirigida por David Yarovesky, esta cinta nos lleva directo a una pesadilla sin escapatoria, donde un robo común se transforma en un juego mortal de control, encierro y tortura emocional.

La historia sigue a Eddie (Bill Skarsgård), un ladrón que intenta robar una SUV de lujo, sin saber que el vehículo ha sido preparado como una trampa perfecta por William (Anthony Hopkins), un hombre aparentemente intachable, pero obsesionado con impartir su propia versión de la justicia.

Encerrado se aleja de los sustos tradicionales para adentrarse en un terror más real y asfixiante: el del encierro absoluto, la pérdida del control y la vigilancia constante. El coche, más que escenario, se convierte en un personaje: prisión, arma y testigo silencioso de un juego psicológico que empuja al espectador al borde del asiento.

La tensión se sostiene gracias a la poderosa interacción entre Skarsgård y Hopkins. Mientras uno se consume en la desesperación, el otro domina con una calma que hiela la sangre. “Es una lucha de ingenio y muerte”, asegura el director Yarovesky, quien apuesta por una narrativa moderna, sofocante y sin necesidad de criaturas sobrenaturales.

Encerrado es un thriller crudo, inteligente y perturbador que no te dejará indiferente. Muy pronto en cines.



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