Deudas, pensiones y subsidios limitan obra pública


Durante los Gobiernos morenistas no sólo aumentó la deuda pública del Gobierno de México, sino que también creció el gasto destinado a programas sociales y pensiones, lo que absorbe una gran parte del presupuesto del país.

En 2025, bajo la Presidencia de Claudia Sheinbaum, cerca de la mitad del Presupuesto de la Federación se destina a pagar deudas, pensiones y programas sociales o subsidios, un porcentaje nunca antes visto en administraciones anteriores, lo que limita la inversión pública y la generación de empleos. Según cifras oficiales, el gasto aprobado para este año es de 9 billones 302 mil millones de pesos. De este monto, 1.4 billones están destinados a la deuda pública, que, al mes de mayo, ya alcanzaba los 17.6 billones de pesos.

Las pensiones son el rubro que más presión ejerce sobre el presupuesto federal, con un monto estimado de 2.1 billones de pesos para este año. Y el gasto se disparará cada año debido al envejecimiento de la población.

En cuanto a los programas sociales, como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, las Becas Benito Juárez y Jóvenes Construyendo el Futuro, se destinarán 835 mil 700 millones de pesos este año.

En total, estos tres rubros concentran 47.2% del presupuesto total federal, dejando sólo el 52.8% para cubrir otras necesidades del país, incluyendo inversión pública, salud, educación, turismo y energía, así como la nómina.

Luis Alberto Güémez Ortiz, académico de la Universidad Panamericana (UP), advierte que la creciente concentración del presupuesto en pensiones y programas sociales representa una señal de alarma para las finanzas del país, especialmente en el contexto de una recesión económica. “Al no crecer la economía, estamos realmente en una recesión técnica”.

Criticó el “gasto desbordado” en programas sociales, con un aumento significativo durante los Gobiernos morenistas. “Lo que sí es completamente desproporcionado es el incremento en programas sociales. Ya estamos hablando de casi un billón de pesos al año”.

Estos recursos, señaló, no provienen necesariamente de ingresos permanentes, sino que podrían estar financiándose a través de la deuda pública, que ha aumentado en los últimos seis años. Esto ha contribuido al empobrecimiento y al deterioro de la calidad de los servicios públicos, como la salud, la educación y las infraestructuras.

De continuar con este ritmo, alerta, México se enfrentará a una crisis financiera debido al envejecimiento poblacional. Las agencias calificadoras, como Fitch, ya han advertido, lo que resultaría en una rebaja de la calificación crediticia del país.

Ante este panorama, recomendó a las familias priorizar el ahorro, evitar nuevas deudas y reducir el gasto superfluo. Sugirió a los empresarios actuar con cautela y previsión. “Tienen que mantener su liquidez, contener sus gastos de expansión y estar atentos al entorno financiero internacional. No es momento de asumir riesgos innecesarios”.

CT

Cortesía de El Informador



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