Descubren en Irán el cráneo alargado de una joven de hace 6.200 años: una antigua práctica estética pudo ser clave en su misteriosa muerte

En el árido oeste de Irán, a orillas del Golfo Pérsico, un equipo de arqueólogos desenterró recientemente un descubrimiento inquietante. En el yacimiento de Chega Sofla, perteneciente al ambicioso Zohreh Prehistoric Project, apareció el cráneo alargado de una joven que vivió hace unos 6.200 años. Su cabeza, deformada artificialmente mediante vendajes desde la infancia, es testimonio de una práctica ritual que perseguía la belleza o el estatus. Pero esta costumbre ancestral también pudo haberla condenado a una muerte prematura y brutal.

Los investigadores responsables del estudio, publicado en la revista International Journal of Osteoarchaeology, identificaron en el cráneo una fractura perimortem —ocurrida justo antes o en el momento del fallecimiento— provocada por un fuerte impacto con un objeto de borde ancho. No hubo perforación ósea ni signos de curación, lo que indica que fue un golpe certero, inesperado y fatal.

El rito de moldear cráneos: estética, identidad y peligro

La deformación craneal intencional, también conocida como “vendado craneal”, es una tradición antigua y global. En muchas culturas, desde América precolombina hasta Asia Central, se creía que un cráneo alargado era símbolo de nobleza, poder o belleza. En Chega Sofla, la costumbre se aplicaba desde la infancia: se usaban vendas o tablillas para moldear el cráneo durante su desarrollo, resultando en una forma cónica que aún hoy sorprende por su simetría y definición.

Sin embargo, este proceso, aunque culturalmente aceptado, tenía consecuencias fisiológicas. Según los análisis tomográficos del estudio, el cráneo de esta joven —identificada como BG1.12— presentaba huesos más finos de lo habitual, así como una estructura interna menos densa, lo que lo hacía más vulnerable a impactos. En otras palabras, su cabeza, modelada por la tradición, había perdido parte de su capacidad de absorción ante un golpe contundente.

Lo que debió ser una marca de identidad terminó convirtiéndose en una vulnerabilidad letal.

Una joven con el cráneo intencionalmente deformado fue sepultada junto a otros individuos en un antiguo cementerio prehistórico del actual Irán
Una joven con el cráneo intencionalmente deformado fue sepultada junto a otros individuos en un antiguo cementerio prehistórico del actual Irán. Fuente: Zohreh Prehistoric Project

Un misterio sin resolver

La fractura descubierta atraviesa la parte frontal izquierda del cráneo, una zona donde el hueso suele ser más resistente. La forma triangular del traumatismo y la ausencia de cortes o penetración sugiere que el arma utilizada fue un instrumento de superficie amplia, como una herramienta doméstica o un objeto ritual. Pero, más allá del cómo, la gran pregunta es el por qué.

Los arqueólogos no han podido determinar si se trató de un asesinato, un accidente o incluso un acto ritual. En el mismo yacimiento se encontró otro cráneo fracturado sin señales de deformación artificial, lo que podría indicar que la violencia no estaba dirigida únicamente a quienes practicaban esta costumbre. Sin embargo, los restos fragmentados y mezclados con otros individuos en una tumba colectiva complican la reconstrucción del suceso. El resto del cuerpo de BG1.12 no ha sido identificado, y con ello, se pierden pistas sobre su salud, estatus social o posibles signos de violencia previa.

Esta falta de información abre un abanico de hipótesis: ¿fue víctima de un conflicto? ¿Un accidente doméstico? ¿O quizás una ceremonia que salió mal?

El legado silencioso de Chega Sofla

Chega Sofla, activo entre 4700 y 3700 a.C., ha sido objeto de investigaciones durante más de una década. El equipo liderado por Abbas Moghaddam ha sacado a la luz estructuras domésticas, herramientas, cerámica y hasta los que podrían ser los primeros sepulcros de ladrillo conocidos en la historia. Todo ello sugiere una comunidad compleja, con organización, símbolos y creencias muy definidas.

Los entierros hallados en la zona revelan prácticas funerarias variadas: desde tumbas individuales hasta sepulturas comunales que podrían pertenecer a grupos familiares o linajes. La existencia de individuos con cráneos deformados conviviendo con otros sin esa característica podría indicar jerarquías internas, distinciones de género o incluso diversas tradiciones coexistentes. En cualquier caso, este rincón del actual Irán es un valioso testimonio de una sociedad protohistórica que comenzaba a dar forma a conceptos como identidad, estética, violencia y muerte.

El caso de BG1.12, en este contexto, adquiere una dimensión aún más poderosa. Representa no solo la violencia de una época remota, sino también la fragilidad inherente a prácticas culturales que, aunque cargadas de simbolismo, podían tener consecuencias imprevistas y fatales.

El cráneo de esta joven de la Edad del Cobre muestra signos claros de una lesión traumática ocurrida en los momentos finales de su vida
El cráneo de esta joven de la Edad del Cobre muestra signos claros de una lesión traumática ocurrida en los momentos finales de su vida. Fuente: Zohreh Prehistoric Project

Un espejo arqueológico de la humanidad

Los restos de esta joven mujer no solo hablan del pasado. También nos invitan a reflexionar sobre cómo las tradiciones, los ideales estéticos y los símbolos de pertenencia pueden moldear —literal y figuradamente— nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestros destinos. Lo que empezó como una intervención estética posiblemente familiar terminó sellando su destino de forma trágica.

El hallazgo, cuidadosamente analizado y documentado por los arqueólogos Mahdi Alirezazadeh y Hamed Vahdati Nasab, forma parte de una serie de investigaciones recientes que están revelando la complejidad de las primeras sociedades del suroeste de Asia. Cada nuevo descubrimiento en Chega Sofla, desde un utensilio hasta una fractura en un cráneo, reescribe nuestra comprensión de los primeros capítulos de la civilización humana.

Y es que, en las piedras y los huesos del pasado, sigue latiendo la historia de todos nosotros.

Referencias

  • Mahdi Alirezazadeh et al, A Young Woman From the Fifth Millennium BCE in Chega Sofla Cemetery With a Modified and Hinge Fractured Cranium, Southwestern Iran, International Journal of Osteoarchaeology (2025). DOI: 10.1002/oa.3415

Cortesía de Muy Interesante



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