Descubren el laberinto subterráneo perdido del Imperio inca: arqueólogos identifican una red de pasadizos quilométricos bajo las ruinas de Cuzco

El Imperio inca fue, en términos geográficos, la estructura imperial más grande de la América precolombina. El imponente Machu Picchu, el complejo aterrazado de Písac o el asentamiento fortificado de Ollantaytambo tan solo constituyen algunos de los puntos de interés histórico de esta civilización. Ahora, un reciente descubrimiento arqueológico se suma a estos hallazgos: un grupo de estudiosos afirma haber localizado un laberinto subterráneo citado en los textos históricos.

El anuncio del espectacular hallazgo

El 6 de enero de 2025, durante una conferencia de prensa celebrada en la Municipalidad Provincial de Cusco, los arqueólogos peruanos Jorge Calero Flores y Mildred Fernández Palomino dieron una inesperada noticia. Habían descubierto una red de pasajes subterráneos que conectaban el Templo del Sol, también conocido como Coricancha, con la grandiosa fortaleza de Sacsayhuamán.

El anuncio confirmaba, así, lo que hasta entonces solo era una hipótesis. Las crónicas de los siglos XVI y XVII, que mencionaban la existencia de un sistema de túneles en esa zona cusqueña, encontraban ahora soporte arqueológico.  

Coricancha. Fuente: Diego/Delso Wikimedia

El descubrimiento de los pasadizos incas

La metodología empleada: acústica y georradares

El hallazgo se ha basado en una combinación de investigación documental y uso de técnicas geofísicas. Para la detección de estos pasajes subterráneos, los investigadores emplearon métodos de prospección acústica. Esta estrategia consiste en golpear el suelo con una comba y una placa metálica cada 50 centímetros para identificar zonas de resonancia que sugieran la presencia de espacios huecos subterráneos.

En un momento posterior, y una vez confirmada la presencia de galerías, se utilizaron georradares para mapear con precisión el sistema de túneles.

¿Cómo es el laberinto?

La chingana o red subterránea identificada tiene una longitud aproximada de 1750 metros. Se compone de enormes zanjas con muros y techos de piedra. Además del tramo principal que une el Coricancha con Sacsayhuamán, se detectaron tres ramificaciones adicionales.

Una de ellas discurre hacia Callispuquio, lugar sagrado inca conocido por los cultos al agua. La segunda se dirige hacia Muyucmarca, uno de los torreones de Sacsayhuamán. La tercera y última discurre por detrás de la iglesia de San Cristóbal.

Torreón de Muyucmarca en Cuzco
Muyucmarca en Sacsayhuamán. Fuente: Diego Delso/Wikimedia

Los dos puntos principales del laberinto

El Templo del Sol, centro del Imperio inca

El Templo del Sol, conocido en quechua como Coricancha, fue uno de los recintos sagrados de mayor importancia del Imperio inca. Ubicado en la actual plaza de Santo Domingo en Cusco, este templo estaba dedicado a Inti, el dios sol, y representaba el centro religioso y político de la capital incaica.

Construido con finas piedras labradas y recubierto en su interior con láminas de oro, el Coricancha simbolizaba la riqueza y el poderío de los incas. Aunque la fecha exacta de su construcción es incierta, se estima que se edificó durante el reinado del Inca Pachacútec, en el siglo XV.

Recreación ficticia de una celebración durante el Imperio inca
Recreación fantasiosa de una ceremonia inca. Fuente: Midjourney/Erica Couto

La fortificación de Sacsayhuamán

Por su parte, la fortaleza de Sacsayhuamán se erige en una colina al norte de Cusco. Destaca por sus imponentes muros de piedra, algunos de los cuales alcanzan hasta 9 metros de altura y pesan más de 100 toneladas.

Construida durante el gobierno de Pachacútec y sus sucesores en el siglo XV, Sacsayhuamán cumplía funciones tanto ceremoniales como defensivas, y sirvió de escenario de importantes rituales y festividades. Su construcción prueba las habilidades del pueblo inca en la ingeniería y la arquitectura.

¿Qué es una chincana?

Un término quechua

El término chincana, que ha pasado a la lengua española como chingana, proviene del quechua. Se traduce como “lugar donde perderse” o “laberinto”. En el contexto incaico, una chincana se refiere a los pasajes o túneles que, según la tradición oral y algunas crónicas, conectaban distintos puntos de la ciudad de Cusco. La posible existencia de estas estructuras ha alimentado leyendas a lo largo de los siglos.

El mito del laberinto

Las crónicas de los siglos XVI y XVII mencionan la existencia de estos pasajes subterráneos. Un documento de 1594, atribuido a un jesuita español anónimo, describe un túnel que “baja de lo alto por lo bajo del cerro y pueblo o parroquia de San Cristóbal”. Según los textos históricos, este túnel  habría pasado por debajo de las casas del obispo y detrás de la catedral de Cusco, sirviendo de conexión entre Coricancha y Sacsayhuamán.

El reciente hallazgo de la red de túneles bajo Cusco parece confirmar la veracidad de estas crónicas y aporta evidencias tangibles de la chincana. Este descubrimiento no solo valida las fuentes históricas, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre la complejidad y el alcance de la ingeniería incaica.

Muro de piedra en Sacsayhuamán
Muro de Sacsayhuamán en Cusco. Fuente: Diego Delso/Wikimedia

Posibles usos de la chincana

Aunque es imprescindible llevar a cabo una investigación más profunda para determinar con certeza los usos específicos de estos pasadizos, se han propuesto varias hipótesis. Algunos investigadores sugieren que podrían haber servido como rutas secretas para los desplazamientos de la élite incaica o para el transporte de bienes valiosos entre el Coricancha y Sacsayhuamán.

Otros plantean que estos túneles tenían funciones ceremoniales o rituales. Así, habrían conectado dos de los centros sagrados de mayor relevancia de la cultura inca.

Un mito que se vuelve realidad

En conclusión, el descubrimiento de la chinkana bajo las ruinas de Cusco representa un avance significativo en la comprensión de la arquitectura y la ingeniería incaicas. Este hallazgo no solo corrobora los relatos históricos, sino que también abre nuevas líneas de investigación sobre la función y el significado de estos pasadizos subterráneos en la sociedad inca. Futuras excavaciones permitirán profundizar en la función que ejercieron estas estructuras en la compleja red de la antigua capital del Imperio inca.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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