Después de la polémica y la grieta, la pregunta: ¿la película Homo Argentum representa realmente a los argentinos?

Ya pasó más de un mes y medio desde que Homo Argentum debutó en la pantalla grande. Las primeras críticas fueron quedando atrás, junto con la polémica política que generó y los constantes comentarios marcados por la grieta. En este contexto, desde una sala prácticamente llena ubicada en el centro de la ciudad de Buenos Aires, Clarín fue testigo de una función del filme dirigido por Mariano Cohn y Gastón Duprat, anunciado como una radiografía de el “ser argentino”.

A la distancia, aislando todo el ruido que se generó desde el inicio, sólo queda una pregunta por hacer: ¿realmente logró retratar al ADN argentino?

La idea para la película, según contaron sus creadores, fue elegir entre más de cuarenta guiones para ofrecer un mosaico del país. Pero el resultado final se siente mucho más limitado: Buenos Aires es el escenario dominante y el interior aparece apenas como nota de color, siempre narrado desde la óptica de la gran ciudad.

Esa “porteñización” reduce el alcance de la ambición de abarcar la argentinidad completa. Argentinos son todos, pero en la pantalla parecen ser, sobre todo, los que viven en la capital.

Esa mirada sesgada se percibe también en la forma en que la película recurre a estereotipos. En varias historias se exageran actitudes que sin duda existen -la doble moral, la viveza criolla, la paranoia frente a la inseguridad-, pero la caricatura es tan evidente que cuesta reconocerse en ella.

Guillermo Francella, en una escena de Guillermo Francella, en una escena de “Homo Argentum”. Fotos Disney

La sátira, por definición, exagera y deforma: puede hacer reír, incomodar y hasta provocar reflexión, pero rara vez invita a la identificación. En resumen, el filme parece más interesado en señalar defectos que en construir un espejo en el que los espectadores puedan verse con algo de ternura o complicidad.

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“Homo Argentum”

La diversidad de opiniones

En la sala de cine, sin embargo, la reacción fue bastante positiva a simple vista: hubo risas, lágrimas y hasta susto frente a lo inesperado. Si bien después los comentarios fueron variados, en el momento de la proyección el lenguaje corporal de quienes estaban en la función indicaba que al menos habían logrado captar por completo su atención, para bien o para mal.

Uno de los 16 personajes de Guillermo Francella en Uno de los 16 personajes de Guillermo Francella en “Homo Argentum”. Fotos Disney

Erica, que asistió en familia, comentó: “No me resuena ningún personaje en alguien que conozco o de mi entorno. Pero veo el prototipo de lo que son algunos argentinos. Obviamente todo está exagerado”. Darío, también acompañado de su esposa e hijos, encontró más cercanía pero igualmente marcada por la ironía. “Está muy bien caracterizado. Sí vi muy satirizados a los argentinos, en muchos casos con mucha hipocresía. Pero es una buena película para hacernos pensar cómo somos”, comentó.

Ezequiel, que se sentó junto a su pareja, pudo encontrar un punto medio. “Hay partes que sí representan al argentino y hay partes que me parece son muy exageradas. Yo identificado no me sentí, pero me pareció pintoresco todo”, dijo.

Por su parte, Federico, un adulto joven que asistió a la función con su grupo de amigos del trabajo, fue el más tajante: “Creo que no representa la argentinidad. Sobre todo porque de las 16 historias que tiene creo que solo hay dos o cuatro que pueden calificarse como estereotipos de argentinos. El resto creo que no. Ni de forma peyorativa ni de forma positiva. Me parece que no son historias que representen a la argentinidad. Son simplemente historias. Yo no me vi representado en ninguna”.

Homo Argentum es el gran éxito del cine argentino de 2024. Fotos DisneyHomo Argentum es el gran éxito del cine argentino de 2024. Fotos Disney

Resaltar lo positivo

Si de representar la argentinidad en una obra se trata, lo cierto es que Homo Argentum no es la única pieza disponible en el mercado. Antes del estreno, el escritor Belisario Fernández Funes ya había jugado con este concepto, pero desde una perspectiva completamente distinta a la de la película de Guillermo Francella.

En su obra Cortito el cuento, Belisario explora a los argentinos a partir de esas características que nos hace ser quienes somos, más desde una mirada positiva que desde lo peyorativo. Un cambio de enfoque poco visto en un escenario donde siempre se destaca lo chanta y la llamada viveza criolla.

“Ya que debatamos tanto sobre cuáles son las cualidades de la argentinidad es muy argentino”, reflexiona el autor. Para él, Homo Argentum tomó como punto de partida la idea de argentinidad que venimos arrastrando hace años, marcada por esas características “que no nos generan tanto orgullo”. Sin embargo, bajo su mirada, hay algo que va mucho más allá.

Guillermo Francella, en una de sus 16 caracterizaciones en la película Guillermo Francella, en una de sus 16 caracterizaciones en la película “Homo Argentum”. Fotos Disney

“Lo que creo es que la argentinidad como tal es algo vivo. No es otra cosa que el resultado del promedio de las personas que cada uno de nosotros conoce. Mi argentinidad está basada en lo que veo en todos los argentinos con los que yo me relaciono. Y la realidad, es que a ellos no los caracteriza la viveza, la soberbia… Al contrario, los caracteriza el esfuerzo, la resiliencia, el empuje y la creatividad para lidiar con los obstáculos o el dolor”, señaló.

Y sumó: “Entiendo perfectamente desde donde se piensan los personajes y los escenarios de Homo Argentum, pero yo creo que hay que resignificarlo con los valores y las maneras de manejarse de la gente con la que cada uno se relaciona. Y tal vez ahí empezamos a dar con otro estereotipo. Aunque está justificado el estereotipo de la película. Es el que venimos arrastrando hace mucho por lo que fuimos”.

Nada de esto significa que Homo Argentum carezca de mérito. Algunas escenas son brillantes y Francella demuestra una capacidad actoral impresionante para encarnar personajes completamente distintos en cuestión de minutos. El humor negro y la crítica social funcionan en varios pasajes, y la producción tiene una calidad técnica indudable. Pero si la pregunta es si la película representa a la argentinidad, la respuesta que surge de esta observación es que apenas roza una parte.

Guillermo Francella, en uno de los sketches más polémicos de Guillermo Francella, en uno de los sketches más polémicos de “Homo Argentum”, el del cura villero. Fotos Disney

Quizá ahí resida su mayor contradicción. El título promete un “ser argentino” en toda su diversidad, pero lo que entrega es una visión más estrecha, provocadora y en ocasiones divertida, que no busca -o al menos no logra- que todos se vean reflejados.

Tal vez la intención nunca fue esa y el verdadero valor de Homo Argentum sea abrir el debate sobre qué significa hoy ser argentino y quiénes pueden contar esa historia. Si es así, la discusión recién empieza, dentro y fuera de la sala de cine.

Para esta nota, 18 actores y directores de cine argentinos de primer nivel fueron consultados para dar su mirada artística sobre la representación de los argentinos en la película Homo Argentum, pero ninguno de ellos quiso hablar al respecto. Algunos alegaron que no la vieron (a pesar de haber estado en la avant premiere,¿se habrán ido después de la foto?), hubo otros que prefirieron no hablar por miedo de ser posicionados de uno u otro lado de la grieta política, y unos pocos optaron por hacer silencio absoluto y directamente no responder el mensaje de Clarín. ¿Ser argentino?

Cortesía de Clarín



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