Descubren en un objeto minoico de marfil la inscripción en lineal A más larga que se conoce hasta el momento

Un reciente descubrimiento en el yacimiento cretense de Cnosos arroja nueva luz sobre lla historia y evolución de la escritura en la antigüedad mediterránea. El hallazgo de una inscripción minoica en escritura lineal A en un objeto de marfilrepresenta un hito sin precedentes en la historia de los sistemas de escritura del Egeo. Este descubrimiento, que se realizó en el marco de las excavaciones del llamado campo de Anetaki, no solo ha revelado una pieza única en términos iconográficos y epigráficos, sino que también contiene la inscripción más extensa en lineal A documentada hasta el omento. Su análisis abre nuevas perspectivas sobre el uso ritual de la escritura, la elaboración de objetos cultuales y la interacción entre imagen y signo en el mundo minoico.

Un centro de culto estratificado en el corazón de Cnosos

Desde 2011 hasta 2017, las excavaciones dirigidas por Athanasia Kanta en el campo de Anetaki permitieron identificar un espacio sagrado que se utilizó de forma continuada desde el periodo Protopalacial (ca. 1800-1700 a.C.) hasta la época romana. Bajo un doble templo romano dedicado a Artemisa y Zeus, yacían los restos de un santuario de la Edad del bronce que, apodado el Fetish Shrine o Santuario de los fetiches, reutilizaba materiales de un edificio de culto neopalacial anterior.

Uno de los espacios clave de este complejo es la Sala 1. Parcialmente excavada, en ella se identificó un depósito de marfil junto a restos cerámicos y fragmentos de pintura mural. Fue en este depósito donde se halló un objeto de marfil excepcional que, tras su restauración, reveló una inscripción extensa en lineal A, única en su género.

Cnosos
Yacimiento de Cnosos. Fuente: Bernard Gagnon/Wikimedia

El objeto: ¿cetro, espejo o instrumento ritual?

El objeto principal se compone de dos partes: un anillo de marfil y un mango, ambos decorados con inscripciones. Aunque fragmentado, se determinó que estas dos piezas formaban un único objeto funcional. Por su fragilidad y su cuidada manufactura, podría tratarse quizás de un cetro de carácter ceremonial. El anillo presenta una abertura en la que se insertaba el mango, y en su parte central debió alojar un componente perecedero sujeto por varillas.

Los investigadores han descartado la hipótesis de que se tratase de un espejo, ya que los espejos de la Edad del Bronce se fabricaban con discos metálicos pulidos, sin elementos centrales. Además, su representación parece coincidir con las imágenes presentes en ciertos sellos y anillos hallados en el Egeo, como el anillo de la Tumba del guerrero del grifo de Pilos, donde una diosa sostiene un objeto circular con mango.

Inscripción de Cnosos
Parte superior del objeto de marfil, correspondiente al anillo. Fuente: Ph. Sapirstein/World History

El anillo inscrito: la pieza clave (KN Zg 57)

El anillo de marfil presenta una forma ligeramente elíptica, con un diámetro exterior de entre 13,5 y 14 cm. Su inscripción se distribuye a lo largo de las cuatro caras del objeto —superior, inferior, exterior e interior— y suma unos 119 signos. Esto la convierte en la inscripción más larga en lineal A descubierta hasta ahora. Supera incluso a la famosa tablilla HT 123 de Hagia Triada, que contiene solo 105 signos, muchos de los cuales son numerales.

En el anillo se combinan logogramas, signos silábicos y elementos iconográficos. La escritura se organiza en “metopas”, es decir, compartimentos rectangulares delimitados por líneas verticales, un formato que recuerda a las inscripciones en vasos de libación o al disco de Festos. Este orden visual sugiere un sentido narrativo, en el que imagen y escritura interactúan.

Una narrativa visual: animales, vasijas y ofrendas

La cara superior del anillo (lado A) presenta un registro visual dividido en dos mitades. En la izquierda, doce animales cuadrúpedos —todos orientados hacia la izquierda— ocupan sus respectivas metopas. En la derecha, dieciocho signos lineales y diez vasijas rituales completan la composición. Algunas de estas vasijas llevan encima signos silábicos que, según los investigadores, podrían identificar su contenido o su tipología formal.

Esta coexistencia de iconografía y escritura resulta inédita en el corpus de lineal A, y recuerda más bien a los frisos escultóricos de los templos griegos o a representaciones narrativas como las del Partenón. Los animales, las vasijas, y los signos asociados a textiles o pieles sugieren una posible referencia a los ingredientes de una ceremonia religiosa, como las descritas en los rituales hititas o, más cercanamente, en las tablillas en lineal B.

Disco de Festos
Lado B del disco de Festos. Fuente: Wikimedia

La dimensión ritual y no administrativa del texto

Un rasgo del anillo lo distingue de la mayoría de tablillas en lineal A: no contiene signos numéricos. Esto refuerza la hipótesis de que el objeto tenía una función litúrgica, simbólica o conmemorativa, ajena a la administración económica.

En las otras caras del anillo (B, C y D) se han identificado logogramas asociados a textiles con distintos tipos de flecos, pieles animales y productos agrícolas como el grano y el aceite. La cara D, muy deteriorada, parece mostrar una secuencia de ideogramas referidos al campo semántico de las pieles, usadas, quizás, en rituales de sacrificio o como ofrendas.

Lineal A
Tablilla minoica con escritura en lineal A. Fuente: Zde/Wikimedia

El mango inscrito: un texto contable (KN Zg 58)

A diferencia del anillo, el mango presenta una inscripción con claras características contables. Se identifican signos numéricos y fraccionarios, así como logogramas vinculados a vasijas y productos. Entre sus elementos más notables, figura una secuencia de seis signos correspondientes a fracciones, que podría ofrecer una nueva clave para comprender el sistema numérico minoico, aún mal comprendido.

Esta inscripción constituye el primer documento económico en lineal A hallado en un edificio cultual y el segundo en todo el ámbito minoico, si se considera la inscripción jeroglífica del santuario de Kato Syme Viannou. La diferencia en el ductus (estilo de escritura) y en la forma de ciertos signos con respecto al anillo sugiere que los inscribieron distintos escribas.

Mujer de la antigüedad con bastón de mando
Recreación fantasiosa de una mujer portando un bastón. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Una revolución para los estudios sobre el lineal A

El hallazgo de estas dos piezas, en especial el anillo inscrito, representa un verdadero punto de inflexión en la investigación sobre la escritura minoica. No solo amplía el corpus epigráfico disponible, sino que plantea nuevas preguntas sobre los contextos de uso de la escritura en el mundo egeo. Hasta ahora, la mayoría de textos en lineal A se asociaban a tablillas administrativas o vasos cerámicos. Esta inscripción, en cambio, combina lo caligráfico, lo icónico y lo ritual de un modo nunca antes visto. Además, el uso del sistema de metopas, la ausencia de numerales, la precisión artística de los signos y su integración con representaciones visuales sugieren un nivel de intención comunicativa que trasciende funcional.

Un nuevo paso para la comprensión del lineal A

El objeto de marfil hallado en Cnosos resulta excepcional tanto desde el punto de vista material como epigráfico. Por su extensión, su carácter caligráfico y su contexto religioso, constituye una de las piezas más extraordinarias del corpus de la escritura minoica. Su estudio en profundidad, aún en curso, promete redefinir las fronteras de lo que conocemos sobre el lineal A, su función y su relación con los objetos rituales. A la espera de nuevas publicaciones, este hallazgo ya ocupa un lugar central en el panorama de la epigrafía egea.

Referencias

  • Kanta, A., Nakassis, D., Palaima, T. G. y Perna, M. 2025. “An archaeological and epigraphical overview of some inscriptions found in the Cult Center of the city of Knossos (Anetaki plot)”. Ariadne, 27–43. DOI: https://doi.org/10.26248/ariadne.vi.1841

Cortesía de Muy Interesante



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