El anime ha dejado de ser un género de nicho para convertirse en el gran atractivo de los espectadores de cine al rededor del mundo. El reciente éxito de Demond Slayer es un aprueba de ello. Te contamos de qué se trata y cuál es la clave de este fenómeno.
¿Qué es?
Demon Slayer Infinity Castle es la nueva apuesta cinematográfica del fenómeno japonés Kimetsu no Yaiba, basado en el manga de Koyoharu Gotouge. No es un simple estreno de anime, sino el inicio del arco final de la historia, una parte crucial donde se definen los destinos de los personajes. La película llega después del enorme éxito de Mugen Train en 2020 y confirma que esta saga no es solo entretenimiento, sino un fenómeno cultural que trasciende fronteras y generaciones.
¿De qué trata?
La trama nos transporta al enigmático Castillo Infinito, un escenario que cambia de forma constantemente y que se convierte en el campo de batalla más peligroso hasta ahora. Aquí, Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke, junto con los Pilares, se enfrentan al poderoso Muzan Kibutsuji, el demonio original. La película ofrece combates épicos, cargados de tensión y emoción, pero también momentos de humanidad que recuerdan por qué esta historia conecta tanto con los fans. No solo se trata de la lucha contra el mal, sino de la fuerza de los lazos que sostienen a los protagonistas.
(Amanda Alamsyah/Shutterstock / Amanda Alamsyah)
¿Por qué es tan exitosa?
La saga se ha convertido en un fenómeno global, con millones de seguidores que viven cada estreno como un acontecimiento especial. El estudio Ufotable ha elevado la animación a un nivel impresionante, con secuencias que parecen obras de arte. A esto se suma una narrativa que mezcla acción espectacular con valores universales como la familia, la resiliencia y la esperanza. Esa combinación hace que tanto los fans como nuevos espectadores se sientan atraídos y encuentren algo con lo cual identificarse. En cada país, el estreno se transforma en un evento cultural que genera conversación y largas filas en las salas de cine.
(Lewis Tse/Shutterstock / Lewis Tse)
¿En qué consistió el récord?
Infinity Castle logró un estreno espectacular con más de US$11 millones en su primer día y más de 1.15 millones de boletos vendidos. En Estados Unidos alcanzó US$70 millones en su fin de semana debut, marcando el mejor estreno de una película de anime en la historia del país. A nivel mundial, la cinta acumuló más de US$177 millones en su primer fin de semana, rompiendo un récord que llevaba 26 años sin moverse y dejando atrás clásicos que parecían intocables. Con estas cifras, la película confirmó su lugar como uno de los estrenos más importantes del cine de animación en la actualidad.
Cortesía de "quien.com"
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