En ciencia, a veces las historias más fascinantes surgen de lo más pequeño. Literalmente. Un grupo de investigadores ha descrito recientemente 46 nuevas especies de caracoles microscópicos en el sudeste asiático. Uno de ellos, con una concha tan inusual que parece esculpida por un artista del siglo XX, ha sido bautizado como Anauchen picasso, en honor a Pablo Picasso. La razón no tiene pérdida: su forma recuerda a una interpretación cubista de un caracol.
Detrás de este descubrimiento está una revisión científica monumental, de más de 300 páginas, firmada por un equipo internacional liderado por el doctorando serbio Vukašin Gojšina y su director de tesis húngaro, Barna Páll-Gergely. El artículo, publicado en la revista ZooKeys, no solo presenta nuevas especies, sino que propone una reordenación completa de los géneros de estos moluscos diminutos, complicando (y enriqueciendo) aún más lo que sabíamos sobre este grupo. Aquí te contamos por qué este trabajo tiene más interés del que puede parecer a simple vista.
Un caracol con diseño geométrico
Lo que hace que Anauchen picasso destaque entre otras especies es su forma. Mientras que la mayoría de los caracoles tienen espirales curvas y redondeadas, esta especie presenta “vueltas anguladas rectangularmente”, lo que le da una apariencia extraña y poco natural. En palabras del propio equipo científico, su forma se asemeja a “una interpretación cubista de otros caracoles con formas de concha ‘normales’”.
La forma de la concha no es solo una curiosidad estética. En el caso de los caracoles terrestres, el diseño del caparazón cumple funciones clave para su supervivencia: desde proteger el cuerpo blando hasta ayudar en la regulación de la humedad. Por eso, que aparezca una morfología tan inusual como la de A. picasso despierta muchas preguntas sobre su función adaptativa o su historia evolutiva.
Además, el tamaño es minúsculo: menos de 5 milímetros de largo, lo que convierte a estos moluscos en verdaderos “microcaracoles”. A pesar de su tamaño, sus conchas muestran una complejidad estructural que asombró incluso a los especialistas que las describieron.

Una revisión taxonómica sin precedentes
El descubrimiento de Anauchen picasso forma parte de un esfuerzo mayor: la revisión completa de los géneros Anauchen, Bensonella, Gyliotrachela e Hypselostoma, que hasta ahora se clasificaban usando criterios inconsistentes. El equipo ha redefinido los límites entre géneros basándose en varios rasgos anatómicos, especialmente la forma y disposición de las barreras dentro de la apertura del caparazón.
Estas “barreras aperturales” son como dientes o espinas en el interior de la entrada de la concha. Según el paper original, “normalmente hay entre cuatro y cinco barreras principales, que están siempre presentes y no son significativamente variables dentro de una población”. En algunos casos, también hay barreras menores, pero estas son menos consistentes y con escaso valor taxonómico.
La morfología de estas barreras permite distinguir especies que a simple vista parecen idénticas. En el caso de A. picasso, se observan cuatro barreras principales bastante débiles, y una quilla prominente en la última vuelta de la espiral, lo que le da su aspecto característico.

Biodiversidad que se extingue antes de ser conocida
Un aspecto especialmente preocupante de este trabajo es que varias de las nuevas especies descubiertas provienen de ejemplares recolectados hace décadas, concretamente en los años 80, y conservados en museos como el Florida Museum of Natural History. En muchos casos, los hábitats originales de estas especies han desaparecido debido a la deforestación o la explotación de piedra caliza.
En el artículo divulgativo que acompañó al estudio, los autores señalaban que algunos caracoles “llevan sus conchas al revés”, refiriéndose a la orientación inusual de la apertura. Este rasgo, junto con la dirección del último giro de la espiral, fue clave para diferenciarlos.
Pero más allá de los detalles morfológicos, el hallazgo nos recuerda una verdad inquietante: muchas especies se extinguen antes siquiera de ser descritas por la ciencia. El sudeste asiático, en especial sus formaciones kársticas, alberga una biodiversidad endémica extremadamente rica, y también extremadamente vulnerable.

¿Por qué ponerle el nombre de Picasso?
Nombrar a una especie nueva con el apellido de una figura histórica o cultural no es algo nuevo. Es una manera de rendir homenaje, de captar la atención del público o, como en este caso, de reflejar visualmente un rasgo distintivo. El nombre Anauchen picasso no es un simple capricho. Se justifica en la estética de la concha, que recuerda al cubismo: líneas rectas, ángulos marcados y una ruptura con la forma natural.
En la zoología, existe una cierta libertad para asignar nombres, pero también un criterio tácito: el nombre debe tener sentido dentro del contexto científico o visual de la especie. En este caso, la analogía con la obra de Picasso es sorprendentemente acertada, y ayuda a divulgar el descubrimiento más allá del círculo académico.
Además, este tipo de nomenclatura tiene un valor añadido: acerca la ciencia al público general, permite contar historias, y convierte a los caracoles microscópicos en protagonistas de la cultura científica popular.
Una familia en expansión
La familia a la que pertenece A. picasso, llamada Hypselostomatidae, está compuesta por moluscos pulmonados terrestres de tamaño diminuto. Según el artículo científico, actualmente se conocen 284 especies vivas dentro de esta familia, y muchas son endémicas de pequeñas zonas de roca caliza en el sudeste asiático.
Estas especies suelen vivir en condiciones muy específicas, lo que complica su localización y conservación. Muchos de estos caracoles se conocen solo por conchas vacías encontradas en el campo o en colecciones antiguas. El nuevo estudio no solo aporta 46 especies nuevas, sino que también propone 28 sinonimias nuevas y un sistema de clasificación más coherente, lo que representa un salto enorme en el conocimiento de este grupo.
Uno de los desafíos señalados por los autores es que ninguno de los géneros revisados puede definirse por un único carácter morfológico inequívoco. En su lugar, han propuesto combinaciones de caracteres que, en conjunto, permiten agrupar a las especies de forma más lógica.
Referencias
- Gojšina V, Hunyadi A, Sutcharit C, Tongkerd P, Auffenberg K, Grego J, Vermeulen JJ, Reischütz A, Páll-Gergely B (2025) A new start? Revision of the genera Anauchen, Bensonella, Gyliotrachela and Hypselostoma (Gastropoda, Eupulmonata, Hypselostomatidae) of Southeast Asia with description of 46 new species. ZooKeys 1235: 1–338. https://doi.org/10.3897/zookeys.1235.145281.
Cortesía de Muy Interesante
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