(LONDRES) – El ratio deuda/PIB mundial aumentó el año pasado por primera vez desde 2020, cuando la deuda global alcanzó un nuevo récord a finales de año de 318 billones de dólares y el crecimiento económico se desaceleró, mostró el martes un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).
El aumento de 7 billones de dólares en la deuda mundial fue menos de la mitad del aumento de 2023, cuando las expectativas de recortes de tasas de interés de la Reserva Federal provocaron un aumento del endeudamiento. El IIF advirtió, sin embargo, que los llamados vigilantes de los bonos podrían castigar a los gobiernos si persisten los crecientes déficits fiscales.
“El creciente escrutinio de las balanzas fiscales, especialmente en países con un panorama político muy polarizado, ha sido una característica definitoria de los últimos años”, afirmó el IIF.
Las reacciones del mercado a las políticas fiscales en el Reino Unido derribaron el efímero mandato de la primera ministra Liz Truss en 2022, mientras que presiones similares en Francia derrocaron al primer ministro Michel Barnier el año pasado.
La deuda en relación con el PIB -un indicador de la capacidad de reembolso de la deuda- se acercó al 328%, un aumento de 1.5 puntos porcentuales, ya que los niveles de deuda pública de 95 billones de dólares chocaron con la ralentización de la inflación y el crecimiento económico.
El IIF dijo que espera que el crecimiento de la deuda se desacelere este año, en medio de una incertidumbre sin precedentes en la política económica mundial y unos costos de endeudamiento aún elevados.
No obstante, advirtió que pese a los elevados costos de los préstamos y de la incertidumbre de la política económica, su previsión de un incremento de 5 billones de dólares en la deuda pública este año podría aumentar debido a las peticiones de estímulo fiscal y a un mayor gasto militar en Europa.
“Creo que es probable que veamos mucha más volatilidad en los mercados de deuda soberana, especialmente en aquellos países en los que observamos una elevada polarización política”, dijo Emre Tiftik, director de investigación sobre sostenibilidad del IIF.
El reto de la refinanciación
Los mercados emergentes, impulsados por China, India, Arabia Saudita y Turquía, representaron aproximadamente el 65% del crecimiento de la deuda mundial el año pasado.
Este endeudamiento, junto con un récord de 8.2 billones de dólares en pasivos que los mercados emergentes necesitan refinanciar este año -el 10% de ella en moneda extranjera- podría poner a prueba la capacidad de los países para capear las tormentas políticas y económicas que se avecinan.
“El aumento de las tensiones comerciales y la decisión de la administración Trump de congelar la ayuda exterior estadounidense, incluidos los recortes a USAID, podrían desencadenar importantes desafíos de liquidez y frenar la capacidad de refinanciación y el acceso a la deuda en divisas”, señala el informe.
“Esto subraya la creciente importancia de la movilización de los ingresos nacionales para aumentar la resistencia frente a los choques externos”.
Tiftik añadió que la elevada volatilidad subraya la necesidad de aumentar la capacidad de los bancos multilaterales de desarrollo para movilizar capital privado.
Cortesía de Expansión
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