El discurso de Donald Trump ante la Knesset, el Parlamento israelí, terminó con un momento de tensión que recorrió el mundo. Mientras el presidente estadounidense hablaba sobre la paz en Medio Oriente, dos diputados del bloque de izquierda Hadash, Ayman Odeh y Ofer Cassif, se pusieron de pie, levantaron carteles con la frase “Reconozcan a Palestina” y gritaron “¡Genocidio!”. Segundos después, fueron expulsados de la sala por personal de seguridad.
Ante este panorama, Donald Trump, sorprendido, interrumpió su discurso y alcanzó a decir, con ironía: “Eso fue muy eficiente”. Desde su banca, el primer ministro Benjamin Netanyahu se disculpó ante el visitante estadounidense, intentando calmar la escena.
El episodio se produjo en un contexto de tensión social y política extrema. Afuera, Israel celebraba la liberación de los últimos 20 rehenes capturados por Hamas en octubre de 2023. Pero al mismo tiempo, las denuncias internacionales por la ofensiva sobre Gaza –que dejó más de 30 mil palestinos muertos– seguían marcando el debate público.
Tras su expulsión, Odeh y Cassif denunciaron censura y persecución política. “Pedir el reconocimiento de Palestina no es un delito, es una exigencia de justicia”, escribió Odeh en la red X. En la misma línea, Cassif acusó al gobierno israelí de sostener un “régimen de apartheid y ocupación”.
Desde el estrado, Trump intentó volver a su discurso. Celebró el acuerdo de paz mediado por Estados Unidos, llamó a Israel a “convertir sus victorias militares en prosperidad” y prometió colaborar en la reconstrucción de Gaza. También habló de tender “una mano de amistad” a Irán, en un gesto que pareció más diplomático que creíble.
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Cortesía de Página 12
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