“La llamada va bien y sigue en curso”, escribió el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Dan Scavino, en una publicación en la red social X.
Donald Trump y Vladímir Putin discutirán un alto al fuego en Ucrania
El llamado había sido confirmado por el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, quién aseguró que durante el mismo los mandatarios abordarán diversos temas. “Hay muchos asuntos desde la normalización de las relaciones bilaterales hasta el arreglo ucraniano. Todo esto será tratado por los dos presidentes”, informó en su rueda de prensa telefónica diaria.
Hasta donde fue informado, la llamada ya lleva más de una hora activa y no tiene una duración pactada. Según indicó Peskov, entre los preparativos previo al contacto se incluyo diversas consultas con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz.
La llamada de hoy es un hecho que remarca el acercamiento entre ambas potencias. La semana pasada, Putín ya había expresado su disposición para conversar con Trump sobre las inquietudes en torno a la propuesta de tregua por 30 días, que ya fue aceptada por Kiev. Por su parte, Trump se mostró confiado en que Putin aceptará la tregua: “Creo que estará de acuerdo. Realmente lo creo. Creo que le conozco bastante bien y que estará de acuerdo”.
El último contacto telefónico entre ambos presidentes data de un mes atrás, cuando el pasado 12 de febrero tuvieron su primer llamado desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. Allí, acordaron iniciar un proceso de negociación para poner fin al conflicto en Ucrania.
Guerra en Ucrania: las condiciones que pone Rusia para firmar el alto al fuego por 30 días
Según publicó la agencia Reuters, Rusia presentó al nuevo gobierno de Trump condiciones “amplias y similares a las demandas que ha presentado anteriormente a Ucrania, Estados Unidos y la OTAN” para firmar el acuerdo de paz momentánea con Zelenski.
La principal condición que puso Rusia sobre la mesa es que que Ucrania no se adhiera a la OTAN. Además, desde Moscú también exigen un acuerdo para que no se desplieguen tropas extranjeras en Ucrania, la desmilitarización del país, y el reconocimiento internacional de la soberanía rusa de Crimea y las otras cuatro provincias del este anexadas por Rusia.
En este sentido, una de las áreas que más le interesa a Moscú es la región rusa de Kursk, invadida por tropas ucranianas. El gobierno de Putin asegura que recuperó casi la totalidad de la región, pero le interesa que le aseguren que los 30 días de tregua no sean usados por Ucrania para rearmarse.
Otro punto clave es quién vigilará que se respete el alto al fuego, según consignó Reuters. Todavía no está claro cómo y quién controlará que se respete el acuerdo de paz por 30 días. La agencia europea detalló que Putin estaría poniendo exigencias excesivas para sacar del medio a Ucrania y negociar directamente con Estados Unidos. En todo caso, Rusia se siente fortaleciendo y cerca de ganar la guerra. Las negociaciones recién comienzan y no viajarán al ritmo que quiera Donald Trump.
Cortesía de Ámbito
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