
El Día Internacional de la Niña 2025 busca visibilizar los desafíos que enfrentan niñas y adolescentes para acceder a una educación de calidad, especialmente en rubros como la educación financiera y la integración al mercado laboral. Estas brechas comienzan en la infancia y persisten en la adultez, limitando su participación y desarrollo profesional.
Según ONU Mujeres, las jóvenes de 15 a 24 años tienen el doble de probabilidades de no estar estudiando ni trabajando comparado con los varones. En 2023, 28% no estudiaban ni trabajan frente a un 13% de los hombres.
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Graciela Rojas, fundadora de Movimiento STEM, advierte que para participar en mercados dominados por inteligencia artificial y automatización, es indispensable preparar a las niñas desde edades tempranas en competencias STEM y habilidades socioemocionales.
Brechas educativas, digitales y laborales
La falta de acceso a competencias STEM y la brecha digital son dos desafíos clave. El estudio de ONU Mujeres reporta que nueve de cada diez adolescentes y mujeres jóvenes en países de bajos ingresos carecen de acceso digital.
Además, las niñas dedican 160 millones de horas más que los niños en tareas domésticas y de cuidado no remunerado desde temprana edad (ONU Mujeres), lo cual limita su desempeño escolar y su posterior acceso a carreras mejor remuneradas.
Datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que sólo 8% de las niñas planea estudiar carreras STEM, frente al 27% de los niños. A nivel global, apenas el 31% de quienes cursan estudios superiores STEM son mujeres, y sólo 3% opta por especialidades TIC.
Las consecuencias no sólo afectan los ingresos: mientras en STEM los sueldos pueden rebasar los 40,000 pesos mensuales, la baja representación femenina implica menor movilidad y estabilidad laboral para millones.
Cerrar la brecha: impacto económico y social
Incluir a más mujeres en la fuerza laboral STEM puede elevar significativamente la economía. Según McKinsey, el cierre de la brecha de género agregaría hasta 12 billones de dólares al PIB global y 800 mil millones al mexicano. Con el 65% de los empleadores del país reportando dificultades para encontrar talento, según Manpower, reforzar la inclusión es urgente y estratégico.
Para Graciela Rojas, la celebración del 11 de octubre debe acompañarse de acciones tangibles contra los estereotipos y barreras estructurales que impiden a las niñas desarrollar todo su potencial.
La apuesta inicia desde la infancia: invertir en habilidades y educación de calidad tiene el mayor retorno social y económico a largo plazo.
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Cortesía de El Economista
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