Descubre tres legendarias bibliotecas de la Antigüedad que desaparecieron trágicamente

Desde la legendaria Biblioteca de Alejandría hasta los secretos carbonizados de la Villa de los Papiros y el esplendor de la biblioteca dual del Foro de Trajano, la humanidad ha soñado con reunir y preservar el conocimiento en majestuosos santuarios. Estas bibliotecas históricas no solo fueron epicentros culturales de su tiempo, sino también símbolos de nuestra incesante búsqueda de sabiduría. Aunque muchas sucumbieron al paso del tiempo, su legado sigue inspirando nuestra fascinación por el saber y la memoria de antiguas civilizaciones.

Biblioteca de Alejandría

Probablemente, cuando Borges escribió La Biblioteca de Babel, esa vasta recreación del universo compuesta por todos los libros escritos por el ser humano, tenía en mente la gran Biblioteca de Alejandría.

Ilustración de estudiosos y trabajadores en la Biblioteca de Alejandría. Foto: Álbum.

Creada pocos años después de la fundación de la ciudad egipcia por Alejandro Magno en 331 a.C., su finalidad era la de compilar todas las obras del ingenio humano, de todos los lugares y épocas, en una suerte de colección absoluta para la posteridad.

A lo largo de decenios, bibliotecarios como Demetrio de Falero, Apolonio de Rodas o Calímaco de Cirene atesoraron cerca de 700.000 títulos, según las crónicas de Aulo Gelio. La fecha de la destrucción de la Biblioteca está envuelta en la leyenda y no se conoce con certeza, pero sí que en el año 47 a.C., en la guerra entre los pretendientes al trono de Egipto, se produjo un incendio que mermó parte de la zona palacial en la que se encontraba. Ahí comenzó su declive.

Incendio de la Biblioteca de Alejandría
Este grabado de 1876 recrea el incendio que tal vez destruyó parte de la Biblioteca de Alejandría en el año 47 a.C., durante la guerra entre Cleopatra y su hermano. Foto: Álbum.

La Villa de los Papiros

Con este nombre se conoce una vivienda privada de la antigua ciudad romana de Herculano. Esta, junto con la cercana Pompeya, fue destruida por la erupción del Vesubio en el año 79, pero muchos edificios de ambas ciudades se conservaron bajo una gruesa capa de ceniza volcánica.

Uno de ellos fue esta villa que albergaba una biblioteca con unos 1.800 papiros (conocidos hoy como los Papiros de Herculano), la única del mundo antiguo que ha llegado en parte a nuestros días. Se cree que perteneció a Lucio Calpurnio Pisón Cesonino, suegro de Julio César; fue en 1752, bajo una iniciativa auspiciada por los Borbones, cuando se encontró la biblioteca.

Villa de los Papiros
La Villa de los Papiros, en Herculano. Foto: AGE.

La exposición a los gases y cenizas volcánicos provocó que los papiros se carbonizasen conservando su forma cilíndrica. De hecho, en un primer momento se pensó que eran troncos quemados, y su valor no fue reconocido hasta más tarde. Entonces, comenzó la ardua labor de desentrañarlos.

El Foro de Trajano

En el año 112, el emperador Trajano completó la construcción de un inmenso complejo de edificios de uso múltiple en el corazón de la ciudad de Roma. Este foro incluía plazas, mercados y templos religiosos, pero también una de las bibliotecas más famosas del Imperio Romano.

Foro y Columna de Trajano
Restos del Foro romano en torno a la Columna de Trajano, lugar donde se encontraba la Biblioteca dual. Foto: Shutterstock.

Conocida como la biblioteca dual de Trajano (el primer emperador nacido en Hispania, cerca de la actual Sevilla), estaba compuesta por dos estructuras separadas –una para las obras en latín y otra para las escritas en griego– que se hallaban en los lados opuestos de un pórtico que albergaba la Columna de Trajano (realizada para honrar los éxitos militares del emperador). Elaboradas con hormigón, mármol y granito, ambas secciones incluían grandes cámaras centrales de lectura y dos niveles de estancias que albergaban unos 20.000 rollos.

No se sabe a ciencia cierta cuándo dejó de existir la biblioteca dual de Trajano, pero todavía se mencionaba por escrito hasta el siglo V, lo que sugiere que se conservó durante unos 300 años.

Cortesía de Muy Interesante



Dejanos un comentario: