Las 32 entidades de México se benefician del comercio con Estados Unidos. Las exportaciones van desde frutas, verduras y autopartes hasta productos menos comunes. Un ejemplo poco usual, los diamantes son la tercera mercancía más enviada por Yucatán al país vecino.
La cerveza también ocupa un lugar destacado, con Aguascalientes como un importante exportador, mientras que Oaxaca sobresale en la venta de otras bebidas alcohólicas.
México no solo vende, también compra a Estados Unidos, hay un dominio de autopartes y maquinaria, pero el maíz es un protagonista clave. Como su principal cliente, México lo adquiere en grandes volúmenes. Jalisco, Guanajuato, Puebla y Yucatán lo tienen dentro de sus principales productos.
Datos de la Secretaría de Economía indican que los estados con mayor dependencia de las ventas a Estados Unidos son Campeche (96.4%), Tamaulipas (96.1%) y Chihuahua (96%). En contraste, las entidades con menor proporción de envíos de mercancías al vecino del norte fueron Quintana Roo (33.9%), Puebla (62.1%) y Veracruz (62.3%).
El comercio entre ambos países está fuertemente entrelazado, lo que explica la inquietud por los aranceles propuestos por Donald Trump. Algunos de estos gravámenes ya se aplican en sectores estratégicos como el acero y el aluminio, y preocupa por su impacto en las economías locales.
Los estados más expuestos a los aranceles
Según Standard & Poor’s, los estados más vulnerables son aquellos con una alta dependencia de la manufactura orientada a la exportación, especialmente en el norte y centro del país. Las entidades con más de 20% de su PIB ligado a industrias en riesgo son: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro.
En tanto, los sectores más expuestos a este choque son el transporte (máquinas y equipos, vehículos automotores y semirremolques), equipo eléctrico y metales básicos (acero y aluminio).
La incertidumbre en torno a los aranceles, junto con la próxima revisión del T-MEC, podría frenar la inversión privada en México, y afectar el crecimiento de los estados con economías basadas en la manufactura.
De acuerdo con HR Ratings, Tamaulipas es la entidad más resistente a los cambios en la política arancelaria, debido a la diversificación de sus exportaciones. Por otro lado, Quintana Roo enfrenta menor riesgo, ya que las ventas internacionales representan una pequeña fracción de su PIB y están dirigidas principalmente a los países del Caribe.
Los estados más afectados por los aranceles sobre el acero y aluminio, así como productos manufacturados con estos metales, son Coahuila y Nuevo León, donde estas industrias tienen un peso significativo.
En caso de que los aranceles alcancen al sector automotriz, el impacto recaerá en Aguascalientes, Puebla, Guanajuato y San Luis Potosí, donde esta industria es clave para la economía estatal.
El futuro del comercio entre México y Estados Unidos depende de la evolución de estas medidas y de la capacidad de los estados para adaptarse a un entorno comercial más restrictivo.
Cortesía de Expansión
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