Descubre diez de las fiestas más sonadas de toda la historia: del Antiguo Egipto a los escándalos de Berlusconi

Desde los templos del Antiguo Egipto hasta las mansiones privadas de la Italia contemporánea, la historia está salpicada de celebraciones que pasaron a la posteridad no tanto por lo que conmemoraban como por cómo lo hicieron. Fiestas en las que el exceso, el escándalo, la tragedia o la ostentación eclipsaron cualquier propósito inicial. Ya fuera por su desenfreno alcohólico, sus consecuencias políticas, su boato desmesurado o incluso por muertes accidentales y acusaciones criminales, estos eventos dejaron huella por razones muy distintas a las previstas. A continuación, hacemos un recorrido por algunas de las fiestas más desmesuradas –y memorables– de la historia.

Festival de la Embriaguez

Bubastis, 440 a.C.

Hay dos versiones sobre este desmesurado botellón que se celebraba en el Antiguo Egipto. Según la primera, el Festival de la Embriaguez o de los Borrachos rendía culto, a principios de cada año, a Sejmet, diosa de la guerra y la venganza con cuerpo de mujer y cabeza de leona: para mitigar su fiereza, en todo el delta del Nilo se bebían grandes cantidades de vino, se bailaba y se cantaba hasta el desmayo.

Diosa Sejmet en un relieve en el Templo de Kom Ombo
La diosa Sejmet en un relieve en el Templo de Kom Ombo. Foto: ASC.

En la segunda versión, era Bastet, diosa-gata del hogar, la abundancia y el placer, la homenajeada, y el festival tenía lugar en la ciudad de Bubastis (en el delta), era asimismo anual y duraba ¡24 días! Según Heródoto, el del año 440 a.C. batió todos los récords: asistieron 700.000 beodos.

Bacanales de Paculla Annia

Roma, siglo II a.C.

Por su carácter iniciático y mistérico, no es mucho lo que se sabe sobre los rituales en honor a Baco (dios romano del vino y la fertilidad, equivalente al Dioniso griego): parece que las bacanales llegaron a Roma desde Etruria, que estaban reservadas a las mujeres, se celebraban de día en lugares recónditos y tenían un carácter religioso pero también etílico y transgresor.

Lo que sí se conoce con exactitud es que en el año 186 a.C. fueron repentinamente prohibidas por el Senado romano, que persiguió desde entonces con ferocidad –torturas y ejecuciones incluidas– a sus practicantes, acusados de inmoralidad.

La juventud de Baco, de Bouguereau
La juventud de Baco (1884), cuadro de W. A. Bouguereau. Foto: ASC.

Según el posterior y no siempre fiable Tito Livio, todo se debió a la irrupción de un singular personaje, la sacerdotisa Paculla Annia, que en 188 a.C. cambió las reglas de la bacanal: pasó a ser nocturna, a admitir a varones adolescentes y, en resumen, se convirtió en un ‘fiestón’ orgiástico presidido por la promiscuidad sexual y el exceso. Otros autores creen, en cambio, que la persecución tuvo una motivación política.

Baile de los Ardientes

París, 28 de enero de 1393

Esta fiesta pasaría a la historia por su desastroso y trágico resultado: ya se sabe que a veces las celebraciones se tuercen y acaban peor que mal. El llamado Bal des Ardents o des Sauvages (de los Salvajes) fue organizado junto a otros eventos por Isabel de Baviera, esposa del rey Carlos VI de Francia, con la excusa del casamiento de una de sus damas de compañía.

Su verdadera intención, sin embargo, era entretener lo más posible al joven monarca, que el verano anterior había sufrido un ataque de locura. Así, se dispuso un baile de máscaras para que Carlos, junto con cinco miembros de la nobleza, ejecutara uno de sus pasatiempos favoritos: una danza tradicional llamada charivari en la que los bailarines se disfrazaban de unos seres a medio camino entre salvajes y demonios.

Baile de los Ardientes en una miniatura del siglo XV
Baile de los Ardientes en una miniatura del siglo XV. Foto: ASC.

Los músicos arrancaron a tocar, los danzantes a bailar, y de pronto una antorcha que portaba un espectador –y no uno cualquiera: Luis, duque de Orleans y hermano del rey, que había entrado tarde y al parecer bebido– soltó una chispa que prendió en uno de los trajes. Dado que estos eran de lino empapado en resina y linaza, para dar a los bailarines su aspecto asilvestrado, los ejecutantes se convirtieron de inmediato en antorchas humanas. El rey salvó el pellejo, pero cuatro ‘ardientes’ fallecieron, y la ira del pueblo forzó a Carlos y Luis a pedir disculpas públicas.

Cumbre del Campo del Paño de Oro

Calais, 7-20 de junio de 1520

Se da este nombre al encuentro diplomático celebrado entre el rey de Francia (Francisco I) y el de Inglaterra (Enrique VIII) en los prados ubicados entre Guînes y Ardres, cerca de Calais –territorio bajo dominio inglés en aquel momento–, para poner fin a las hostilidades entre sus reinos y concertar una alianza que detuviera el avance de España, gobernada por Carlos V.

Pero, más allá de la política, si se recuerda esta cumbre es por el lujo desplegado en el campamento y por el interminable festín de comida, bebida y juerga que la acompañó.

Cumbre del Campo del Paño de Oro en un grabado
Cumbre del Campo del Paño de Oro en un grabado coloreado. Foto: ASC.

Ponche del almirante Edward Russell

Alicante, 26 de diciembre de 1694

Aunque hay relatos que sitúan esta fiesta en Cádiz, existen datos fidedignos que corroboran que fue Alicante el escenario de una de las más monstruosas cogorzas navideñas de todos los tiempos.

Su instigador fue el primer Earl de Oxford, el almirante británico Edward Russell, que, hallándose en aguas del Mediterráneo y frustrado por no poder regresar a Inglaterra a pasar las entrañables fechas (órdenes del almirantazgo), montó un colosal ágape en el palacio del gobernador alicantino, con 800 camareros, 6.000 invitados y 150 platos. El mayor ‘desfase’: un estanque navegable con 2.862 litros de ponche navideño.

Ponche del almirante Edward Russell
Ponche del almirante Edward Russell. Foto: ASC.

Cumpleaños del emperador Kangxi

Pekín, 4 de mayo de 1720

Kangxi (1654-1722), cuarto emperador de la dinastía Qing, subió al trono con siete años y reinó durante 61, hasta su muerte –el más largo de los reinados de China–; está considerado uno de los emperadores más admirados por su pueblo. El país disfrutó de la paz y la prosperidad durante su gobierno, que sobresalió por el avance de la educación y el patrocinio de las artes y las ciencias. Con semejante currículo, no es de extrañar que, al cumplir Kangxi los 66 años, se decidiera en la corte tirar la casa por la ventana para rendirle tributo.

Así, las celebraciones de su cumpleaños incluyeron todo tipo de ceremonias, fastos y lujos y culminaron con una multitudinaria procesión desde el Jardín Chang Chun Yuan (al noroeste de Pekín) hasta la Ciudad Prohibida, situada a unos 10 kilómetros de distancia. Kangxi murió menos de dos años después, tras lo que se desató un problema sucesorio.

Emperador Kangxi
Retrato del cuarto emperador chino de la dinastía Qing, Kangxi. Foto: ASC.

Fiesta del Escándalo Arbuckle

San Francisco, 5 de septiembre de 1921

Roscoe Conkling Arbuckle, más conocido como ‘Fatty’ (Gordito) Arbuckle por razones obvias –un apodo profesional que detestaba–, fue un cómico estadounidense del cine mudo, mentor de Charles Chaplin y descubridor y amigo de Buster Keaton. Fatty fue una de las estrellas más populares de la década de 1910 a 1920, y de las mejor pagadas: en 1920, en la cima de su carrera, firmó un contrato con Paramount Pictures por 14.000 dólares, toda una fortuna. Pocos podían imaginar que iba a pasar de la cima a despeñarse ladera abajo.

Durante unos días de asueto en San Francisco, se alojó con varios amigos en un hotel y decidieron montar una fiesta, bien regada de alcohol, a la que invitaron a unas cuantas mujeres; entre ellas, una aspirante a actriz de 30 años llamada Virginia Rappe. El resto es historia. Rappe ingresó en coma en el hospital, aparentemente por una peritonitis, y murió tres días más tarde. Arbuckle fue acusado de haberle perforado la vejiga al violarla con una botella. Tras tres juicios, resultó absuelto, pero el escándalo y la duda acabaron con su carrera y agravaron su alcoholismo. Murió con 46 años.

Fatty Arbuckle
El cómico Roscoe Conkling Arbuckle, más conocido como ‘Fatty’ (Gordito) Arbuckle. Foto: ASC.

Celebración de los 2.500 años del Imperio persa

Persépolis, 12-16 de octubre de 1971

Casi tan fastuoso –y presuntuoso– como el cumpleaños de Kangxi fue este evento de cinco días de duración con el que el entonces sah Reza Pahleví quiso mostrar al mundo su poder y la ‘modernización’ de Irán, al tiempo que entroncaba nada menos que con Ciro el Grande (el Cilindro de Ciro fue el logotipo de la fiesta).

El banquete fue el más prolongado y lujoso de la historia moderna, según el Libro Guinness, y a él asistieron desde Raniero de Mónaco y Juan Carlos de Borbón hasta el mariscal Tito, Ceaucescu o Imelda Marcos.

Celebración de los 2.500 años del Imperio persa
Celebración de los 2.500 años del Imperio persa. Foto: Getty.

50 aniversario de Adnan Khashoggi

Marbella, 25 de julio de 1985

Las fiestas de la jet set marbellí durante los 70 y parte de los 80 fueron uno de los acontecimientos estrella en la prensa del corazón española, que hizo de esta colonia de expatriados con mucho dinero, dudosas reputaciones y aún más dudoso gusto una versión cañí de Hollywood y Beverly Hills.

Uno de los personajes inevitables de esos años fue sin duda el comerciante de armas saudí Adnan Khashoggi, cuyo 50 cumpleaños marcó un antes y un después en lo que a dispendios se refiere. Entre los regalos, un collar de diamantes en el cuello de un cachorro de león.

Adnan Khashoggi
Retrato del comerciante de armas saudí Adnan Khashoggi. Foto: EFE.

‘Bunga Bunga’ de Berlusconi

Cerdeña, 2010

‘Bunga Bunga’ es una expresión de origen discutido, lo mismo que su significado: puede provenir de Malasia, de Australia o del mundo del music-hall en la década de 1910. Pero el culpable de resucitarla un siglo más tarde con el sentido de “fiesta orgiástica en el ámbito del poder” fue, sin duda, el exprimer ministro y empresario italiano Silvio Berlusconi, al que por esta fecha le salieron acusadoras por todas partes; en concreto, chicas menores de edad a las que supuestamente habría pagado a cambio de tener sexo con él y sus invitados en Villa Certosa, su mansión sarda, y otros lugares.

No se pudo probar, pero el escándalo dinamitó sus futuras aspiraciones políticas. Abajo, la exprostituta Nadia Macri, una de sus acusadoras, en una fiesta Bunga Bunga paródica celebrada en 2011.

Nadia Macri, en una fiesta Bunga Bunga paródica
Nadia Macri, en una fiesta Bunga Bunga paródica. Foto: Getty.

Cortesía de Muy Interesante



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