
Alrededor de dos docenas de estados estadounidenses gobernados por demócratas demandaron ayer a la administración del presidente, Donald Trump, por su negativa a utilizar fondos de emergencia para preservar la ayuda alimentaria vital amenazada por el cierre del gobierno.
Ahora en su día 28, el enfrentamiento en el Congreso sobre el gasto está causando cada vez más problemas al sector público, y el mayor sindicato de empleados federales presiona a los demócratas del Senado para que reabran el gobierno.
Los cupones de alimentos se están convirtiendo rápidamente en uno de los puntos más urgentes del cierre, ya que 42 millones de estadounidenses con bajos ingresos perderán el acceso a una ayuda vital para pagar la compra a partir del sábado.
El gobierno indicó que no destinará un fondo de “contingencia” de 5,000 millones de dólares a los 8,000 millones estimados necesarios para garantizar que el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria pague las prestaciones de noviembre.
Los funcionarios del Departamento de Agricultura (USDA) argumentan que el fondo para contingencias está destinado a desastres naturales y otros eventos imprevisibles, y no a cierres administrativos.
Cortesía de El Economista
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