‘Delay’, una metáfora del dolor, la belleza y la vida que llega al Conjunto Santander


Vivir es un arte extraño. El arte de navegar en sus claroscuros, en sus veleidades y pequeñas glorias, en sus derrotas e incertidumbres, en sus breves segundos de soledad, de paz y de éxito donde todas las cosas valen la pena. De ese llegar cuando ya no nos esperan, de ese caminar a ningún sitio, de ese hallazgo inesperado cuando no buscábamos. El arte de la belleza, y del dolor.

“Delay” es un espectáculo de Physical Momentum, una compañía de danza contemporánea de Francisco Córdova, que por medio del baile y el cuerpo, el sonido y el espacio, llevarán al espectador por esta reflexión de lo que es la vida, a través de lo efímero y lo eterno, del tiempo que a diario se nos escurre entre las manos, pero que a la vez es lo único que tenemos. Creada como parte del programa que conmemoró los 90 años del Palacio de Bellas Artes, “Delay” llegará ahora a Guadalajara al Conjunto Santander de las Artes Escénicas, para vivir ese transitar inentendible, bello y fugaz que es la misma vida.

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“‘Delay’ es una pieza que, como su nombre lo dice, es un llegar tarde a la vida. Es un llegar cuando ya no encuentras a quien estabas buscando”, comparte, para EL INFORMADOR, Itzel Schnaas, de la compañía Physical Momentum. “Lo que hace es situarnos en un contexto completamente ajeno al cotidiano, yo digo para convertir el tiempo en una metáfora de vida. El tiempo pasa demasiado lento cuando la experiencia es una agonía y demasiado rápido cuando la experiencia es gozosa. Y esa necesidad de pausar el tiempo para vivir más de cerca un abrazo, o de acelerarlo para ya no volver a pasar por la agonía, es lo que los intérpretes en escena, acompañados por la música de Manuel Estrella, plantean durante una hora. Yo creo que es tan dramático como bello”.

“Esa línea tan delgada que desdibuja el dolor… Yo siempre pienso que los días más bonitos los he pasado con los más amorosos, y quizás también los más tristes, en la playa viendo un atardecer. Esa línea entre lo bello y lo doloroso es lo que ‘Delay’ plantea para decirnos: “Vamos tarde, pero estamos vivos”.

Para llevar a escena un concepto así, “Delay” se apoya de distintos elementos escénicos importantes, como el espacio y la música, la iluminación y el silencio. Otro componente fundamental es la luna, un personaje más en el espectáculo, cuya función es determinante. Pues así como la luna desordena nuestros mares y nuestros sentimientos, en “Delay” el satélite trastoca a los bailarines, en una reflexión de esa parte extraña de la vida, esos bajamares de la existencia, esos días de derrotas y de gloria.

“El director Francisco Córdoba tiene un empeño en trabajar espacios lumínicos. Yo siempre creo que no se puede aterrizar nada en el cuerpo si antes no se crea una atmósfera. ¿Qué pasa con el escenario cuando no existe nada?”, dice Itzel Schnaas. “Entonces, tenemos que construir un espacio para hacer a los bailarines existir en él. ¿Y qué pasa cuando la luna viene encima o cuando salen corriendo y entran a un abismo de oscuridad? Los juegos de luces construyen parte principal de la dramaturgia de la escena: empiezan a contenerlos o a lanzarlos al abismo. Y a partir de ahí, de esos pretextos escénicos, es que el cuerpo se detona. Creo que los artistas escénicos estamos obligados a la verdad. Pararte en el escenario y que nadie te crea es lo más lamentable que hay”.  

Respecto a esa luna enorme que es característica de la puesta en escena, Schnaaz asegura que es un personaje indiscutible en el espectáculo, algo capaz de orbitar y desorbitar, de sacarnos o situarnos de regreso en nuestro eje. “Yo creo que la luna es un personaje más en escena que orbita y desorbita a los intérpretes. A veces la vida te funciona un montón y vas en órbita. Pero un día despiertas sin trabajo, despiertas sin matrimonio, despiertas a lo mejor sin padre o sin madre… como si estas fisuras agrietaran la vida y te hicieran despertar fuera de órbita. Entonces, sí, en realidad esta luna en escena —estas lunas, porque luego se reproduce el objeto— hacen que los bailarines estén orbitados o desorbitados”.

El cuerpo y la danza como trinchera y esperanza

El arte -en este caso la danza- también es esperanza, es denuncia y es trinchera. El año pasado, cuando “Delay” se estrenó en Bellas Artes, el equipo de Physical Momentum se vio desgarrado por la desaparición y el asesinato de Maximiliano Corrales, colega y compañero querido. Si bien “Delay” no narra este hecho, sí fue un método para convertir el dolor en belleza, para buscar la esperanza, pero también para denunciar, para seguir luchando, para no olvidar. Es su responsabilidad, como artistas, seguir produciendo belleza.

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“Hace tiempo que consideramos que nuestro trabajo también es una apuesta política. Producir belleza en un país como México me parece radical y necesario. Nos atraviesa el país en el que vivimos, y es necesario levantar el telón, dedicárselo a quienes ya no están”, comparte Itzel Schnaas. “Esta obra, un poco convulsa, el año pasado estaba en el marco de la desaparición y posterior asesinato de uno de nuestros compañeros, Maximiliano Corrales. Nos decíamos: ¿en qué momento vamos a dejar de nombrar el dolor? No lo olvidaremos, seguiremos construyendo la memoria, pero vamos a convertir ese dolor en belleza. Por eso creo que aquí lo importante para nosotros de bajar la luna es que necesitábamos llenarnos de esperanza. Necesitábamos saber por qué hacemos lo que hacemos. Porque, en un país como este, no solo nos vamos de aquí ni ya”.

“Creo que es una apuesta política y una responsabilidad producir belleza. Y nada nos inspiró más que esa luna. A eso estamos muy movidos, muy emocionados, muy comprometidos con este inicio de temporada. Levantamos el telón y decimos: “Nos lo arrebataron, pero aquí seguimos. Aquí vamos a seguir bailando y comprometiéndonos con el país con el que soñamos”.

“Delay”, de Francisco Córdoba y Physical Momentum, llegará a la Sala 2 del Conjunto Santander el 26 de septiembre a las 20:30 h, y el 27 de septiembre a las 19:30 h. Boletos desde $400 pesos en taquillas o en la página oficial del recinto.

“Para nosotros un gran honor llegar al conjunto Santander, donde ya habíamos tenido el privilegio de estar con otra pieza y siempre es un honor que nos acompañe su público. La verdad es que hay un magnífico conjunto que no recibe siempre con los brazos abiertos”, finalizó Itzel Schnaas.

CORTESÍA/ Conjunto Santander de las Artes Escénicas
CORTESÍA/ Conjunto Santander de las Artes Escénicas

NA

Cortesía de El Informador



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